1. Niño abortado clama a su madre en poesía
"Te habla tu niño"
Desde el cielo en que el tierno Dios nos da su cariño ¡en favor de la vida!, mamá,
te habla tu niño.
Dios ya me conocía cuando llegué a tu vientre para que me quisieras y para yo
quererte,
te provocaste un aborto con impiedad que aterra, y no ví el sol, ni tus ojos, ni
conocí la tierra.
Soy la voz que pregunta de reproches cargada, por qué me destruíste si la vida es
sagrada?
¿no sabías que al tiempo que de ti me arrancabas mi derecho a la vida y a la luz
me negabas?
Para mí fue inhumano, sorprendente, el momento, en que me aniquilaron sin mi
consentimiento.
Desde el primer instante que el óvulo fecunda, es ya simiente fértil que la creación
circunda, es la frágil semilla que genera energía y yo, mamá, ser parte de la
creación quería, tú misma fuiste un punto, un hilito pequeño, cuando a su vez mi
abuela te concibió en su seno, ser embrión la criatura no justifa el crimen que en
favor del aborto los herodes esgrimen; ¡esto ya es alarmante, esto hay que
detenerlo!
Toda madre soltera debe a su hijo tenerlo.
Contra el género humano hoy se compran conciencias, para matar sin freno se
conceden licencias practicando el aborto se está llegando al fondo, porque hay
muchas ganancias, es negocio redondo.
2. Yo era vida incipiente que tu ser bendecía, indefenso, inocente, tu corazón ya oía
y de ti dependía sin saber que era un lastre, tú por mí decidiste... y no más me
mataste.
Por tus remordimientos dos verdades elevo: Jesús perdonó y dijo: "Ya no peques
de nuevo", también dijo: "¡Perdónalos!, si en mi sufrir se placen, estos hombres
no saben, Padre mío, lo que hacen."
Así fue tu pecado, pues tampoco sabías el alcance del crimen que ante Dios
cometías
.
¿Qué esperará a las madres que en abortar reinciden, sin el temor del juicio con
que al final se miden?
Ya no llores... escucha, a tu conciencia inmigro para que hables por todos los que
están en peligro, tú ya estás perdonada porque nadie te dijo ni te convenció firme
que tuvieras a tu hijo, diles ésto a esas madres que planean lo mismo, en su
intención deténlas porque van al abismo.
Maternal fue el ejemplo de la Virgen María cuando salvó a su hijo de la matanza
impía.
Cuéntales que has llorado y te has arrepentido implorando clemencia por el mal
cometido si no escuchan y siguen su labor de homicidas ora entonces por ellas
porque están advertidas y si salvas alguno de los ya sentenciados, en sus ojos los
míos mirarás reflejados y sentirás entonces el bien que hubieras hecho con el hijo
indeseado estrechado a tu pecho.
Desde el cielo en que el tierno Dios nos da su cariño ¡en favor de la vida!, mamá,
te habla tu niño.