1. Año 12, nº 600 - 08 de mayo de 2016
“Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo”
EL PÚLPITO
PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA MEDALLA MILAGROSA
EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)
SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
Hace mucho tiempo que,
Dios, se presentó en la
t i e r r a c o n r o p a j e d e
peregrino. Unos intuyeron
su presencia y otros, lo
esperaban tan endiosado,
q u e e s c a s a m e n t e s e
h i c i e r o n e c o d e s u s
palabras o se apercibieron
de su huella. Vino ese
peregrino con la misión de
hacernos comprender, vivir
y creer que no estamos
solos; que Dios camina,
muy especialmente, de
aquellos y con aquellos que
saben hacer de su tiempo y
de su vida una ofrenda a los
que lloran o a los que
claman voz ante tanta
injusticia. Caminó ese
peregrino como quien sabía
q u e i b a a e n c o n t r a r
c o r a z o n e s a b i e r t o s y
dispuestos a lanzarse por el
surco que, previamente,
había abierto para llegar
desde el cielo hasta la
tierra con el ideal cristiano.
Unos, miraron tan adentro
del misterio, que pronto
encontraron los signos de
Dios sin más pruebas que la
adhesión por la fe. Otros se
quedaron al margen de todo
y p i d i e n d o m i l a g r o s ,
pruebas y hasta el carné de
identidad o la credibilidad
de aquel que curaba,
r e s u c i t a b a , a n i m a b a ,
reconfortaba o predicaba.
Jesús se va por la misma
senda por la que vino pero
cargado con los dolores de
la humanidad entera. Nació
en el silencio de la noche en
Belén y se marcha dejando
los ojos empañados de
aquellos que vivieron sus
h o r a s b a j a s y a l t a s ,
pequeñas y grandes, de
muerte y de gloria. Sube
pero, se lleva consigo, el
drama de este mundo
nuestro que parece más
obcecado en vivir en las
cloacas de la infelicidad que
en el ascenso a los valores
q u e s o n fe r m e n t o d e
superación y santidad.
Asciende el Señor, pero no
nos deja solos. Nos quedan
muchos rasgos de su
personalidad y de su
entrega. Deja palabras y
gestos que, ni los tiempos
más difíciles, lograrán
eclipsar y mucho menos
aún triturar. Se eleva el
Señor ante el asombro de
aquellos que nunca lo
hubieran dejado marchar.
Es la hora de la madurez.
De iniciar el apostolado sin
el cómodo paraguas del
Nazareno que evitaba
angustias, chaparrones a
t i e m p o y d e s t i e m p o ,
s a c i a b a e s t ó m a g o s
agradecidos o se enfrentaba
con diligencia, inteligencia
y contundencia al poder
establecido.
El peregrino vuelve tras
s u s p a s o s p e r o e s
consciente de la riqueza de
la semilla que ha ido
dejando a un lado y a otro.
Es la hora de la militancia
activa. De dejar que se haga
c u e r p o y r e a l i d a d
misteriosa esa iglesia
sometida a tantos bandazos
y falta de credibilidad; es el
momento de sentirnos
fuertes con el Espíritu; es la
jornada obligatoria de
pasos decididos para todo
aquel que haya sentido el
paso y el peso especifico de
Jesús de Nazaret.
Hoy, esta festividad, sigue
teniendo el brillo y el
esplendor de la Pascua de la
Resurrección. El Señor no
se va ni se desentiende:
¡confía y espera! Confía en
nuestro dinamismo y en
n u e s t r a i n q u i e t u d
misionera. Los brazos
cruzados nunca han sido
los mejores amigos en
a q u e l l o s i n i c i o s
evangelizadores de hace
dos mil años ni en la misión
que, ahora mismo, nos
preocupa. Hay que saltar
hacia el cielo para que la
soledad no nos sacuda y
hay que sembrar en la
tierra para que el mensaje
de Jesús no sea una simple
i d e a p l a s m a d a e n u n
antiguo y noble recetario.
E s p e r a e n n u e s t r a
e s p e r a n z a . T o d o s e
multiplicará por mil, si lejos
de dejarnos atrapar por el
virus del pesimismo o del
desencanto, entendemos y
comprendemos que la fe
exige riesgos y vértigos,
audacia y valentía, despego
e intrepidez, ascensión al
cielo para recoger fuerzas y
descenso al lugar de los
vivos para llevar el aliento
del Dios vivo. Jesús, por
qué no decirlo, espera y
t r a b a j a c o n a q u e l l a s
personas que saben ir
contracorriente; que no se
casan con lo que el mundo
vende y da por bueno; con
aquellos hombres y mujeres
que saben, en definitiva,
que el Reino de Dios, no
s e r á p r e c i s a m e n t e
comprendido ni entendido
por los que quieren una
vida a su antojo y a su
medida.
Y me gusta soñar que este
Misterio de su Ascensión es
un adelanto de lo que existe
detrás de aquella puerta
que separa la tierra y el
cielo cuando se lucha
trabajando y creyendo.
Viviendo y soñando para
resucitar. Resucitando y
abriendo los ojos para
contemplar la Gloria que
Dios nos ha prometido. La
Ascensión del Señor nos
enseña que la plenitud es ni
m á s n i m e n o s v i v i r
eternamente felices con
Dios. Hoy damos gracias a
Dios por los que comunican
el valor de su Palabra. Por
los que hacen visible el cielo
obrando el bien en la tierra.
Por los artistas que, a
través de sus obras, nos
hacen gustar la belleza de
Dios. Por los músicos que
nos invitan a preparar
aquel cántico que un día,
todos estamos llamados a
interpretar como alabanza
a Dios en el cielo. Por los
que, siendo testigos de
Jesús, preparan la futura
casa del cielo haciendo más
habitable la tierra. Por la
Iglesia que es ese faro que
nos guía (aunque algunos la
emprendan a pedradas
contra ella) invitándonos a
no perder de vista la fuerza
que viene desde la otra
orilla.Hoy, el día de la
Ascensión, es un motivo de
alegría: ¡ahí tenéis mi obra!
¡Yo os ayudaré desde el
cielo!
Javier Leoz, sacerdote
La Ascensión,
motivo de gran alegría
2. PRIMERA LECTURA
(Hch 1, 1-11)
“Galileos, ¿qué hacéis ahí
plantados mirando al cielo?”
En mi primer libro, querido Teófilo,
escribí de todo lo que Jesús fue
haciendo y enseñando hasta el día
en que dio instrucciones a los
apóstoles, que había escogido,
movido por el Espíritu Santo, y
ascendió al cielo. Se les presentó
después de su pasión, dándoles
numerosas pruebas de que estaba
vivo, y, apareciéndoseles durante
cuarenta días, les habló del reino de
Dios. Una vez que comían juntos, les
recomendó: “No os alejéis de
Jerusalén; aguardad que se cumpla
la promesa de mi Padre, de la que yo
os he hablado. Juan bautizó con
agua, dentro de pocos días vosotros
seréis bautizados con Espíritu
S a n t o ” . E l l o s l o r o d e a r o n
preguntándole: “Señor, ¿es ahora
cuando vas a restaurar el reino de
Israel?” Jesús contestó: “No os toca a
vosotros conocer los tiempos y las
fechas que el Padre ha establecido
con su autoridad. Cuando el Espíritu
Santo descienda sobre vosotros,
recibiréis fuerza para ser mis
testigos en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria y hasta los confines del
mundo”. Dicho esto, lo vieron
levantarse, hasta que una nube se lo
quitó de la vista. Mientras miraban
fijos al cielo, viéndolo irse, se les
presentaron dos hombres vestidos
de blanco, que les dijeron: “Galileos,
¿qué hacéis ahí plantados mirando
al cielo? El mismo Jesús que os ha
dejado para subir al cielo volverá
como le habéis visto marcharse”.
SALMO RESPONSORIAL
(Sal 46, 2-3.6-9)
R: Dios asciende entre
aclamaciones; el Señor, al son de
trompetas.
Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor
es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad. R.
Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta
en su trono sagrado. R.
SEGUNDA LECTURA
(Ef 1, 17-23)
“Y todo lo puso bajo sus pies,
y lo dio a la Iglesia como cabeza”
Hermanos: Que el Dios de nuestro
Señor Jesucristo, el Padre de la
gloria, os dé espíritu de sabiduría y
revelación para conocerlo. Ilumine
los ojos de vuestro corazón, para que
comprendáis cuál es la esperanza a
la que os llama, cuál la riqueza de
gloria que da en herencia a los
santos, y cuál la extraordinaria
grandeza de su poder para nosotros,
los que creemos, según la eficacia de
su fuerza poderosa, que desplegó en
Cristo, resucitándolo de entre los
muertos y sentándolo a su derecha
en el cielo, por encima de todo
principado, potestad, fuerza y
dominación, y por encima de todo
nombre conocido, no sólo en este
mundo, sino en el futuro. Y todo lo
puso bajo sus pies, y lo dio a la
Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella
es su cuerpo, plenitud del que lo
acaba todo en todos.
SANTO EVANGELIO
(Lc 24, 46-53)
“Yo os enviaré
lo que mi Padre ha prometido”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: “Así estaba escrito: el
Mesías padecerá, resucitará de entre
los muertos al tercer día y en su
nombre se predicará la conversión y
el perdón de los pecados a todos los
pueblos, comenzando por Jerusalén.
Vosotros sois testigos de esto. Yo os
enviaré lo que mi Padre ha
prometido; vosotros quedaos en la
ciudad, hasta que os revistáis de la
fuerza de lo alto”. Después los sacó
hacia Betania y, levantando las
manos, los bendijo. Y mientras los
bendecía se separó de ellos, subiendo
hacia el cielo. Ellos se postraron ante
él y se volvieron a Jerusalén con
gran alegría; y estaban siempre en el
templo bendiciendo a Dios.
“Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo”
Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa. C/Federico García Lorca, s/n. Apdo. de correos, 164. 11.500 El Puerto de Santa María. Tlfno: 956 85 65 61.
Tiempo de oración
Lecturas de la próxima semana
(3ª semana del salterio)
Lunes 9: Santa Luisa de Marillac
Hch 19, 1-8; Sal 67, 2-7; Jn 16, 29-33
Martes 10: San Juan de Ávila
Hch 20, 17-27; Sal 67, 10-11.20-21; Jn 17, 1-11a
Miércoles 11: San Francisco de Jerónimo
Hch 20, 28-38; Sal 67, 29-30.33-36; Jn 17, 11b–19
Jueves 12: Santo Domingo de la Calzada
Hch 22, 30; 23, 6-11; Sal 15, 1-2.5-11; Jn 17, 20-26
Viernes13: Ntra. Sra. de Fátima
Hch 25, 13-21; Sal 102, 1-2.11-12.19-20; Jn 21, 15-19
Sábado 14: FIESTA DE SAN MATÍAS, APÓSTOL
Hch 1, 15-17.20-26; Sal 112, 1-8; Jn 15, 9-17
Domingo 15: San Isidro
SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS
Día de la Acción Católica y el Apostolado Seglar
Hch 2, 1-8; Sal 103, 1-2.24.34; Rm 8, 8-17;
Jn 14, 15-16.23b-26
Envíe sus aportaciones a hojaparroquialmilagrosa@yahoo.es
CURSILLOS DE CRISTIANDAD
para adultos
Del 19 al 22 de mayo de 2016
Lugar de celebración:
Casa de Espiritualidad-Picadueña Alta
C/Las Flores,2 - “Villa Milagrosa”
11408 - Jerez de la Frontera (Cádiz)
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