Las estrellas emiten radiación electromagnética, neutrinos y viento estelar hacia el espacio, lo que nos permite observarlas como puntos luminosos en el cielo nocturno. Se forman en regiones densas de nubes moleculares debido a inestabilidades gravitatorias causadas por supernovas o colisiones galácticas, y mantienen su forma a través de un equilibrio entre la gravedad y la presión del plasma.