Las estrellas son esferas de plasma que mantienen su forma gracias a un equilibrio entre la fuerza de gravedad hacia el centro y la presión hacia afuera debido a la alta temperatura en su interior, aunque este equilibrio cambia a lo largo del tiempo generando la evolución de la estrella.
2. Una estrella es todo objeto astronómico que brilla con luz
propia; mientras que en términos más técnicos y precisos
podría decirse que se trata de una esfera de plasma que
mantiene su forma gracias a un equilibrio hidrostático de
fuerzas. El equilibrio se produce esencialmente entre la
fuerza de gravedad que empuja la materia hacia el centro de
la estrella, y la presión que ejerce el plasma hacia
fuera, que, tal como sucede en un gas tiende a expandirlo. La
presión hacia fuera depende de la temperatura, que en un
caso típico como el del Sol se mantiene con la energía
producida en el interior de la estrella.
3.
4. Este equilibrio seguirá esencialmente igual en la
medida de que la estrella mantenga el mismo ritmo
de producción energética. Sin embargo, como se
explica más adelante, este ritmo cambia a lo largo
del tiempo, generando variaciones en las
propiedades físicas globales del astro que
constituyen la evolución de la estrella.
5. Aunque la mayor parte del espacio que podemos
observar está vacío, es inevitable que nos fijemos
en esos puntitos que brillan. No es que el espacio
vacío carezca de interés. Simplemente, las
estrellas llaman la atención.