El Gobernador de Puerto Rico concedió el Jueves Santo como día libre para los empleados públicos, a ser cargado a sus vacaciones acumuladas. Las agencias que ofrecen servicios extendidos permanecerán cerradas al público el sábado, también cargado a vacaciones. Los empleados requeridos a trabajar recibirán pago regular. Los municipios podrán adoptar disposiciones similares.