Un grupo de psicólogos se reunió con la comunidad local para crear conciencia sobre la importancia de proteger un sendero ecológico que ya no es visitado debido a la delincuencia, a través de charlas y pancartas que piden la paz. Los niños quieren volver a disfrutar de este lugar y le piden a los delincuentes que dejen de actuar para que reine la paz en el sendero.