1. Biografía
Hijo natural de Pedro Palma Castañeda y Guillerma Carrillo, aunque algunos creen que el nombre de esta señora que figura en l a partida de bautismo es el de la
abuela materna y que su madre fue Dominga Soriano,1 con quien se casaría cuatro años más tarde, el 6 de abril de 1837 (cuando ella tenía 20 años, es decir, que
habría dado a luz a los 16).2 3
Nacido en el seno de una familia humilde en Lima (aunque existe una teoría que pone su cuna en Apurímac),Nota 1 asistió a la escuela para párvulos de Pascual
Guerrero, a la de Antonio Orengo y a la de Clemente Noel. El matrimonio Palma Soriano "fracasó prontamente –según el historiador Oswaldo Holguín Callo– por las
diferencias raciales, generacionales y culturales", y el pequeño Ricardo, que tenía 9 años, permaneció naturalmente en la casa paterna.2 Terminada la secundaria,
siguió leyes en el Convictorio de San Carlos (aunque algunos cuestionan este dato como una superchería del autor y otros dicen que probablemente fuera alumno
externo)4
A los 15 años comenzó su carrera literaria, primero escribiendo poesía y dramas. Fue a esa edad que empezó a usar, junto con el primer nombre, su segundo,
Ricardo, que después ya utilizaría solo, sin el primero original de Manuel. También desde joven se mezcló en política, y en 1857 secundó la sublevación del
generalManuel Ignacio de Vivanco contra el presidente Ramón Castilla, por lo que fue separado del ejercicio de su cargo en el Cuerpo Político de la Armada del
Perú.
Se inició como masón a los 22 años en la logia chalaca del Callao Concordia Universal, el 4 de julio de 1855, siendo venerable maestro Damián Alzamora, orador
Antonio Álvarez del Villar y secretario José Antonio Barboza.5
En la Armada, a la que ingresó como oficial tercero en 1853, sirvió en la goleta Libertad, el bergantín Almirante Guisse, el transporte Rímac —donde el primero de
marzo de 1855 estuvo a punto de morir a consecuencia del naufragio de la nave— y el vapor Loa. 6 Tomó parte en el desembarco de Guayaquil en 1859, durante
la guerra con Ecuador.
En noviembre de 1860 participó en el fallido asalto a la casa presidencial que acometió un grupo de civiles y militares de tendendica liberal, liderados por José
Gálvez. El fracaso del golpe contra Castilla lo obligó a abandonar el Perú y el 20 de diciembre se embarcó con destino a Chile.
En Valparaíso, adonde arribó a fines de mes, frecuentó los salones literarios, fue miembro de la Sociedad de Amigos de la Ilustración y colaboró en la Revista del
Pacífico y en la Revista de Sud-América. Los casi tres años que pasó en esa ciudad —durante los cuales realizó frecuentes viajes a Santiago— fueron literariamente
«intensos y fructíferos». Allí conoció a José Victorino Lastarria, Guillermo Blest Gana y otros escritores, y en las revistas mencionadas publicó textos importantes:
poesías, siete tradiciones y lo que después derivaría en los Anales de la Inquisición de Lima que aparecerían en la capital peruana a su regreso y con el que puede
decirse que «comienza la plenitud literaria de Palma».7
Regresó al Perú en agosto de 1863, después de ser amnistiado, y en julio del año siguiente fue nombrado cónsul en el Pará, Brasil, cargo que aparentemente no
llegó a ejercer: obtuvo una licencia y viajó a Europa:El Havre, París, Londres. En 1865 retornó vía Estados Unidos —se quedó un tiempo Nueva York—, cuando Perú
está ya en pleno conflicto con España. Con el puerto del Callao bloqueado, Palma desembarca probablemente en Paita y es nombrado asistente de Gálvez, ministro
de Guerra y Marina. Ambos participan, desde la torre La Merced del Callao, en el combate contra la escuadra española el dos de mayo de 1866, en el que Galvéz
murió cuando una bomba, disparada desde la fragata española Almansa o desde la Blanca, cayó en unos depósitos de pólvora. Palma se salva milagrosamente:
había abandonado la torre minutos antes de la explosión.
El balneario de Chorrillos, 1843, óleo deMauricio Rugendas.
Tomó parte en la sublevación del coronel José Balta al año siguiente, y estuvo en prisión y desterrado brevemente en Guayaquil. Balta lo nombró su secretario
particular después de ser elegido presidente en 1868. Al poco tiempo fue elegido también senador por Loreto, cargo que ejerció hasta 1872. El asesinato de Balta,
ocurrido el 26 de julio 1872, marca el fin de la vida política de Palma, que pasa a dedicarse exclusivamente a la literatura. Tres años más tarde se retira a Miraflores y
en 1878, se muda con su familia al balneario de Chorrillos.
Durante la guerra con Chile participó en la defensa de Lima. Cuando las tropas de ocupación incendiaron en enero de 1881 su casa, ubicada en el balneario de
Miraflores, Palma perdió su biblioteca y algunos manuscritos, como el de la novela Los Marañones y sus memorias del gobierno de Balta. Perdida su casa, se
traslada a Lima donde alquila una en la calle Veracruz.
Dos años más tarde, el dueño del diario La Prensa de Buenos Aires le ofreció el cargo de redactor literario del periódico, pero el presidente Miguel Iglesias logró
convencerlo que aceptara la dirección de la Biblioteca Nacional, que se encontraba destruida como consecuencia de la guerra y que durante la ocupación había sido
saqueda por los chilenos. Al ocurrir esos hechos en marzo de 1881, Palma, que era a la sazón subdirector de la Biblioteca, había redactado una carta de protesta,
firmada por él y el director, Manuel de Odriozola. 8 Esto motivó que el entonces contralmirante Patricio Lynch y comandante en jefe del ejército de ocupación, dictara
prisión contra el escritor, que cumplió primero en el segundo piso de la misma Biblioteca ocupada y después en un buque en el Callao, donde pasó 12 días hasta que
2. recuperó la libertad gracias a gestiones de diplomáticos franceses y brasileños. Odriozola, contra el que también había orden de arresto, «logró asilarse en la
legación norteamericana».8
Su labor al frente de esta institución constituyó uno de sus grandes logros. Fue en aquella época que se ganó el apelativo de el bibliotecario mendigo, porque, ante el
magro presupuesto con el que contaba, decidió utilizar su prestigio y sus contactos para pedir a personalidades de diversos países que donaran libros. Gracias a su
amistad con el presidente de Chile Domingo Santa María (1881-1886), consiguió recuperar unos 10 000 de manos chilenas. El 28 de julio de 1884 inaugura la
biblioteca, que dirige hasta febrero de 1912, cuando renuncia por discrepancias con el gobierno de Augusto Leguía, que, en reemplazo, nombra a su
enemigo, Manuel González Prada. Verdad es que el escritor tendrá su desagravio: el nuevo gobierno del coronel Óscar R. Benavides lo nombrará director honorario
de la Biblioteca en 1914, González Prada será destituido y su puesto lo ocupará el candidato de Palma, Luis Ulloa. Esto, sin embargo, no durará mucho: en febrero
de 1916 González Prada recupera el cargo y el famoso escritor renuncia a su nombramiento honorario.
Palma, ya convertido en el patriarca de las letras peruanas, se había retirado en marzo de 1912 a Miraflores, donde viviría los últimos años de su vida.
Ricardo Palma con sus hijos
Fue miembro correspondiente de la Real Academia Española (1878) y de la Peruana de la Lengua —que presidió desde su fundación en 1887 hasta su renuncia en
1918, cuando pasa a ser director honorario—, y de otras prestigiosas instituciones.
Casado desde 1876 con Cristina Román Olivier, tuvieron 7 hijos (alguno fallecido prematuramente): Félix Vital, Angélica, una de las fundadoras del movimiento
feministaperuano, Ricardo, Peregrina Augusta, Cristina, Cristián y Renée Cristina. Antes tuvo un hijo natural con Clemencia (o Clement ina) Ramírez: Clemente
Palma, quien se convertiría en un destacado escritor.