1. EL FAROL DE LAS NIEVES
Se trata de un espanto legendario que aparece como un "farol" o
bomba luminosa que sale de la iglesia de las Nieves, a una altura de
unos diez metros, suspendido en el aire, con rumbo caprichoso, pero
en dirección de la plaza principal. Se detenía en algunas casas
cercanas a la catedral.
Este espanto tiene relación con la famosa "emparedada", una joven
que recibió el castigo de su padre por buscar un matrimonio a
disgusto y a escondidas. Conocedor el padre de este problema, salió
con un farol en busca de su hija por la calle que va a la catedral, y al
no poder convencerla, determinó emparedarla en una alacena que
existía en una de las piezas de la habitación. Con el tiempo surgió el
farol de luz amarillenta que recorría la ciudad y sus contornos.
Tomada de: http://lmmmarcela.blogspot.com.co/2014/07/el-farol-
de-las-nieves-se-trata-de-un.html
2. EL PERRO DE SAN FRANCISCO
En el Parque de San Francisco, al frente del templo, allí existía la estatua de un
perro con cadenas, hecho en piedra. En horas avanzadas de la noche, las gentes
veían el perro de San Francisco arrastrando sus cadenas, con ladridos terribles y
ojos con fuertes luces.
Cuentan las tradiciones tunjanas que al perro de San Francisco con sus cadenas
infernales le gustaba entrar a las casas que quedaban con los portones abiertos;
y mucho más le gustaba entrar a las casas en donde se estaban realizando
velorios con rezos para los difuntos.
Por ello había tendencia a dejar cerradas todas las puertas y ventanas de las
casas.
En el Templo y Convento de San Francisco existía también la leyenda del Toque
de las Animas, según la cual salía un sacerdote misterioso con casulla roja y con
vaso sagrado para decir misa en la madrugada.
Durante muchos años los legos franciscanos no iban al toque de las ánimas por
miedo al espanto, hasta cuando uno de ellos se atrevió a ir al altar misterioso,
quien según los franciscanos era un alma en pena y solicitaba oraciones para su
salvación.
Tomado de: http://fernney1228gmailcom.blogspot.com.co/2011/03/el-perro-
de-san-francisco.html
3. EL MITO DE HUNZAHÚA Y EL NACIMIENTO DEL POZO DE DONATO
De acuerdo con las tradiciones muiscas. el primer Zaque de Tunja
fue HUNZAHÚA, quien se distinguió por su gobierno fuerte, el cual
fue temido por ros súbditos. Cuenta la tradición mitológica que
Hunzahúa se enamoró de su hermana, haciéndose caso omiso del
incesto, que era prohibido entre los Chibchas. Buscando algodón
para las telas y arcilla para la cerámica, los hermanos viajaron a
Chipatae en donde en arrebato de amor incestuoso se hicieron
esposos.
La cacica madre al tener conocimiento del grave pecado de los dos hermanos, quiso castigar a su hija
con la "sana" o sea el palo para revolver la chicha, pero la hija enamorada dio vueltas en torno a la
vasija con gran facilidad.
En un arranque de ira, la cacica madre lanzó la sana y rompió la múcura llena de chicha, la cual se fue
regando abundantemente para formar un gran pozo, el que es llamado actualmente en Tunja, "Pozo
de Hunzahúa".
Cuando Hunzahúa bajó de los Cojines del Zaque, después de su ceremonia matinal en homenaje al
Sol, encontró en su cercado la triste realidad de su pecado y en sus alrededores una muchedumbre
que protestaba contra los incestuosos hermanos.
Los hermanos enamorados decidieron dejar definitivamente a Tunja y no sabiendo por dónde mejor
guiarse, Hunzahúa arrojó una tiradera al aire que les señaló el camino hasta Susa. Allí la hermana
incestuosa tuvo un niño que se convirtió en piedra y fue dejado en una cueva. Siguiendo la guía de la
tiradera llegaron a las tierras de Bacatá y pasaron por debajo del Salto del Tequendama, en donde
cansados y desilusionados determinaron convertirse en dos piedras que hoy están en la mitad del
río.
Tomado de: http://fernney1228gmailcom.blogspot.com.co/2011/03/el-mito-de-hunzahua-y-el-
nacimiento-del.html
4. EL ESPANTO DE LA FUENTE
Se trata de los quejidos y cantos de lavanderas que los tunjanos escuchaban en la Fuente Grande, en donde
se recogía el agua para la ciudad. Durante varios siglos La Fuente Grande abasteció agua para Tunja (aún
abastece a los barrios del Norte de la ciudad).
Las lavanderas bajaban a la Fuente Grande a lavar las ropas para sus clientes y en general para las familias
tunjanas. Los chismes y los murmullos sobre los tunjanos salían de la Fuente Grande; por ello, con el
tiempo en los alrededores de la Fuente se escuchan Murmullos, quejidos y cantos de multitud.
Cuentan las tradiciones que los indios Chibchas, cuando tenían graves problemas con los encomenderos
españoles, secaban las fuentes de agua.
En el año 1641 se secó la Fuente Grande; las gentes acusaron al mohán.
Camocha, brujo de los indios de Tunja, quien estaba indignado porque los españoles habían desnarigado a
los indios ladrones.
Ante la sequedad de Tunja por falta de agua, el indio Camocha ofreció el secreto del agua de la Fuente
Grande, y siendo aceptada su intervención, el brujo en un tiempo de 15 días, hizo salir de nuevo el agua
para los habitantes de Tunja.
Las autoridades españolas ajusticiaron a Camocha llevándolo a la horca, con este cartel colocado en el
pecho del cadáver: "Las justicias de su Majestad Católica en el Nuevo Reino de Granada, no pueden
permitir que en lo sucesivo alguien pueda privar impunemente de los beneficios de sus aguas a los
habitantes de esta ciudad de Tunja".
Y cuentan que el espanto del brujo Camocha también se aparece en los alrededores de la Fuente Grande o
Fuente de Aguayo.
En algunas casas coloniales de Tunja existen las consejas sobre las apariciones de monjes o frailes. Sienten y
en algunos casos dicen que ven frailes corriendo en las piezas y corredores; se detienen en determinados
sitios y dan golpes, con gran terror para quienes los escuchan.
En algunas residencias coloniales, los tunjanos veían frailes asomados a las ventanas; en otras, insistiendo
para que los sacaran de penas o descubrieran tesoros ocultos.
Tomado de: http://www.mitunja.net/articulo.php?a=611
5. EL JUDÍO ERRANTE EN TUNJA
Según las tradiciones tunjanas, el Judío Errante Ahseverus hizo una visita a Tunja en los finales del siglo XVI. Este judío,
carpintero de los tiempos de Jesús, gritó al nazareno en el camino del calvario: "anda", cuando éste quiso sentarse en
una piedra.
El Maestro le dijo: "Anda tú, anda hasta que yo vuelva, hasta el fin de los tiempos". Y desde entonces, el judío errante
anda por todo el mundo hasta la consumación de los siglos.
Cuenta la leyenda que el Judío errante viaja por todas las regiones de la tierra, desde la muerte de Jesucristo. No tiene
necesidad de comer, ni de beber, ni tiene enfermedades, ni puede morir. Camina sin parar, pues cuando se detiene,
parece que carbones encendidos le queman todo el cuerpo y por ello está en constante movimiento por todo el mundo.
Según la tradición tunjana, el Judío errante llegó a la ciudad colonial a mediados del siglo XVI, cuando tuvo su encuentro
y diálogo con la escultura del judío de la iglesia de Santo Domingo, que sale en las procesiones de Semana Santa. Esta
escultura fue esculpida en Tunja en el siglo XVI y a su alrededor existen numerosas leyendas: sus salidas a hurtadillas
para recorrer las celdas de los dominicos, clavando con su mirada tenebrosa e infernal a quienes encontraba en su
camino; sus salidas a diversos lugares de Tunja en noches oscuras y con luces misteriosas; y su estilo escabroso en las
procesiones con el Jesús Nazareno.
El judío errante llego a la celda del Padre Luis en Tunja cuando en una Semana Santa todos los religiosos estaban en los
oficios sagrados de la Iglesia. Este religioso estaba solo en el claustro cuando vio un cierto viajero vestido de manera
extraña, quien caminaba como un autómata y muy cansado. Cuando el viajero se acercó al Padre, le dijo: ¿Tenéis la
estatua de uno de los judíos que tomaron parte del martirio de Jesús, martirio en que tú no crees? El Padre Luis,
abismado, encontró que el viajero tenía un vestido igual a la estatua del judío de Santo Domingo de Tunja, con un largo
cayado y un sombrero de anchas alas.
El Padre Luis vio que el viajero se dirigió al judío de Santo Domingo, como un viejo amigo y l
e habló de su tierra. Y en el diálogo entre estatua y viajero, el Padre Luis escucho: "¿Me conoces?
" iAhseverusl, exclamó
la estatua. "El mismo soy" dijo el viajero errante. Desde los días en que Jerusalén presenció
los suplicios de Jesús, no he cesado de andar y aún no estoy perdonado; mas espero.
Después de un padecer como el mío, ¿qué otra cosa es posible sino la esperanza?
La desesperación es solo propia de los transitorios dolores humanos". En dicho día se
presentó una aguacero que oscureció el cielo de Tunja.
Tomado de: http://fernney1228gmailcom.blogspot.com.co/2011/03/el-judio-errante-en-tunja.html
6. EL MONJE SIN CABEZA
En la altiplanicie cundiboyacense y más específicamente en la ciudad de Tunja aparece el
espanto del Monje sin cabeza o cura descabezado. Es una leyenda que viene desde la época
colonial que aparece en las horas de la madrugada o en las noches curas y tenebrosas.
El Monje aparece casi siempre sin cabeza o con una calavera oculta entre su gran capuchón. En
Tunja es tradicional el llamado “Espanto del Panóptico” que sale el dos de noviembre, a de los
difuntos y los viernes santos. El Monje de Tunja iba cinto al lado; al verlo, encontraban una
calavera bajo la capucha. El Monje salía de la antigua sacristía y recorría el corredor del
Panóptico, hoy Claustro de San Agustín de Tunja; ;i alguien se interponía al monje, éste se
abalanzaba sobre el atrevido y lo arrojaba con violencia al patio.
Numerosos relatos existen sobre el Monje en Colombia, especialmente en las ciudades de
espíritu colonial y de ambiente religioso. En Tunja las gentes recordaban que en varias casas
coloniales aparecían los Monjes sin cabeza; algunos se asomaban a las ventanas y los
escuchaban con pasos infernales en los zaguanes y en los patios.
En las noches de esta fría ciudad la Leyenda del Monje descabezado, un Monje condenado a
salir los viernes en horas avanzadas de la noche, desde la iglesia de su convento donde estaba
encerrado, hasta el cementerio para orar en las tumbas de los difuntos que en vida le pagaron
misas y no les cumplió, para alcanzar su perdón. En ciertas noches, el cura salía a rondar la
ciudad y a espantar a los parranderos.
Tomada de: http://fernney1228gmailcom.blogspot.com.co/2011/03/el-monje-sin-
cabeza.html