2. En viejos romances canariosEn viejos romances canarios
corría de boca en boca lacorría de boca en boca la
triste historia de Amarca, latriste historia de Amarca, la
celebrada doncella indígena.celebrada doncella indígena.
Tan gallarda era su figura,Tan gallarda era su figura,
tan peregrina su belleza quetan peregrina su belleza que
llegó a ser envidiada dellegó a ser envidiada de
todas las doncellas. Tenía sutodas las doncellas. Tenía su
morada en las bellas alturasmorada en las bellas alturas
de Icod. Su rústico alberguede Icod. Su rústico albergue
parecía como un nidalparecía como un nidal
colgado en las crestas de lacolgado en las crestas de la
montaña, para sustraerse amontaña, para sustraerse a
las miradas y a la ambicioneslas miradas y a la ambiciones
esas aves rapaces,esas aves rapaces,
embaucadoras, que se llevanembaucadoras, que se llevan
a las muchachas guapas.a las muchachas guapas.
Hasta el rústico hogar de laHasta el rústico hogar de la
doncella llegó un día Pelicar,doncella llegó un día Pelicar,
el último Mencey, Rey yel último Mencey, Rey y
señor de estos dominios deseñor de estos dominios de
Icod y quedóse atónito yIcod y quedóse atónito y
deslumbrado ante ladeslumbrado ante la
extraordinaria belleza de laextraordinaria belleza de la
joven. Desde aquel díajoven. Desde aquel día
memorable acrecentóse sumemorable acrecentóse su
fama y corrió como faustafama y corrió como fausta
3. Amarca veíase continuamente asediada deAmarca veíase continuamente asediada de
amores por muchísimos hombres y otrasamores por muchísimos hombres y otras
tantas sembró el dolor y la decepción entantas sembró el dolor y la decepción en
sus amantes. -¿A quién amará Amarca?,sus amantes. -¿A quién amará Amarca?,
preguntabánse intrigada los zagales.preguntabánse intrigada los zagales.
¿Para quién será el corazón de aquella¿Para quién será el corazón de aquella
belleza hija del Teide?. Guarecida a lasbelleza hija del Teide?. Guarecida a las
faldas del coloso siempre entre las nieves.faldas del coloso siempre entre las nieves.
Lo Sorprendente nueva no se hizo esperarLo Sorprendente nueva no se hizo esperar
mucho tiempo. Uno de los más aguerridosmucho tiempo. Uno de los más aguerridos
vasallos del Reino, Garigaiga, el pastor,vasallos del Reino, Garigaiga, el pastor,
había enloquecido por Amarca. Ellahabía enloquecido por Amarca. Ella
esquivaba su cariño; repudiaba su pasiónesquivaba su cariño; repudiaba su pasión
local, desenfrenada. Repelía al hijo dellocal, desenfrenada. Repelía al hijo del
Volcán, el de la tez hirauta y morena y losVolcán, el de la tez hirauta y morena y los
brazos recios como robles.brazos recios como robles.
Enloquecido por el dolor de verseEnloquecido por el dolor de verse
desdeñado, una tarde mientras losdesdeñado, una tarde mientras los
horizontes teñíanse de sangre y el solhorizontes teñíanse de sangre y el sol
moribundo plateaba las aguas del Océanomoribundo plateaba las aguas del Océano
como un riera de luna en una noche decomo un riera de luna en una noche de
misterio, vióse que Garigaiga, en el bordemisterio, vióse que Garigaiga, en el borde
de un alto precipicio, agitaba sus brazosde un alto precipicio, agitaba sus brazos
como banderas en la premura. Viósecomo banderas en la premura. Vióse
arquear el cuerpo hacia delante, hundir laarquear el cuerpo hacia delante, hundir la
cabeza sobre el pecho y partir veloz haciacabeza sobre el pecho y partir veloz hacia
el abismo. La noticia del trágico suceso noel abismo. La noticia del trágico suceso no
tardó en extenderse por todas partes. Lastardó en extenderse por todas partes. Las
mujeres, culpaban su egoísmo, y a susmujeres, culpaban su egoísmo, y a sus
desdenes atribuían la muerte del pastor.desdenes atribuían la muerte del pastor.
4. De pronto Amarca desapareció,De pronto Amarca desapareció,
nadie sabía cual había sido elnadie sabía cual había sido el
destino de la doncella. Sólo undestino de la doncella. Sólo un
anciano que una mañana la habíaanciano que una mañana la había
visto descender de las cumbres yvisto descender de las cumbres y
caminar como una sonámbula hastacaminar como una sonámbula hasta
las orillas del mar, hallábase enlas orillas del mar, hallábase en
posesión del secreto. Qué no laposesión del secreto. Qué no la
buscasen, más parecía decir susbuscasen, más parecía decir sus
labios fríos y trémulos plegadoslabios fríos y trémulos plegados
para siempre y el anciano aquél lopara siempre y el anciano aquél lo
contó todo. Una semana al brillarcontó todo. Una semana al brillar
los primeros destellos del sol, violos primeros destellos del sol, vio
que Amarca se arrojaba al abismo, yque Amarca se arrojaba al abismo, y
después de luchar con el bravodespués de luchar con el bravo
oleaje, llevábasela mar adentro unaoleaje, llevábasela mar adentro una
ola alegre y corretona como un niño.ola alegre y corretona como un niño.
Era la época del Beñesmen, de la sazónEra la época del Beñesmen, de la sazón
y de la riqueza de las mieses, eran losy de la riqueza de las mieses, eran los
días de placidez y de luz, y todo sumiósedías de placidez y de luz, y todo sumióse
en sombras y lágrimas... Amarca habíaen sombras y lágrimas... Amarca había
aparecido muerta sobre las arenas de laaparecido muerta sobre las arenas de la
playa, la habían matado unplaya, la habían matado un
remordimiento muy hondo. El Menceyremordimiento muy hondo. El Mencey
Pelicar mandó que se cantasen tristesPelicar mandó que se cantasen tristes
endechas; que se encendiesenendechas; que se encendiesen
luminarias en los cerros, y que los másluminarias en los cerros, y que los más
fornidos mozos, como real costumbre enfornidos mozos, como real costumbre en
los días aciagos, azotasen con sus varaslos días aciagos, azotasen con sus varas
las aguas del mar. Mandó también que selas aguas del mar. Mandó también que se
ungiese su cuerpo con los más olorososungiese su cuerpo con los más olorosos
perfumes, que no en vano era la flor másperfumes, que no en vano era la flor más
preciada de la comarcapreciada de la comarca ..
5. Al cabo de los años cuando algúnAl cabo de los años cuando algún
nocturno caminante cruzaba lasnocturno caminante cruzaba las
cumbres del Teide, un lamento extrañocumbres del Teide, un lamento extraño
escalofriante, deteníale acongojado. Eraescalofriante, deteníale acongojado. Era
una voz débil, apagada, dolorida, queuna voz débil, apagada, dolorida, que
se aparecía surgir del fondo delse aparecía surgir del fondo del
barranco. Era aquel mismo clamor debarranco. Era aquel mismo clamor de
súplica, de pena, de trágica agonía quesúplica, de pena, de trágica agonía que
tantas veces balbucearan los labiostantas veces balbucearan los labios
febriles de Garigaiga, el loco:febriles de Garigaiga, el loco:
-"Amarca......hermana Amarca-"Amarca......hermana Amarca".".
6. Al cabo de los años cuando algúnAl cabo de los años cuando algún
nocturno caminante cruzaba lasnocturno caminante cruzaba las
cumbres del Teide, un lamento extrañocumbres del Teide, un lamento extraño
escalofriante, deteníale acongojado. Eraescalofriante, deteníale acongojado. Era
una voz débil, apagada, dolorida, queuna voz débil, apagada, dolorida, que
se aparecía surgir del fondo delse aparecía surgir del fondo del
barranco. Era aquel mismo clamor debarranco. Era aquel mismo clamor de
súplica, de pena, de trágica agonía quesúplica, de pena, de trágica agonía que
tantas veces balbucearan los labiostantas veces balbucearan los labios
febriles de Garigaiga, el loco:febriles de Garigaiga, el loco:
-"Amarca......hermana Amarca-"Amarca......hermana Amarca".".