1. NOVENA A SANTA CLARA DE ASÍS
Día 1: UN HOGAR EN ASIS
Oración
Dichosa Santa Clara, gloriosa Virgen de Asís, míranos a tus plantas para hacer tu
Novena. Queremos solicitar tu intercesión y aprender tus lecciones. Tú fuiste
ilustre y clara de nombre y de vida. Así queremos seguirte. Que en nosotros no
haya nada oscuro, ni nieblas de pasiones ni negrura de pecados.
Intercede por nosotros ante Cristo. Que resplandezca nuestra alma con la claridad
de la gracia para que pueda brillar un día en la claridad de la visón divina. Te lo
pedimos por Jesucristo, nuestro Señor, Amen
Aclamaciones
-Loado seas, mi Señor, por nuestra Hermana Clara, que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa (Padrenuestro)
-Loados seas, mi Señor, por su vida penitente y liberada. A ti, el honor, la gloria y la
alabanza. (Padrenuestro)
-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por
doquier miles a su semejanza (Padrenuestro)
Reflexión
Dante afirma que “Asís es un nuevo oriente”, el oriente de la luz y del sol. No sólo
porque allí nación Francisco, sino también por Clara, la hija de Favarone y
Hortulana, nadçcida el 16 de julio de 1194.
Su familia es noble y pudiente. En el castillo de Sasso Rosso se habían unidos las
dos familias más ilustres de la ciudad: los Flume y los Sciffi. A la vez es
profundamente religiosa. Reciben aquella hija primogénita como “una luz que
viene a iluminar al mundo”, y por eso, al darle el santo bautismo en la misma pila,
donde doce años antes lo recibiera Francisco de Asís, le ponen el nombre de Clara.
Desde sus primeros años se le vio inclinada a la virtud. Su piadosa madre la
educaba con todo esmero y la inculcaba el amor a la oración a las obras de caridad.
Uno de los testigos declaró bajo juramente en el proceso de canonización que
2. “conoció a Clara cuando era niña y que desde su primera edad comenzó a
dedicarse a obras santas”. ¿Qué es hoy un hogar? ¿Es una pequeña iglesia en la que
se aprende a amar a Dios a los hombres? ¿Cómo se vive en èl la responsabilidad
educadora?
Oración Final
Virgen prudente, Clara de Asís, fragante azucena del Jardín Franciscano, desde tus
primeros años te rodearon riquezas, bienestar, halagos, pero a la vez se cultivaban
en tu alma sentimientos de religiosidad y bondad. Desde niña fuiste “Clara de
nombre y Clara de vida”, sin sombras ni oscuridades.
Enséñanos a seguir tus ejemplos.
Necesitamos hogares santos, conscientes de su responsabilidad ante Dios y ante la
Iglesia.
Necesitamos niños que sepan mirar al mundo con ojos llenos de amor, pacientes,
comprensivos, animosos y que cierren sus ojos al odio y a la maldad.
Queremos hacer del mundo una gran familia, donde todos los hombres amen a
Dios y se amen como hermanos. Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor,
Amen.
Día 2: LA VOZ DE UNA LLAMADA
Oración
Gloriosa Santa Clara, virgen prudente y fiel. Por tu Dios supiste renunciar a todo,
dejarlo todo. De tu corazón brotaba aquella afirmación del seráfico Padre: “Tu eres
el bien, sumo bien, todo bien, señor, Dios y i vio y verdadero”.
Ya desde adolescente comprendiste la oposición existente entre lo que pide Jesús y
cuanto te rodeaba… y decidiste darte a Jesús toda entera, sin reserva alguna, sin
miedo al sacrificio. Obtennos de tu Dios la gracia de seguir a Cristo pobre y sentir
en nuestro corazón el fuego de su amor. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro
3. Señor. Amén.
Aclamaciones
-Loados seas mi Señor, por nuestra Hermana Clara, que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa. (Padrenuestro)
-Loados seas, mi Señor, por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la
alabanza. (Padrenuestro)
-Loado seas, mi Señor por su vida alegre y entregada, y porque suscitaste por
doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro)
Reflexión
Clara había oído del joven Francisco, su paisano, que se había entregado a Cristo, y
que él seguía un grupo de juventud… Aquella Cuaresma de 1212 tuvo la
oportunidad de oírle en la Catedral. Su alma vibraba ante el nuevo ideal por el
vivido y propuesto. En lo hondo de su alma comenzó a repiquetear la voz de Dios;
Olvida tu casa y tu gente, olvida tu hogar y sal de tu pueblo”.
La lucha interna era grande. Otras voces se alzaban también dentro de Clara:
“Tienes solamente dieciocho años. ¿Vas a tener valor para dejar casa y familia?
Pero la voz de Dios cada día resonaba más fuerte: Y llega la noche del Domingo de
Ramos. Sale de su hogar por una puerta secretara y acompañada por su amiga
Pacífica, va hasta la Porciúncula, donde la esperan Francisco y sus frailes. Santa
María de los Ángeles está engalanada de fiesta y allí, ante el altar de la Virgen, Clara
se va a consagrar a Dios. Una túnica oscura de lana, una cuerda de nudos y unas
sandalias pasan a ser su vestido. Luego, de rodillas, inclina su cabeza y Francisco va
acortando su rubia cabellera. Clara ha abandonado el mundo por Cristo. Ha dicho
adió a comodidades, lujos y halagos. Ha nacido la 2ª. Orden Franciscana.
Oración Final
Gloriosa Clara de Asís. Hoy hemos admirado tu valentía en seguir a Cristo, “tu bien,
todo bien, sumo bien”. Queremos seguir tu ejemplo y amar a Dios como nuestra
única riqueza. Por aquella fidelidad a la gracia que te convirtió en la hija predilecta
de San Francisco, despreciando, como él, cuanto el mundo te brindaba de
halagador, obtennos de tu Dios que, dóciles a sus inspiraciones, sigamos tus huellas
de renunciamiento, fidelidad y demás virtudes que te llevaron a la cima de la
santidad… y sepamos superar con valor cualquier dificultad por amor a Aquel que
4. tanto nos ha amado. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro señor Amen
Día 3: SIN MIRAR HACIA ATRÁS.
Oración
Gloriosa Clara de Asís, abogada a intercesora nuestra. Tus virtudes heroicas en el
seguimiento de tu Dios chocan con nuestra pereza y falta de valentía. Ninguna
dificultad fue obstáculo para tu fidelidad. Animados por tu ejemplo, detestamos
nuestra pereza, pedimos perdón por nuestras infidelidades y proponemos seguir
tus huellas con fervor. Tú hiciste de San Damián un centro de irradiación de fe y de
amor. Queremos tener amplitud de corazón, un alma grande, un trato afable y
cordial para repartir “paz y bien” en nuestro alrededor.
Aclamaciones
-Loados seas, mi Señor, por nuestra Hermana Clara, que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa. (Padrenuestro)
-Loados seas, mi Señor por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la
alabanza. (Padrenuestro)
-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada, y porque suscitaste por
doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro)
Reflexión
Clara, la primogénita, ha abandonado la casa paterna. Quiere ser solamente de
Dios. Su familia se rebela. No puede admitir tal propósito. La exponen toda clase de
razones. Desde los halagos hasta las amenazas. Todo es inútil. Ella tiene muy
firmes en su alma las palabras de Jesús: “El que ama a su padre o a su madre más
que a Mí, no es digno de Mi”. El 15 de abril de 1212, dieciséis días después de la
toma de hábito de Clara, su hermana Inés decide quedarse también en el convento
y también se queda la amiga Pacífica. Sus familiares arrecian la lucha. Quieren
sacarlas del convento. Tras una breve estancia en las Benedictinas, ellas se instalan
definitivamente en San Damián, formando la primera fraternidad de Damas
5. Pobres. Las palabras convencen, pero los ejemplos arrastran. La fama de sus
virtudes se va extendiendo. Las jóvenes de Asís y su comarca miran hacia San
Damián.
Oración Final
Gloriosa Clara de Asís. Hemos contemplado hoy tu valentía y fidelidad en el
seguimiento de Cristo. Toda tu vida fue un cántico de fidelidad a quien tanto nos ha
amado. Conseguiste la gracia de asemejarte a Cristo. Hiciste de tu vida una ofrenda
perenne y agradable que permaneció en la presencia divina ardiendo en el fuego
de su amor. Obtennos la gracia de caminar tras tus huellas para que podamos
seguir a Cristo, confesar su nombre y entregarnos a Él con amor jubiloso. Te los
pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amen
Día 4: LA PRIMERA FRANCISCANA
Oración
Admirable Santa Clara de Asís. Tu seguiste a Cristo tras las huellas de Francisco de
Asís y eres modelo de cuantos queremos seguir el ideal franciscano. Obtennos la
gracia de caminar fielmente por esa misma senda, siguiendo tu ejemplo y tus
enseñanzas. Queremos compartir las alegrías y las tristezas de los hombres,
sufriendo con los que sufren, alegrándonos con los que se alegran. Que nuestra
vida sea así un sacrificio agradable a los ojos de Dios y llevemos a feliz término la
obra que El en nosotros ha comenzado. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro
Señor Amén.
Aclamaciones
-Loados seas mi Señor, por nuestra Hermana Clara, que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa. (Padrenuestro)
-Loados seas, mi Señor, por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la
alabanza. (Padrenuestro)
-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada, y porque suscitaste por
6. doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro)
Reflexión
A Santa Clara le gustaba llamarse con humildad “la plantita de San Francisco”, pero
no nos engañemos. Clara es admirable, como lo fue Francisco. No es a la sombra de
la Primera Orden como hay que ver la historia de las Damas Pobres, las Clarisas. Es
una historia fraternal, pero paralela. Clara y Francisco tuvieron que asumir las
responsabilidades de las propias Órdenes. El la condujo hacia Cristo, pero en su
destino quiso que fuese totalmente libre su responsabilidad. Pro Francisco fue
trasplantada al claustro. Ella es la primera mujer seguidora del ideal franciscano.
La joven abadesa estaba tan llena de Dios y de su espíritu, que Francisco con
frecuencia le pidió su consejo, y encomendó a sus oraciones los trabajos de sus
frailes. Ella no había de salir a los púlpitos a anunciar la Buena Nueva, pero en
silenciosa tarea cooperaba en el inmenso trabajo de los franciscanos. El esfuerzo
corporal no es nada si no está sostenido e iluminado por la oración. Así lo entendió
Clara. Mientras sus hermanos recorrían los púlpitos del mundo, ella y sus hijas
alcanzaban el valor sobrenatural para su esfuerzo.
Oración Final.
Gloriosa Santa Clara, hija esclarecida del jardín franciscano, espejo de pureza y de
fe, a quien el Señor concedió la gracia de amar el sacrificio y la santa pobreza y de
seguir los pasos de San Francisco. Tú ilustraste a la Iglesia con el admirable
resplandor de tu virtud y la enriqueciste con una nueva familia dentro del
movimiento franciscano. Alcánzanos del Señor que también nosotros
comprendamos el valor sobrenatural de las virtudes del Evangelio, de las cuales tú
nos dejaste admirables ejemplos y que, practicándolas fielmente, merezcamos
gozar un día del fruto de ellas en el cielo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro
Señor, Amén.
Día 5: UNA MUJER HECHA ORACION.
Oración:
Gloriosa Santa Clara, el señor te eligió para ser santa e irreprochable ante El por el
amor. El te dijo: contempla al Señor y quedarás radiante. Tu vida entera fue
esplendor y claridad, como tu nombre indica. Encendida en el fuego del amor
divino, le bendijiste en la contemplación de las obras de sus manos con cantos de
7. júbilo. Alcanzadnos que, siguiendo a Jesús, como camino, verdad y vida, podamos
llegar a gozar de la compañía de los santos en el cielo. Te lo suplicamos por
Jesucristo, nuestro Señor Amén.
Aclamaciones:
-Loado seas, mi Señor, por nuestra Hermana Clara, que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa. (Padrenuestro)
-Loados seas, mi Señor, por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la
alabanza. (Padrenuestro
-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por
doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro).
Reflexión
A San Francisco se le ha definido como “el hombre hecho oración”. ¿Qué decir de
Santa Clara? Algunos creen que orar consiste en pedir. Otros lo confunden con la
meditación. Orar es, ante todo, una actividad del corazón. Orar es amar. Es el acto
más noble y elevado de la criatura humana. Es pensar en Dios con amor. Santa
Clara tenía el corazón fijo en su Dios. A El Como a su centro enderezaba sus afectos.
Su sueño es vela y canto el despertar antes de la aurora. Hacía suya y vivía la
oración del Seráfico Padre: “Tu eres el Bien, sumo Bien, todo Bien, Señor, Dios mío,
vivo y verdadero”. Durante horas Clara se abandonaba a la oración. Era un cara a
cara con el Único Amor. Orar para ella era vivir en la presencia amorosa de su Dios.
Nada más y nada menos. Lo demás era consecuencia. Ante la eucaristía pasa horas
en ferviente adoración. Acude a María porque Ella es camino hacia Dios, nos ha
dado a Cristo y es modelo de virtudes. Tomás de Celano nos lo comunica: “Su alma
se entregaba sin cesar a la oración. Levantada la primera, iba a despertar a las
Hermanas más jóvenes, sin romper el silencio, animándolas con la mirada a
comenzar el día con fervor. Después, durante el día, rezaba sin cesar cualquier que
fuera su ocupación.
Oración final
Oh Virgen Clara, fragante azucena del jardín franciscano. Tu vida fue un estar
pendiente de las palabras que caían de la boca de tu Dios. El te dio un amor
extraordinario a la oración y a los misterios de su Cuerpo y de su Sangre. Que,
siguiendo tus pasos, alcancemos la cima de nuestra vocación. Que busquemos en la
tierra la verdadera sabiduría y amemos los bienes celestiales. Obtennos de tu Dios
8. una fe viva en la presencia de Jesús en la Eucaristía y que hagamos de este
sacramento la cima de nuestra celebración cristiana. Te lo suplicamos por
Jesucristo, nuestro Señor Amen.
Día 6: UN REMANSO DE PAZ Y ALEGRIA.
Oración:
Santa Clara de Asís, virgen prudente y sabia. Tú obtuviste de tu Dios la gracia de
imitar en total fidelidad a Cristo, pobre y humilde, y así te lo concedió la Iglesia. Tú
sabías que uno de los mayores obstáculos para alcanzar la virtud es el apego a los
bienes de la tierra y que la perfección de la vida cristiana exige que sea Dios
nuestro único tesoro y en él esté fijo nuestro corazón. A cambio de todo ello Jesús
te concedió su paz. Alcánzanos que sepamos valorar en su justa medida las cosas
de este mundo y anhelar constantemente las del cielo. Te lo suplicamos por
Jesucristo nuestro Señor, Amen.
Aclamaciones
Loados seas, mi Señor por nuestra Hermana Clara que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa. (Padrenuestro)
-Loado seas, mi Señor por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la
alabanza (Padrenuestro
-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por
doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro
Reflexión
San Damián es el recinto que congrega a Clara y sus hermanas. Habla de silencio,
de entrega, de renuncia alegre, de paz. Es una iglesia minúscula, un coro pobre,
dormitorios pequeños, una huerta amurallada. Allí Clara pasó toda su vida
consagrada. Las exigentes palabras de Jesús estaban allí hechas vida. Aquellas
religiosas habían renunciado a todo, habían dado sus bienes a los pobres y habían
cargado alegremente con la cruz. No llevaban dinero, ni alforja, ni abrigo, ni
cayado. Pero allí había una paz y una felicidad desbordantes y comunicativas.
Ningún visitante distraído podía dejar de percibirlas. Allí todo es calma, todo es
alegría, todo es recogimiento y paz. La felicidad se hace sensible. Era la mejor
9. propaganda de su ideal, que, vivido con aquella ilusión, forzosamente tenía que
suscitar seguidores. Así se explica el crecimiento prodigioso de conventos de
Damas Pobres, no sólo en Italia, sino también en Francia, España, Austria, Bohemia.
En vida de Santa Clara existían ya en España veinte monasterios de Clarisas. Santa
Clara, encerrada en una comunidad de clausura, supo irradiar la luz de su ideal
más allá de San Damián, pasando a ser una de las grandes figuras femeninas de la
alta Edad Media.
Oración Final
Gloriosa Santa Clara de Asís. Dios infundió en tu corazón un profundo amor a la
pobreza y a toda palabra que proceda del Señor. Tu itinerario espiritual va
marcado por un despojo interior y exterior que te liberó de toda traba o atadura y
te hizo vivir en un remanso de paz alegre y serena. Queremos que nuestra vida, a
ejemplo tuyo, sea un continuo esfuerzo por unirnos cada día mas a Cristo pobre y
fundamento de la felicida. Negándote a ti misma y cargando con la cruz, seguiste a
Cristo en entrega generosa, y le elegiste como tu roca y tu hereda. Ayúdanos para
que sigamos tus ejemplos y para que nuestro corazón esté siempre fijo en el Señor.
Te lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Día 7: UNA MONJA DE CLAUSURA
Oración:
Gloriosa Clara de Asís, santa de la luz, la paz y la alegría. Tú consagraste la vida a
los asuntos del Señor, dedicándote a ellos en cuerpo y alma en aquel monasterio de
San Damián, considerando despreciables las cosas de aquí abajo en comparación
con los bienes del cielo. Las rejas y muros te recordaban el compromiso radical con
tu Dios, y El era para ti la quietud, el gozo, la seguridad, la plenitud. Obtennos de
Cristo el que sepamos valorar en su justa medida las cosas de este mundo y que
anhelemos constantemente los bienes del cielo. Te lo suplicamos por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Aclamaciones:
-Loados seas, mi Señor por nuestra Hermana Clara que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa. (Padrenuestro)
10. -Loado seas, mi Señor por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la
alabanza (Padrenuestro
-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por
doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro
Reflexión:
A los ojos del mundo la vida religiosa aparece con muchas interrogantes. La
presencia de Religiosas en obras asistenciales y educativas que exigen gran caridad
y espíritu de sacrificio todos la admiten aunque sea por necesidad, pero las
Religiosas de Clausura, constituyen una paradoja. Cuando se valora
obsesionadamente la velocidad, el rendimiento material, la utilidad y el placer,
sigue habiendo esas personas que desean vivir en el silencio de un renunciamiento
total. Cuando se olvida y discute la fe, aparecen ellas como testigos de una fe
inconmovible. Es desde el plano de la fe desde donde hallamos explicación: Dios
nos ha creado para conocerle, amarle y servirle, y ellas, desligadas del mundo,
viven dedicadas de pleno a amar y glorificar a Dios. Le ofrecen sus vidas en
inmolación por sus hermanos hombres, y así se ha dicho que sus convenios son
“pararrayos de la justicia divina”, que ellas son los “diez justos” por amor a los
cuales Dios está perdonando a la humanidad pecadora. En un mundo cansado de
palabras están ellas como testigos. Pio XI dejó escrito: “Los que se entregan
constantemente a la oración y a la penitencia contribuyen al progreso de la iglesia
ya la salvación del género humano con más eficacia que los que cultivan obras de
celo en el campo del Señor”.
Oración final:
Santa Clara de Asís, Dios hizo de ti un ejemplo esplendoroso de fe y mortificación,
consumiendo tus días en el servicio y alabanza de tu Dios. Toda tu vida es una
aventura del espíritu con tonos de auténtico heroísmo. Alcánzanos el que cada uno,
en su puesto, trabaje en la Iglesia por la salvación de los hombres y la glorificación
de Dios. Que no nos dejemos llevar por el vértigo de los afanes terrenos y por el
brillo de los bienes pasajeros… y así un día podamos gozar de los bienes que Dios
nos tiene preparados. Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor Amén.
Día 8: LA BONDAD DE SANTA CLARA
Oración:
11. Santa Clara de Asís, Madre y Maestra de tus hermanas. En tu vida admiramos, junto
con la virtud de la pureza virginal y la austeridad de tu penitencia, tu bondad y tu
amor. Diste tus cosas, y sobre todo, te diste a ti misma al servicio de tu Dios y al
servicio de tus hermanas. Con tu actitud supiste hacer amable la virtud y atraer a
muchos hacia la bondad. Obtennos de tu Dios vernos libres de pecado y que, al ver
nuestras buenas obras, los demás, glorifiquen a Dios. Lo suplicamos por Jesucristo,
nuestro Señor, Amén.
Aclamaciones:
-Loados seas, mi Señor por nuestra Hermana Clara que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa. (Padrenuestro)
-Loado seas, mi Señor por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la
alabanza (Padrenuestro
-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por
doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro
Reflexión
Las crónicas nos hablan de la bondad y amor de Santa Clara. Era la suya una
fraternidad agrupada por la piedad y el silencio. Y apoyada en aquella abadesa que
durante el invierno, en los días fríos, se levantaba cada noche para comprobar que
todas las hermanas estaban bien arropadas; que, si alguna estaba enferma, le
preparaba alimentos especiales; que, si otra aparecía preocupada multiplicada
sobre ella la ternura y el efecto para devolverla la paz… En el proceso de
canonización se demuestra un gracioso milagro que demuestra la solicitud y
ternura de Clara para con sus hijas. Había en San Damián una enferma que
languidecía por falta de apetito. Desconsolada, le preguntó Santa Clara que le
apetecía: -Ah! -dijo la enferma-, si tuviera truchas de Tupino y tortas de Nocera, las
comería a gusto, pero “donde hallarlas?. Se arrodilló Santa Clara… y casi de
inmediato se oyeron golpes en la puerta. ¡Era un joven que traía dos paquetes, y en
ello venían los alimentos que la enferma deseaba!… Para atender a las hermanas,
multiplicó el aceite, ahuyentó a los sarracenos mostrándoles la custodia santa…
Toda su vida está llena de detalles de bondad y amor.
Oración Final
Gloriosa Santa Clara, hermana, madre y maestra. Tú supiste ser madre y servidora
de todas las religiosas que, siguiendo tu ejemplo, vinieron a vivir tu ideal. Supiste
12. unir maravillosamente la fe y la bondad. Los más mínimos detalles de la vida de
cada día eran siempre expresión de tu amor a ellas. Queremos aprender de ti esta
gran lección para ir por la vida haciendo amable la virtud. Alcánzanos de tu Dios el
saber servir a los hermanos, la convivencia fraterna y delicada, y el saber
testimoniar amor en todas las necesidades. Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Día 9: SANTA PATRONA
Oración:
Virgen prudente y fiel, que brillas en el jardín franciscano Santa Clara de Asís. Te
admiramos por tu santidad y por tu poder de intercesión ante Dios. Ya en tu vida
mortal obtuviste constantes beneficios del cielo. Eso nos ha animado a venir ante ti
en esta novena y a presentarte nuestro culto. Te hemos traído nuestros problemas
y nuestras súplicas por las necesidades que tenemos más urgentes. Obtennos de
Jesús cuanto con fe te hemos pedido. Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor
Amén.
Aclamaciones:
-Loados seas, mi Señor por nuestra Hermana Clara que se abrazó por tu amor a la
pobreza santa. (Padrenuestro)
-Loado seas, mi Señor por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la
alabanza (Padrenuestro
-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por
doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro
Reflexión
Santa clara de Asís es una de las representantes más cualificadas de la Vida
contemplativa. Santa Teresa de Jesús nos dice que se le apareció con mucha
hermosura y que la tomó “gran devoción”. Tomás de Celano nos la describe así:
“Noble por su nacimiento, más noble todavía por los dones de la gracia, virgen de
pureza angelical… fervorosa en el servicio de Dios desde joven, dotada de rara
prudencia, de humildad sin límites…; era Clara una de esas almas grandes a la que no
puede loarse dignamente en los idiomas de esta tierra…” El Papa Alejandro IV nos
13. dejó esta descripción: “Era el ornato del valle de Espoleto, la princesa de los pobres,
la duquesa de los humildes, más gustosa de obedecer que de mandar, discreta y
prudente, amable y dulce. Sus pies rozaban el suelo, pero su corazón estaba en el
cielo y su frente resplandecía con todas las bellezas sobrenaturales que forman la
diadema de los elegidos…” Muere en el año 1253. Dos años más tarde el papa
Alejandro IV inscribe su nombre en el catálogo de los santos. Por su mediación.
Dios ha querido realizar muchos milagros. Imitemos y acudamos a ella.
Oración Final
Gloriosa Santa Clara, patrona y modelo. Te hemos seguido durante estos nueve
días, admirando tu vida y contemplando tus virtudes y tu intercesión poderosa.
Queremos imitarte. Dios te llamó, te entregaste en plenitud e hiciste de tu vida un
cántico de fidelidad y de amor. Pedimos tu intercesión. Alcánzanos de Jesús el
perdón de nuestros pecados, la perseverancia en la gracia y el bien particular que
te hemos pedido en esta Novena si es del agrado de Dios. Lo suplicamos por
Jesucristo, nuestro Señor Amén.