El Señor le mostró al hombre el infierno y el cielo. En el infierno, la gente estaba sufriendo porque tenían cucharas muy largas que no podían usar para comer. En el cielo, aunque la situación era la misma, la gente estaba feliz porque se alimentaban mutuamente con sus cucharas. La diferencia entre el infierno y el cielo es que en el cielo la gente piensa en los demás antes que en sí mismos.