2. ¿Qué es el cielo?
Muchos han creído que
cuando las personas mueren
van a algún otro lugar, ya sea
el cielo, el infierno o el
purgatorio. Incluso, muchos
han
cometido
suicidio
creyendo que Dios los está
esperando en la gloria. En este
tema, vamos a ver lo que la
Biblia en realidad dice en
cuanto al destino de los
muertos.
3. Primeramente, en cuanto a ir al cielo en ocasión de la muerte, la Biblia dice que los
vivos no iremos primero que los que han muerto ni viceversa. Esto nos da a entender
que los que mueren no van a ir primero que nosotros que estamos vivos:
1 Tesalonicenses 4:15: Por lo cual, os decimos esto en palabra del Señor: que
nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos
delanteros á los que durmieron.
4. Si usted notó la ultima parte del versículo anterior, dice “los que
durmieron”. Es decir, la Biblia compara la muerte con el acto de dormir.
Esto se debe a que en ocasión de la muerte la persona no viaja a ningún
lado
sino
que
duerme.
La Biblia dice que los muertos no pueden alabar a Dios. Muchos cristianos
dicen lo contrario; dicen que el hermanó de la iglesia que acabó de morir
está alabando al Señor. Amigo esto es una gran mentira:
Salmos 115:17: No alabarán los muertos á JAH, Ni cuantos descienden al
silencio;
5. Uno de los requisitos para poder entrar al cielo o al infierno es que hay que estar
vivo. Si la persona no está viva, no puede estar en ninguno de los dos lugares puesto
que la persona no existe. La muerte es el equivalente a no existir; es el mismo estado
antes
de
la
creación,
simplemente
no
existíamos.
Otro detalle, es que Dios no es un Dios de muertos.
6. Infierno
Algunas teologías del infierno ofrecen
detalles gráficos y siniestros (por ejemplo,
el naraka del budismo, uno de los seis
reinos de sumara). Las religiones con una
historia divina lineal a menudo conciben
el infierno como infinito (por ejemplo, las
creencias del cristianismo), en cambio las
religiones con una historia cíclica suelen
mostrar el infierno como un período
intermediario entre la reencarnación
7. El castigo en el infierno habitualmente
corresponde a los pecados cometidos en
vida. A veces se hacen distinciones
específicas, con almas condenadas sufriendo
por cada mal cometido (ver como ejemplo el
Mito de Er de Platón o el poema de La Divina
Comedia de Dante Alighieri), mientras que
otras veces el castigo es general, con
pecadores siendo relegados a una o más
cámaras del infierno o niveles de sufrimiento
(por ejemplo, según Agustín de Hipona los
niños no bautizados, aunque privados del
Cielo, sufrían menos en el infierno que los
adultos no bautizados).
8. En el islam y el cristianismo, de todas maneras, la fe y el arrepentimiento tienen
mayor importancia que las acciones en determinar el destino del alma después
de la muerte.
9. El infierno es usualmente imaginado como poblado por demonios, quienes atormentan
a los condenados. Muchos son gobernados por un rey de la muerte:
•Nergal (dios sumerio-babilonio, señor de los muertos)
•Iama (dios benigno en el hinduismo)
•Satanás (entidad que representa la encarnación suprema del Mal).
10. Otras concepciones del infierno suelen definirlo abstracta mente, como
un estado de pérdida más que una tortura en un lago de fuego
literalmente bajo la tierra. También hay quien entiende que los muertos no
están conscientes y el infierno no puede ser un lugar abrasador de
tormento donde las personas malvadas sufran después de la muerte.