PARÁBOLA DEL BUEN PASTOR-CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
10 preguntas sobre la naturaleza del sionismo
1.
2. Un material de Hatzad Hasheni- La Cara de la Verdad-
Un proyecto de CLAM (Confederación Latinoamericana Macabi)
Material escrito por Hatzad Hasheni -Gabriel Ben-Tasgal
Editado por Eva Bes
Puclicado en agosyo de 2013
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3. ¿Qué es el sionismo?1
El sionismo es el movimiento de liberación nacio-
nal del pueblo judío. Al igual que otros pueblos so-
bre la faz de la tierra, el judío afirma así también,
su derecho a expresarse nacionalmente en su
tierra histórica (Principio de Autodeterminación
de los pueblos). El sionismo es un mo-vimiento
político internacional que propugnó el restableci-
miento de una patria para el pueblo judío en la
Tierra de Israel. Aunque sus orígenes son ante-
riores y se sustentan en su pertenencia histórica
a la Tierra de Israel, el movimiento político laico
actual fue establecido oficialmente por el perio-
dista Teodoro Herzl a fines del siglo XIX. El mo-
vimiento tiene como objetivo la creación de un
hogar nacional para el Pueblo judío y fomentar
la migración judía al mismo. Israel fue fundado y
reconocido internacionalmente en 1948, siendo
actualmente el único estado judío del mundo. El
término sionismo deriva de la palabra Sión (uno
de los nombres bíblicos de Jerusalén). Este nom-
bre se refiere inicialmente al Monte Sión aunque
durante el reinado de David, el término se con-
virtió en una sinécdoque para referirse a toda la
ciudad de Jerusalén y a Israel. El término “Sio-
nismo” fue acuñado como término por el editor
judío-austriaco Nathan Birnbaum en 1890.
obviando intencionadamente que el movimiento
sionista nunca fue anti-árabe, tampoco el sio-
nismo fue una ramificación del colonialismo y que
fueron justamente los sionistas los que estaban
dispuestos a aceptar un territorio infértil y del ta-
maño de Luxemburgo para transformarle en un
ejemplo de superación. El antisionista considera
a Israel, consciente o inconscientemente, como
“el judío” entre los países. El odio hacia los judíos
es camuflado en un descomunal odio hacia Is-
rael. Israel es “al que más se exige y denuesta” y
es único al que se le reclama justificar su existen-
cia. Pueblos que han sido creados artificialmente
por imperios, pueblos recientes con un historial
de cien o doscientos años piden justificar su de-
recho a la autodeterminación a un pueblo (como
el judío) con más de 3.000 años de historia de-
mostrados. El antisionista critica a Israel mien-
tras que suele omitir las flagrantes violaciones de
derechos humanos en el resto del mundo, sobre
todo entre los enemigos de Israel, en sociedades
que viven bajo opresión, misoginia y corrupción.
Pueblos que han sido creados
artificialmente por imperios,
pueblos recientes con un
historial de cien o doscientos
años “piden” justificar su
derecho a la
autodeterminación de un
pueblo de más de 3.000 años
de historia demostrados.
¿Cómo se desea
presentar maliciosamente
al sionismo?
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No hay movimiento nacional más demonizado
que el sionismo. El derecho judío a poseer un
pequeño estado propio ha despertado una sos-
tenida hostilidad. Se presenta al sionismo como
un movimiento “usurpador, imperial y violento”,
3
4. Pero… ¿los judíos
son un pueblo o no?
3
El judaísmo es una identidad cultural que entre-
mezcla una identidad étnica, religiosa y nacio-
nal, con una memoria e historia común relatada
ampliamente en textos bíblicos y en su milena-
ria producción filosófica e histórica. Hasta el si-
glo XVIII, el judaísmo fue reconocido como lo que
es, un pueblo. Sin embargo, el ofrecimiento para
integrar socialmente a los judíos, en un estado
de igualdad, dentro de las sociedades europeas
motivó que muchos judíos pasasen a identificar-
se como alemanes o colombianos pero de fe mo-
saica. Es decir, parte de los judíos separaron su
identidad nacional con otra religiosa. En la actua-
lidad, la inmensa mayoría de los 14 millones de
judíos del mundo afirman pertenecer al pueblo
judío y, si no viven en Israel, afirman identificarse
claramente con el pasado, presente y futuro del
pueblo judío en Israel. Al igual que un hijo de un
español o un italiano venezolano se identifican y
aportan lo suyo para desarrollar con ímpetu “Ve-
nezuela”, añoran y apoyan a su patria histórica,
ya sea España o Italia. Lo mismo ocurre con el
pueblo judío y su relación hacia el Estado de Is-
rael. El aporte de los judíos al desarrollo de todos
los países en donde habitan es indudable.
Aceptar y comprender que un
venezolano de origen español,
italiano, chino o griego se identifi-
que con dos pueblos pero, a la vez,
cuestionar y rechazar que los judíos
“sientan” lo mismo por Israel es una
actitud inmoral y propia de
portavoces defensores de
argumentos judeofobos.
4
¿Quién rechaza que
el judaísmo sea un pueblo?
4
El judaísmo, de la forma que es vista por los mu-
sulmanes, es una religión comunitaria y no una
base étnica o nacional. Según el islam, no hay
una etnia nacional judía de la misma forma que
no hay una musulmana o cristiana. Para el Islam,
esta es la mayor mentira del sionismo. El sionis-
mo creó una especie de pueblo judío falso1
. Se-
gún el Islam, la religión judía ha sido anulada en
este mundo al nacer el cristianismo, y el cristia-
nismo también ha sido anulado al nacer el Islam.
Es decir, el judaísmo no es un pueblo y su religión
es falsa y ha sido anulada. Esta es la postura del
islam tradicional y en la actualidad es un argu-
mento defendido y promulgado por países y gru-
pos que promulgan el islam radical, ya sea Irán o
los islamistas Hamás o Hezbollah. No deja de ser
surrealista y ridículo que los mismos que se alzan
como defensores de un pueblo reciente como lo
es “el pueblo palestino” censuran y desconocen a
un pueblo cuya historia y presencia es milenaria.
¿El hecho que el pueblo
judío sea anterior al
palestino anula los dere-
chos de estos últimos?
5
De ninguna manera. El 76% de los israelíes (dia-
rio Haaretz) aceptan o apoyan la creación de un
estado palestino que conviva en paz junto al es-
tado judío. El gobierno israelí actual exige el fin
del terrorismo (especialmente el constante lan-
zamiento de misiles y cohetes desde la Franja de
Gaza) y el reconocimiento de Israel como el esta-
do nacional del pueblo judío. El reconocimiento
1
Profesor Mejanem Keidar; “No quieren, no pueden”. Dr Keidar es un investigador del centro Beguin de la Universidad de Bar Ylan.
http://www.cciu.org.uy/news_detail.php?title=No-quieren,-no-pueden&id=422
5. para deslegitimar a Israel (ya sean medios árabes
como Al Jezzira o páginas antisemitas como Apo-
rrea). 4) La demonización del estado judío y del
movimiento sionista que lo formó para aumentar
la predisposición de pueblos y gobernantes a apo-
yar la destrucción del estado de Israel.
La deshumanización y demonización del sionis-
mo es normal entre los que no reconocen el dere-
cho de Israel a existir.
de Israel como “estado judío” debe ser considera-
do con una aceptación y un asunción que el con-
flicto ha finalizado y no existen futuras exigencias.
Los infructuosos y surrealistas intentos por rees-
cribir la historia afirmando que los palestinos son
descendientes de los filisteos (que eran helenos
llegados de Creta) y cananeos (que se asimilaron
al judaísmo) o que los actuales judíos son Kuza-
res convertidos al judaísmo en Europa no son
sino una clara táctica para destruir las bases his-
tóricas del derecho judío a la tierra de Israel entre
esos mismos portavoces que promueven la des-
trucción de Israel. El pueblo judío, conformado
hace más de 3.000 años, reconoce los derechos
legítimos de un pueblo moderno conformado por
árabes llegados en su mayoría desde el interior
del imperio Otomano para finales del siglo XIX. No
hace falta falsear la historia.
6 ¿Cuál es la intención de
demonizar al sionismo?
Los que rechazan la existencia legítima del Estado
de Israel basan su estrategia destructiva en cua-
tro tácticas: 1) Destrucción física del estado de Is-
rael. Las derrotas militares sufridas por los países
árabes en las guerras iniciadas por ellos (del 48’
al 73’) los llevaron a asumir que la única forma de
dañar físicamente a Israel es apoyando a grupos
terroristas (Siria y Arabia Saudita) mientras que
otros optaron por firmar un acuerdo de paz con
Israel (Jordania o Egipto). 2) La vía legal: Explo-
tar los fórums internacionales para deslegitimar
a Israel pretendiendo así anular la Declaración
181 de la ONU (Partición de Palestina 1947). Así,
la Asamblea General de la ONU ha destinado un
número ilógico y desproporcionado de críticas a
Israel (un proceso comenzado en 1975). 3) La uti-
lización de los medios de comunicación masivos
7¿ De qué forma se
manifiesta ésta demoniza-
ción del sionismo?
La demonización del sionismo se utiliza para
justificar la destrucción de Israel y el uso del te-
rrorismo. El líder del Hamás declaró (diciembre
20122
) que “Palestina es nuestra y no de otros.
Antes o después, la tierra de Palestina será nues-
tra y nunca será de los sionistas. No odiamos a
los judíos pero si a los sionistas”. Este tipo de
manifestaciones inmorales también se escuchan
entre portavoces de países latinos. Un ejemplo
es el de Susana Khalil (fundadora de Canaan -
Asociación de Socorro al Pueblo Palestino) quien
acusaba falsamente al sionismo de construir
un Estado segregacionista que desea ocultar el
exterminio del pueblo semita palestino. En una
crónica publicada en El Universal de Venezuela3
,
manifestaba nuevamente su formación antise-
mita al afirmar que “El sionismo consiste en la
fabricación de un Estado segregacionista, exclu-
sivamente para el que profesa la religión judía”
(20% de la población israelí es árabe… además,
hay 26 países musulmanes oficiales, 18 cristia-
nos y solamente 1 judío), “Sin el Holocausto Nazi
los judíos no hubiesen huido a Palestina. Gracias
al Holocausto se materializa el Estado Colonial de
Israel” (siempre vivieron judíos en Israel y desde
5
2
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Diplomacia/48577/
3
http://opinion.eluniversal.com/2010/07/24/opi_art_exterminio-del-puebl_1980096.shtml
6. 1881 a 1939 llegaron a Israel 600.000 judíos).
Para los defensores de posturas
antisemitas el hecho que 26 países
sean oficialmente musulmanes y 18
de ellos sean oficialmente cristia-
nos carece de importancia. Pero si
un estado se declara hogar nacional
del pueblo judío entonces se apre-
surarán a afirmar que se trata de un
estado racista y segregacionista.
6
8 ¿Por qué razón la izquierda
suele asociarse a ésta de-
monización?
Desde la rebelión en Berkeley de 1964 y hasta
después del mayo francés de 1968 la Nueva Iz-
quierda ha manifestado virulentamente su anti-
sionismo, considerando a los árabes y a las dicta-
duras que los militares árabes habían impuesto
como “el Tercer Mundo oprimido por Israel”, y
a éste país como el “representante de la tecno-
logía occidental y un lacayo del imperialismo”.
Sin embargo, los mentores de éste movimiento
rechazaron dicha postura. Más aún, Jean Paul
Sartre fue contundente y a la vez cínico “Israel
es imperialista con sus kibutzim, y los árabes
son socialistas con sus Estados feudales”. Tras
la caída del bloque soviético se ha creado una
alianza contra natura en donde fuerzas posmo-
dernistas de izquierda se han asociado con ideo-
logías pre modernistas identificadas en el Islam
radical. Ambas filosofías rechazan el orden liberal
o neoliberal mientras que el islamismo condena
de plano la oferta cultural y moral judeocristiana
y occidental. Mientras que buena parte de la iz-
quierda percibe erróneamente a Israel como una
manifestación del colonialismo y por ende adopta
posturas “antisionistas”, el radicalismo islámico y
árabe rechaza de plano la existencia de Israel y,
por ende, se han convertido en los más fuertes
impulsores del antisemitismo llamado “antisio-
nismo”.
9¿El sionismo es un brazo
del colonialismo?
Justamente lo contrario. Los judíos del siglo XIX
llegaron a la conclusión que las naciones oc-
cidentales e imperiales nos los iban a aceptar
nunca como iguales debido a su antisemitismo
y, a la vez, se fue gestando su propia “conciencia
nacional” (al igual que sucedió en toda Europa).
Los judíos escapaban del antisemitismo europeo
y no llegaron a Israel movidos por objetivos co-
merciales o militares como lo hicieron las poten-
cias colonialistas. Los primeros sionistas llegados
desde 1882 llegaron buscando la convivencia,
para redimir una tierra abandonada la cual com-
praron pagando ingentes sumas de dinero. Más
aún, desde 1882 emigraron desde Rusia un mi-
llón de judíos pero sólo unos 10.000 llegaron a
Israel en busca de un refugio donde vivir en paz,
sin discriminación y sin sufrir persecuciones. Jun-
to a los sionistas llegaron millares de árabes que
se beneficiaron del progreso propuesto por estos
emprendedores (la población árabe “saltó” de
¡250.000 en 1882 a 1.300.000 en 1947!, pro-
ducto de la inmigración interna). Los judíos no pi-
dieron regresar a Liberia o a Australia, quisieron
regresar a la misma tierra en donde se formó su
identidad nacional, desde donde fueron expulsa-
dos por los romanos, donde siempre añoraron re-
tornar y donde siempre continuaron viviendo.
7. 7
¿El antisionismo
es antisemitismo?
Aunque en teoría esto es posible, no lo es en la
práctica. El antisionismo descalifica los senti-
mientos y aspiraciones nacionales de los judíos
(y sólo de los judíos) y considera a Israel (y sólo a
Israel) un estado ilegítimo. El antisionista afirma
no odiar a los judíos pero si a los sionistas pero
no puede justificar el hecho que odia a la sublime
mayoría del pueblo judío que se declara sionista,
es decir, no odia a todos los judíos como un anti-
semita clásico pero “si” a casi todos. Para el anti-
sionista 192 estados en el mundo tienen derecho
a existir pero solamente 1 debe justificar su razón
de ser y ¿qué casualidad? ese estado es el esta-
do del pueblo judío. Toda persona tiene derecho
a criticar las políticas de Israel. Resulta llamati-
vo cuando esa misma persona no demuestra su
“obsesión” para manifestarse contra masacres
como las que ocurren en la actualidad en Siria.
Se hace más evidente su antisemitismo cuando
la crítica se formula desde términos cargados de
saña: “país nazi, cáncer del mundo”. Tras el Holo-
causto es políticamente incorrecto posicionarse y
asumirse como antisemita y por eso muchos an-
tisemitas modernos prefieren adoptar una faceta
“políticamente correcta” autocalificándose como
“antisionistas”.
El antisionismo descalifica los sen-
timientos y aspiraciones nacionales
de los judíos (y sólo de los judíos) y
considera a Israel (y sólo a Israel)
un estado ilegítimo.
Esto… es claro antisemitismo.
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