El documento describe la apertura oficial del año de preparación para celebrar el 140° aniversario de la primera expedición misionera de las Hijas de María Auxiliadora al Paraguay. La Visitadora Canónica Sor Alaíde Deretti invita a todas las hermanas a formar una gran expedición misionera y a ampliar su mirada hacia los jóvenes como misioneras de esperanza y alegría. Sor Alaíde entrega un símbolo, una barca, que las acompañará en este año y las invita a pasar de una pastoral de conservación

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CELEBRACIÓN
13 DE NOVIEMBRE DE 2016
ASUNCIÓN - PARAGUAY
VISITA CANÓNICA SOR ALAIDE DERETTI
Inspectoría San Rafael Arcángel

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Guía 1: Queridas hermanas en este momento, con la
presencia de la Visitadora Canónica Sor Alaíde Deretti, se
hará la apertura oficial del año que nos prepara a
celebrar el 140° aniversario de la primera expedición
misionera del Instituto.
Música instrumental: “La Misión”
Guía 2: Las páginas de la Cronohistoria nos ayudan a
hacer memoria de aquel 14 de noviembre del año 1877:
Lectora:
“La mañana del día 14, miércoles, Don Bosco celebra
muy temprano, confesando después a las misioneras
que acuden a recibir la última absolución y su último
recuerdo.
Sor Juana Borgna, sin poder casi contener las lágrimas,
nada más salir de la iglesia comunica al grupo
silencioso y recogido: «El buen Padre me ha dicho: “No
olvides que vas a América a declarar la guerra al
pecado”…
La Madre visita camarote por camarote, litera por
litera, para asegurarse que nada falta de cuanto pueda
atenuar a las Hermanas las incomodidades del viaje.
Después, como si el corazón sintiera la necesidad de
darse sin medida a sus hijas, a quienes piensa que no
volverá a ver más, se entretiene con cada una en
particular, les habla a todas juntas y se ingenia para

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llevarlas ella misma a donde está Don Bosco, para que
vuelva a decirles algunas de sus palabras tan inspiradas
y eficaces. Don Bosco sonríe, les habla, les anima,
mientras Don Cagliero procura alegrar a todos con la
promesa de conquistar innumerables almas, y con un
próximo «hasta la vista».
Pero ya es hora de descender. Se ha repetido la orden
a los no pasajeros de abandonar el barco, y hay que
obedecer.
Los Salesianos y las Hermanas se arrodillan en torno a
Don Bosco y el Padre levanta su mano para
bendecirlos.
Los ojos del Fundador están arrasados de lágrimas; se
dirige hacia la escalerilla para enjugar, sin ser visto, el
llanto que no puede contener, y le tiembla la mano de
tal modo, que al querer meter el pañuelo en el bolsillo
se le cae al suelo. Entonces, Sor Borgna, rapidísima, se
lo cambia por uno limpio, mientras besa devotamente
aquel pañuelo bañado por las lágrimas del Padre: sabe
muy bien que son lágrimas de un santo. Ese pañuelo
enjugará después muchas lágrimas en América...
También la Madre les dice su último adiós: las
Hermanas responden con un ahogado grito: «¡Madre,
Madre!».

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Desde el puente, el grupo conmovido sigue saludando:
Don Bosco les dirige una última y prolongada mirada”.
Guía 1: aquella mirada de Don Bosco sigue
prolongándose hasta hoy, a nosotras sus hijas del
Paraguay, invitándonos a ampliar la nuestra.
Guía 2: Sor Alaíde Deretti, Consejera General del Ámbito
de las Misiones, abrirá oficialmente el año de
preparación de los 140° de expedición misionera:
Sor Alaíde:
“Les invito a formar una GRAN EXPEDICIÓN
MISIONERA implicando a todas nuestras comunidades
educativas, de modo particular, los diversos grupos
misioneros, los grupos de la Infancia y Adolescencia
Misionera (IAM), el Voluntariado Misionero y las
misioneras ad gentes... Nos auguramos para que
¡ninguna FMA quede fuera de esta Expedición
Misionera! ¡Todas nosotras, en fuerza de nuestro
Bautismo y de la Consagración Religiosa, somos
“discípulas misioneras” y tenemos la inmensa alegría,
pero también la no pequeña responsabilidad de
anunciar a Jesús a las nuevas generaciones, antes con
la vida, después con las palabras... si es necesario!
Hermanas queridas, preparémonos para partir... aun
permaneciendo en el acostumbrado puesto de misión
donde nos encontramos en el momento presente.

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Abramos de par en par la mente y el corazón hacia el
horizonte de las misiones y respondamos SÍ a la
llamada del Señor que se renueva desde el alba de
cada nuevo día. No tenemos necesidad de llevar
grandes valijas... nos basta un corazón abierto, una
mirada amplia, que nos permita estar con los jóvenes,
misioneras de esperanza y alegría. Nos basta despertar
en nuestros corazones el fuego y el dinamismo del Da
mihi animas, cetera tolle y de la consigna A ti te las
confío, para suscitar, por consecuencia, una respuesta
gozosa y creíble: ¡«ser misioneras» 24 sobre 24 horas,
en cualquier situación, en cualquier lugar que nos
encontremos, cualquiera sea la tarea que se nos ha
confiado, con el deseo de abrazarla como verdadera y
propia misión! ¡Nos basta un fuerte impulso
misionero!
Guía 2: Seguidamente, Sor Alaíde hará entrega del signo
que nos acompañará en este año de preparación, una
barca con el logo de los 140° PRIMERA EXPEDICIÓN
MISIONERA HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, una barca
que nos recordará que todas somos misioneras y que
nos invita a pasar de una pastoral de conservación a una
pastoral misionera.
Guía 2: Invitamos a cada Animadora de Comunidad a
pasar y recibir el signo con la carta de preparación a este
año. A continuación pasamos todas las hermanas.

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Envío de la Neo Misionera: La Inspectora Sor Leandra
Romero presenta a la Neo Misionera Ad Gentes, Sor
Feliciana Martínez, y toda la Asamblea se une en oración
por ella, haciendo el envío oficial como Inspectoría.
“El Señor te bendiga y te guarde y su rostro
resplandezca sobre ti.
Y de ti tenga El, misericordia…
El Señor te bendiga Amén”.
ORACIÓN DE COMPROMISO

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Creo y Alabo a Dios Trinidad por su eterno amor
para conmigo y para con toda la humanidad. Hoy,
de modo especial, glorifico al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo por concluir este año de Gracia de la
Misericordia. Agradezco también a mi madre la
Iglesia Católica por todos sus dones y cuidados
brindados a mi humilde persona, particularmente
por el Don del Instituto de las Hijas de María
Auxiliadora y por los 140° años de la Primera
Expedición misionera de las Hijas de María
Auxiliadora.
Acudo a María Santísima, Madre y Maestra de los
Evangelizadores, para que siempre me ayude a
guardar a Cristo en mi corazón y a saberlo
comunicar a los demás.
Confiando en la gracia inagotable del Señor,
renuevo hoy mi compromiso misionero bautismal
de anunciar el Evangelio a toda criatura. Es por
eso, que con fe y para mayor gloria del Dios, ME
COMPROMETO A "¡AMPLIAR LA MIRADA! CON
LOS JÓVENES, MISIONERAS DE ESPERANZA Y
ALEGRÍA". Te lo pido Padre Dios por Jesucristo
nuestro Señor. Amén
(Adaptación de las OMP-Colombia)

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