El documento es una oración dirigida a María que contrasta los brazos abiertos y acogedores de María con los brazos a veces cerrados, vacíos y egoístas del autor. La oración expresa gratitud por los brazos de María que sostienen, animan, acompañan y reconfortan, mientras que los brazos del autor a veces se sienten perdidos, cansados y desean ser abrazados. Al final, reconoce que los brazos de María son una prolongación de los brazos de Dios que nos esperan en el cielo.