El documento describe un modelo de intervención para jóvenes infractores que busca su reinsertación social a través de 4 componentes: responsabilización, reparación, habilitación e integración social. El modelo se centra en las características personales y familiares de cada joven, así como en los factores asociados a su delito. Se ofrecen diversas actividades complementarias en áreas deportivas, educativas, laborales y culturales de acuerdo a los intereses de cada joven.