1. RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL EMPRESARIO COLOMBIANO
CON LOS PACTOS DE PAZ CON LAS FARC
La participación de los empresarios en las negociaciones de paz que se iniciaron
en Colombia en el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, son vitales en la
contribución a la paz; ya que ellos quienes contribuyen al desarrollo económico y
social del país desde sus aportes empresariales y se ven gravemente afectados
por el conflicto armado al igual que los ciudadanos del común. A diario se pierden
vidas humanas, secuestran personas, desaparecen pueblos, atentan con la
infraestructura nacional etc. Afectando el desarrollo normal del país. Esto es un
problema de todos los colombianos; guerra por poder.
Un gran porcentaje de la sociedad ha pensado: Si no hay empleo no hay dinero, si
no hay dinero no se pueden sustentar las necesidades básicas (alimentación
vestuario y recreación), promoviendo así la delincuencia en las poblaciones
vulnerables optando por las armas y el monte. ¿Entonces no son responsables
nuestros empresarios por no ofrecer empleos dignos y estables? Los empresarios
colombianos son quienes deberían emplear los ciudadanos de este país en cierto
porcentaje, (dejando por fuera las multinacionales extranjeras), pero son ellos
quienes anteponen sus objetivos económicos e individuales sobre las necesidades
colectivas, aportando a la delincuencia callejera, a la desigualdad social.
“… la necesidad de integrar ética y vida, sin excluir a la empresa. Aunque difícil, tal
integración y transformación profunda no sólo es posible, sino es indispensable
para la propia supervivencia empresarial.”[1], Atendiendo la afirmación realizada
por CARLOS T. WAGNER, uno de los mejores aportes que pueden darse es
atender a las necesidades de responsabilidad social empresarial implantada
realmente en el país, teniendo en cuenta que esta frase no significa solamente
donaciones esporádicas, empleos fugaces etc. Por el contrario se habla de una
integración entre la mano de obra colombiana, técnicos y profesionales y los
empresario de renombre y aquellos que inician el proceso; a veces parece un
anhelo inalcanzable lo que se dijo anteriormente, pero si queremos paz, un arma
realmente infalible se encuentra fuera de los campos de guerra, y más en la
ciudad donde todos desean oportunidades para salir adelante y no “caer en
tentación”.
Ahora que se ha optado nuevamente por dialogar con las guerrillas colombianas y
llegar a acuerdo pacíficos que conduzcan a un cese de actos delictivos masivos
en el país, la participación de todas las agremiaciones es importante, no solo
políticos y religiosos deben estar presentes, representantes de todo el país deben
aportar y velar por un dialogo transparente que avance hacia la construcción de la
paz.
2. La responsabilidad social es de todos, desde los más pequeños hasta los más
ancianos del país debemos contribuir a una sociedad más educada, solidaria,
emprendedora, justa y estable, así que no solo son los altos dirigentes quienes
deben promover el ejemplo, somos todos: niños, estudiantes, políticos,
empresarios; hombres y mujeres que nos vemos representado en una mesa de
negociaciones por unos elegidos que hablan por todos.
La responsabilidad social de los empresarios con respecto a los pactos de paz que
se firman en Colombia es mucha, debido a que las empresas como encargadas de
la producción y distribución de casi todos los bienes y servicios que satisfacen las
necesidades humanas son directamente responsables en la prevención de la
violencia y en la solución de los conflictos sociales; además tienen en sus manos
el poder para brindar trabajo a muchas personas que lo necesitan para subsistir.
El conflicto armado que hay hoy en Colombia es debido principalmente a la falta
de oportunidades que existen en nuestro país. Es difícil ver como personas tratan
de buscar un lugar en donde trabajar pero por el simple hecho de no contar con un
estudio básico en la actualidad, es casi imposible conseguir un empleo digno que
brinde los servicios para tener una buena calidad de vida; es por esto que las
personas y en especial los jóvenes empiezan a delinquir en las calles, buscando
una mejor calidad de vida. Quizás se empieza por querer salir de la pobreza y por
buscar un capital, pero al entrar en este mundo de armas, droga, prostitución, etc.,
en el que se consiguen las cosas tan fácilmente es casi imposible salir, la única
manera que existe es la vinculación de personas afectadas por el conflicto armado
a través de una reinserción laboral, en la que se cuente con un pago justo y con
las prestaciones sociales, para así poder sanar las secuelas que deja la
participación en grupos guerrilleros.
Tal vez lo que estos jóvenes piensan es también en las injusticias que Colombia
como país vive, distintos rangos sociales que nosotros como parte de una
sociedad hemos venido imponiendo, rechazando así de una manera indirecta a las
personas que cuentan con menos recursos o que son distintas a nosotros. Es allí
donde entran a jugar un papel importante las empresas o empresarios para
cumplir con una responsabilidad social, si cada una de ellas se compromete con
nuestra sociedad brindando un trabajo a las personas sin importar su pasado, se
reducirían significativamente los delincuentes que hay en las calles y viviríamos en
una sociedad más humanitaria.
El liderazgo empresarial Colombiano debe ser cada vez más consiente del papel
que cumplen en la búsqueda de la resolución de nuestro conflicto armado y en la
consolidación de una paz duradera.
Actualmente en el proceso de paz que se está llevando a cabo entre el Gobierno
del presidente Santos y las FARC, es importante que los empresarios colombianos
cumplan un papel activo en la sociedad, rechazando la violencia como arma
política y condenado la violación de los derechos humanos, también que dentro
de la producción genera por las empresas, se den donaciones a las personas
3. afectadas por la presencia de las FARC, además se comprometen con las
personas de escasos recursos para brindar oportunidades de empleo para que por
el hecho de no tener un empleo o un trabajo no busquen opciones como la
drogadicción o el robo.
En conclusión el aporte de las grandes empresas colombianas a la paz, inicia
desde su actitud con el país y sus ciudadanos, es decir, con la responsabilidad
social que tienen, no solo sentarse a dialogar con militares y guerrilleros. Puede
ser un gran aporte desde sus conocimientos y experiencia en estos diálogos pero
que no olviden que las acciones que pueden cambiar el país están fuera de la
mesa de negociaciones.