El teatro griego se originó a partir de las procesiones dionisíacas, donde se cantaban himnos en honor a Dionisio. Tespis fue el primer dramaturgo al encarnar a un héroe en estas representaciones. Con el tiempo, se empezaron a usar plataformas y gradas de madera para las actuaciones, donde se desarrollaron los géneros trágicos y cómicos. Obras como Edipo Rey de Sófocles ejemplifican la estructura y unidades de tiempo y espacio del teatro griego clásico.