Este documento ofrece consejos para leer la palabra de Dios. Primero, debemos quitar el pecado para evitar la adversidad y ceguera espiritual. Segundo, debemos tener un corazón predispuesto a recibir la enseñanza de la Biblia sin autosuficiencia. Tercero, debemos ser hacedores de la palabra practicando lo que dice la Biblia. Finalmente, debemos reflexionar y compartir la palabra con otros. El documento concluye preguntando cuál decisión hemos tomado respecto a seguir la palabra de Dios.