1. LIBROS APOCRIFOS:
La palabra apócrifosignifica “oculto o secreto”. Debido a su dudosa autenticidad de la palabra ha
llegado a significar “fraudulenta, o falsificado” por algunos estudiosos.
Estos libros o escritos de los apócrifos son:Tobías, Eclesiástico, I Macabeos, II Macabeos, Baruc,
Sabiduría y Judith.A este grupo de libros se les consideró como Deuterocanónicos, (Segundo
Canon)
Los apócrifosfueronagregadosporlaiglesiacatólica enel Conciliode Trento,enItalia,que empezó
en 1545 D.C. esdecir que aproximadamente 1545 años después de la muerte de nuestro Señor
Jesucristo los agregan.
Loslibrosapócrifosfueronretiradosde laBibliaprotestanteenel momentode laReforma.Aquíhay
varias razones por las que muchas autoridades cristianas rechazan los escritos de los apócrifos:
1. Los apócrifos nunca pertenecieron al canon hebreo.
2. Nunca fueron citados por el Señor ni por sus apóstoles en el Nuevo Testamento, según lo
reconoce el Diccionario de la Biblia católica de Herder, artículo: Canon del A.T., p. 269.
3. Josefo(unconocidohistoriadorde laépocabíblica) losexcluyóde sulistade laSagradaEscrituras
por falta de autenticidad o validez en esencia u origen.
4. Durante losprimeroscuatrosiglosnohubomenciónde loslibrosapócrifosencualquiercatálogo
o libro canónico.
5. Los libros apócrifos nunca fueron afirmados de ser de inspiración divina o de poseer autoridad
divina en sus contenidos.
6. Sus autores no fueron profetas. Cada libro del Antiguo Testamento fue escrito por un hombre
que era un profeta.
7. Estos libros están repletos de errores históricos, geográficos y cronológicos. Para aceptar los
apócrifos habría que rechazar las narraciones del Antiguo Testamento.
8. Las doctrinas y prácticas apócrifas son contrarias al canon de las Escrituras.
Los Libros Apócrifos tienen un alto número de prácticas anticristianas como: La orden de utilizar
magia (Tobías 6:5-7). El perdón de pecados por el sólo hecho de dar limosnas (Tobías 4:11;
12:9). Ofrecer dinero por los pecados de los muertos (2º Macabeos 12:43). Fuente
Estos libros no fueron escritos por las personas cuyos nombres figuran en sus títulos, y no son ni
teológicamente e históricamente exactos.
¿Por qué la iglesia católica los acepta como canónicos?
En pocas palabras, la Iglesia Católica Romana nunca ha tenido ningún apoyo bíblico para sus
enseñanzas como el purgatorio, oraciones por los muertos, las obras para la salvación, etc. Estas
falsas enseñanzas se encuentran en los libros apócrifos. No es de extrañar que una iglesia falsa le
añada revelaciones a la Biblia con el fin de tratar de justificar sus erróneas doctrinas.
2. Los propios libros apócrifos muestran que no están inspiradas por Dios y en su mayoría son obras
de ficción. Ellos nunca han sido verdaderamente aceptados por los cristianos bíblicos como parte
de la Palabra de Dios.
La práctica de laIglesiaromanade aceptardinero,como“indulgencias”parael pagode lospecados
especialmente fue atacada por ser anti-bíblica. La historia demuestra que las aceptaciones de las
indulgencias trajeron una gran cantidad de dinero a las arcas de la Iglesia Católica Romana.
Hay una declaración que se encuentra en 2 Macabeos 12: 43-
45(Libro apócrifo), que dice “2000 piezas de plata fueron enviados a Jerusalén para una ofrenda
por el pecado … Con lo cual él hizo expiación por los muertos, para que quedaran liberados del
pecado.“Este esel versículo usado porla iglesia católica para apoyarsusenseñanzasdelPurgatorio
y el pago de lasindulgencias(el pagode lospecados). Sinembargo,enningunaparte de la Palabra
de Dios se había encontrado ninguna mención de una oración o una expiación por los
muertos. Hebreos 9:27 dice: “Y así como está establecido para los hombres que mueran una vez,
y después de esto el juicio” En la palabra de Dios, no hay lugar llamado Purgatorio o cualquier
oración ofrecidas por los muertos. Cuando un hombre muere se sella su destino. Si un hombre es
uncreyente,él comohijode Dios,vaal cielo,si esunhombre perdidoenpecados iráal infierno.No
hay unasegundaoportunidaddespuésde lamuerte.Pablodiceclaramenteque uncristiano.” pero
confiamos,ymás quisiéramosestar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.” (2 Corintios 5: 8)