4. Ria Slides
Señor toma mi vida nueva
antes de que la espera
desgaste años en mi
estoy dispuesta a lo que
quieras no importa lo que
sea tu llámame a servir.
LLÉVAME DONDE LOS
HOMBRES NECESITEN
TUS PALABRAS
NECESITEN MIS GANAS DE
VIVIR, DONDE FALTE LA
ESPERANZA
DONDE FALTE LA ALEGRÍA
SIMPLEMENTE POR NO
SABER DE TI
Te doy mi corazón sincero
para gritar sin miedo
lo hermoso que es tu amor.
Señor tengo alma misionera
condúceme a la tierra
que tenga sed de Tí
LLÉVAME...
y así en marcha iré cantando
por pueblo predicando
tu grandeza Señor
tendré mis brazos
sin cansancio tu historia
entre mis labios tu fuerza en
la oración.
6. Ria Slides
LLAMAMIENTO A LAS MISIONES
Hacía ya mucho tiempo que la Madre Bernarda sentía un profundo deseo
de ir a un lugar en donde, libre de los cuidados de esta vida, lejos del
mundo y solitaria pudiera entregarse a una vida de suma pobreza.
El convento de capuchinos de Nueva York era el lugar escogido por la
Providencia Divina para acercar a la Madre Bernarda a la meta deseada.
Allí se encontró el Obispo Schumacher de Portoviejo (Ecuador), al
regresó de su viaje a Europa con el Padre Buenaventura Frei. El afligido
obispo le comentó la situación de su diócesis, los pocos sacerdotes con
quienes contaba y el deseo de conseguir religiosas.
7. Ria Slides
El Padre Buenaventura le habló del Convento María
Auxiliadora; lleno de esperanza, tomó el obispo la
pluma y escribió a las hermanas ofreciéndoles un
campo de acción en su diócesis. La Madre Bernarda
reunió a las hermanas y les leyó la oferta episcopal.
De nuevo despertó el entusiasmo misionero;
unánimemente resolvieron aceptar la oferta del obispo
y el resultado fue el siguiente:
Siete hermanas se ofrecieron generosamente a tomar
la cruz de las misiones. Fueron estas:
8. Ria Slides
La Madre María
Bernarda Butler
Sor María Caridad
Brader
Sor María Isabel Huber
Nov. María Lorenza
Sutter
Nov. María Dominga
Spirig
Nov. María Otmara
Haltneier
Postulante Micaela
Rhomberg
9. Ria Slides
El obispo Egger vacilaba al
principio en despojar al convento
de María Auxiliadora de una
superiora tan idónea, pero
Bernarda continuamente suplicaba
al obispo que la autorizara para ir a
las misiones, pues sin su
beneplácito y bendición no quería
pasar el umbral de la casa, aunque
pudiera convertir toda la América.
La Madre Bernarda le seguía
insistiendo que le concediera el
permiso para ir a las misiones y le
decía: “si tuviera la dicha de estar
en su presencia, me pondría de
rodillas suplicando, y no me
levantaría hasta recibir su
bendición”.
10. Ria Slides
Finalmente accedió el obispo Egger y dio los pasos necesarios para
alcanzar de Roma la dispensa. El documento respectivo llegó el 23 de abril
de 1888 según este documento las siete hermanas quedaban desligadas de
la comunidad de María Auxiliadora y agregadas a la diócesis de Portoviejo.
Las misioneras por su parte debían renunciar a todos los derechos y
obligaciones para con el convento. El viaje se fijó para el 19 de junio de
1888. El arreglo de las maletas lo dejó gustosa Bernarda a otras hermanas
porque temía faltar en algo a la santa pobreza. Deseaba salir de María
Auxiliadora “como una mendiga”, y quiso recibir lo poco y lo más necesario
para el viaje como una limosna del convento.
11. Ria Slides
Ant. Que todo cuanto vive y
respira alabe al Señor
Alabad al Señor todos los pueblos,
Predicad su poder todas las gentes.
Alaben al Señor de las virtudes,
Todos los habitantes de la tierra.
Sobre los altos montes de América
Se escuchen para Él las alabanzas.
Oigan su voz en Asia misteriosa,
Alábenle con cantos en mil lenguas.
12. Ria Slides
En África tostado por soles,
Se eleve una plegaria al Dios
eterno.
Alégrense las islas de Oceanía
Y alábenle al estruendo de sus
aguas.
Resucite por Él la vieja Europa
y se renueve por sus maravillas.
Porque el Señor es santo y
bondadoso;
No pueden numerarse sus
bondades.
Ant. Que todo cuanto vive y respira
alabe al Señor
13. Ria Slides
Se acercaba el día de la despedida nuestras misioneras
se habían fortalecido por medio de la oración y del
recogimiento para hacer los sacrificios que exigían la
completa separación de su Patria y convento.
ADIOS QUERIDA PATRIA
14. Ria Slides
Conmovedora fue la despedida de las hermanas; a cada una le
dio las gracias por los servicios prestados y le entregó un
pequeño crucifijo. Los sentimientos profundos que experimentó
su noble corazón, no pudo expresarlo con los labios, lo dejó
escrito en una carta de despedida.
En ella expresó la Madre Bernarda que se sentía exhortada por
Jesús para darles su bendición:
15. Ria Slides
“Yo, vuestra Madre espiritual en
Cristo, en unión con todas las
hermanas que se despiden hoy os
bendigo en nombre del Padre
Celestial que os ha creado y
conservado en su eterno amor; en
nombre de Jesús vuestro celestial
esposo, que os ha redimido en su
amor, y por una pura gracia os ha
llamado para ser sus esposas; en
nombre de la Madre del Divino
Salvador, la cual os ha adoptado
como hijas y os ha protegido; en
nombre de vuestros santos
patronos, los cuales han
intercedido ante el Trono de Dios
por vosotras; en nuestro Padre San
Francisco, el cual os ha recibido
como hijas suyas”.
16. Ria Slides
A las 3:30 a.m. del día 19 de junio, ya estaba ante el
convento el carro para llevar a las emigrantes a Santa
Margarita. En ese momento la Madre Bernarda, llena de
ánimo antes estaba tan conmovida que se cambiaron las
facciones de su rostro y le parecía que no podía pasar el
umbral del convento; todas lloraban y sollozaban en alta
voz, muy especialmente cuando el carro retiró de la vista a
las hermanas.
18. Ria Slides
Empecemos ya la marcha,
por las sendas de la vida.
No es necesario equipaje,
bastan las manos amigas.
Son estrechos los senderos,
para andarlos sin amor,
sólo se llega a buen puerto,
si se va de dos en dos ...
Un hombre es uno solo
y es dura la vida,
dos juntos caminando
avanzan mejor,
un hombre sin amigos
está sin apoyo y para
sostenerse
hacen falta dos. (bis)
19. Ria Slides
En la vida no se puede
caminar por separado.
Hay que apoyarse en el otro,
para sentirse apoyado.
Es la vida dura senda,
para andarla sin amor,
sólo se llega a buen puerto,
si se va de dos en dos.
Un hombre es uno solo…
20. Ria Slides
En la tarde del 22 de junio comenzó el vapor su viaje, en altamar, su
meta era Colón, uno de los puertos principales de América del Sur.
El viaje por mar fue para la Madre Bernarda un acontecimiento, no
solamente como amiga de la naturaleza, contemplaba la grandeza
del Creador, y decía: “Oh cuán bellas son tus obras Señor”.
22. Ria Slides
Señor, Dios nuestro, qué admirable es
tu Nombre en toda la tierra, en toda la
tierra.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus
manos, la luna y las estrellas que has
creado:
qué es el hombre para que te acuerdes
de él, el ser humano para darle poder. (2)
23. Ria Slides
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste
de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las
obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies.
24. Ria Slides
Rebaños de ovejas y
toros, y hasta las bestias
del campo, las aves del
cielo, los peces del mar,
todo lo sometiste bajo
sus pies.
25. Ria Slides
No me canso de pasar horas enteras mirando el mar; allí
veo como las olas verdosas y a veces blancas saltan
como corderillos, y con la misma rapidez del relámpago
desaparecen, es como si miles de castillos de plata
surgieran del mar; después de un tiempo las olas
curiosas se vuelven como de cristal.
26. Donde el vapor corta las olas, se forma como una
circunferencia de plata, que refleja nuevamente,
como si fueran de cristal. “Oh cuán bellas son tus
obras Señor”.
27. Ria Slides
Astro del mar, Virgen
María... Astro del mar.
Faro luciente que al puerto
guía...Astro del mar.
Del navegante luz y
alegría...Astro del mar,
del marinero dulce cantar.
Astro del mar... Astro del
mar.
Astro del mar. (2)
28. Ria Slides
El 17 de julio llegó el vapor al puerto Colón y en el
hospital de las hermanas Vicentinas encontraron las
misioneras benévola acogida y cuidados maternales.
30. Ria Slides
Al día siguiente a las 3 de la tarde,
continuó el viaje por el Océano
Pacifico y después de unos días
de navegación se divisó por fin el
Ecuador, Manta, una pequeña
ciudad de la costa de Manabí.
31. Ria Slides
El 3 de agosto de 1888
recibió un sacerdote a
las siete misioneras y
les llevó el saludo y la
bendición del Señor
obispo Schumacher.
Con esta bendición
recibieron la gracia de
aquel que ha dicho:
“Todo el que deje casa,
hermanos, padres por
mi nombre, recibirá el
céntuplo y la vida
eterna”.
32. Ria Slides
Apenas entraron en el Ecuador, recibieron el mandato
de dirigirse a Rocafuerte, donde el Obispo las estaba
esperando. En la mañana siguiente tuvieron la primera
entrevista con el Obispo, quien en seguida presentó a
las hermanas un minucioso plan de acción.
La ciudad de Chone, a dos días todavía de viaje, era el
primer campo de acción que se les destinaba.
33. Ria Slides
Nos envías por el mundo
a anunciar la Buena Nueva,
//mil antorchas encendidas
y una nueva primavera.//
Si la sal se vuelve sosa
¿quién podrá salar al
mundo?
// Nuestra vida es levadura,
nuestro amor será fecundo//
34. Ria Slides
Siendo siempre tus testigos
cumpliremos el destino.
// Sembraremos de esperanza
y alegría los caminos. //
Cuanto soy y cuanto tengo
la ilusión y el desaliento.
// Yo te ofrezco mi semilla
y Tú pones el fermento. //
35. Ria Slides
Chone hizo un recibimiento muy solemne a las hermanas que
acababan de llegar. Habían levantado ocho arcos de triunfo:
toda la ciudad se puso en movimiento, salieron a su encuentro
la banda de música, niños y jóvenes, para hacerles calle de
honor; así la entrada revistió gran solemnidad, de algunas casas
echaban flores a su paso.
36. Ria Slides
A las primeras hermanas en el Ecuador, les esperaba una vida
llena de sacrificios y privaciones, un clima ardiente, trabajo
pesado, obstáculos y dificultades que debían afrontar
continuamente. Todo lo emprendían con ardor, con gran celo por
la gloria de Dios y la salvación de la gente.
37. Ria Slides
Las hermanas redoblaban el tiempo de adoración ante el
Santísimo, al tiempo que ofrecían sus servicios en la
formación de los niños y jóvenes, el servicio de
enfermería, la atención a los adultos y mil apostolados
más.
38. Ria Slides
La pobreza absoluta, con
que había soñado Santa
María Bernarda se cristalizó
en el servicio incondicional
a las personas necesitadas.
El trabajo, las fatigas, el
sacrificio y la oración,
fueron el pan cotidiano.
El Señor estaba con ellas,
valientes mensajeras del
amor y de la misericordia.
40. Bienaventurada eres Hermana Franciscana, si descubres que
el camino te abre los ojos a lo que no se ve.
Bienaventurada eres Hermana Franciscana, si lo que más te preocupa
no es llegar, sino llegar con las otras hermanas y hermanos.
41. Bienaventurada eres Hermana Franciscana, cuando contemplas el
camino y lo descubres lleno de nombres y de amaneceres.
Bienaventurada eres Hermana Franciscana, porque has
descubierto que el auténtico camino comienza cuando se acaba.
42. Bienaventurada eres Hermana Franciscana,
si tu mochila se va vaciando de cosas y tu
corazón no sabe dónde colgar tantas
emociones.
45. Bienaventurada eres Hermana Franciscana, cuando te faltan
palabras para agradecer todo lo que te sorprende en cada
recodo del camino.
46. Bienaventurada eres Hermana Franciscana, si buscas la
verdad y haces de tu camino una vida y de tu vida un camino,
en busca de quien es el Camino, la Verdad y la Vida.
47. Bienaventurada eres Hermana Franciscana, si en el camino te
encuentras contigo misma y te regalas un tiempo sin prisas para
no descuidar la imagen del corazón.
49. Ria Slides
Madre Francisca 1920 - 1936
Madre Josefa 1937 - 1951
Madre Clementina 1952 - 1964
Madre Gaudencia 1965 - 1971
Madre Ludmila 1972 - 1984
Madre Raineria 1985 - 1997
Madre Estelitta 1998 - 2005
Madre Marines 2006 - 2010
Madre María Elisa 2011
Recordemos en este momento las Superioras Generales
que hemos tenido en estos 125 años.
50. Yo hermana… con libertad y amor, y ante la
comunidad presente, hago voto a Dios de seguir a
Jesucristo pobre, humilde y crucificado, en la
observancia fiel del Evangelio.
Prometo vivir en castidad, en pobreza y en
obediencia, por toda mi vida, según la Regla de la
Tercera Orden Regular de San Francisco de Asís, y
las Constituciones de las Hermanas Franciscanas
Misioneras de María Auxiliadora.
Con la gracia del Espíritu Santo, la intercesión de
María Auxiliadora, de nuestro Padre San Francisco,
de Santa María Bernarda y la ayuda de las
Hermanas de la Congregación, quiero vivir con
fidelidad mi consagración, en la Iglesia, al servicio
del Reino de Dios, revelando a todos el amor
misericordioso de Dios Uno y Trino. Amén.
51. ORACION FINAL
Por los caminos del mundo
Tú has pasado diciendo la verdad.
Por los caminos de la tierra
Tú has sido peregrino y mensajero del Padre.
Por los caminos de la historia
Tú has estado atento a los signos de los tiempos.
Por los caminos de los pobres
Tú has hecho la voluntad del Padre.
Por los caminos de Dios
Tú has ido al encuentro de todos,
hijos y marginados.
Por los caminos de la periferia
Tú has anunciado la Buena Noticia.
Por los caminos de los hermanos
Tú has hecho el camino hacia el Padre.
Por los caminos de la vida, Tú mismo has hecho tu propio
camino. Por tus caminos, llévame, Señor. Amén.
52. El Señor nos unja y nos
sature con el óleo de su
gracia. Bendiga nuestras
acciones, enjugue
nuestras lágrimas, mitigue
nuestras penas, nos
fortifique en las angustias.
Y Él, como Altísimo y
Santísimo Dios y
Misericordiosísimo Padre
de los cielos, nos haga
crecer en confianza, nos
dé abundante paz en el
corazón, y nos haga
triunfar sobre todos los
BENDICIÓN DE MADRE
BERNARDA
53. Una vida luminosa eres tú
Bernarda, una vida sin fronteras
eres tú.
Una vida que se entrega, eres tú
Bernarda.
En tu barca vamos todos, contigo
mar adentro hacia Dios.
Lámpara humilde y callada,
pequeña de Dios, pan repartido en
cariño, ternura y bondad.
Abrazo de misericordia, amor para
el pobre Jilguero y canción. Esa
eres tú Bernarda, esa eres tú.
Sierva bebiendo en la fuente del Río
de Dios.
Libre y feliz como un niño en los
brazos de Dios. Guerrera de grandes
tormentas, guiando el rebaño que
Dios te entregó.
Esa eres tú Bernarda, esa eres tú.
Gozo, alegría y confianza sin miedo
a la cruz. Óleo suave a la herida que
calma el dolor, sendero de Dios para
todos, bondad sin medida, abrazo de
Dios.
Esa eres tú, Bernarda, esa eres tú.