6. Era un príncipe muy apuesto, de cabellos rubios y brillantes como los rayitos del sol.
7. Sus ojitos color miel eran la mirada más tierna del reino. Su padre quería obligarlo a casarse con una princesa goldeana pero él no
quería, porque esa princesa era muy caprichosa y pretenciosa.
11. ¡Y ni hablar de su pelo! sus rulos blancos y grises parecían un repeleque. Su padre, el rey pastoriano quería que se casara con un
príncipe muy refinado y egoísta.
14. Cada invitado tenía su lugar y como por obra de magia perruna… ¡guau! ¡Brisa y Keeper tenían que comer del mismo plato! Los
dos empezaron a pelearse por su comida preferida, las pastas.
15. Como Keeper era muy caballero, dejo que ella comiera la mayor porción. Pero en un momento de distracción, los dos agarraron el
mismo fideo y sin querer queriendo se dieron el beso maaaas largo y con maaaas salsa del mundo.
16. Entre ladridos tiernos y pastas empezó una perruna historia de amor entre ellos, donde no importaban razas, pelajes ni pulgas.
17. Me voy con unos perritos,
me voy con los otros,
si este cuento te gusto,
mañana te cuento otro…