Discernimiento de Pedro y pablo sobre el liderazgo clase 5.pptx
29-11-15
1. Año 12, nº 577 - 29 de noviembre de 2015
“Estad siempre despiertos”
EL PÚLPITO
PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA MEDALLA MILAGROSA
EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)
Domingo 1º de Adviento
San Saturnino
El Adviento nos sensibiliza
ante la venida de Cristo. Y,
como todo acontecimiento
importante, ha de ser
preparado con vigilancia,
interés y gusto.
Es un tiempo de esperanza,
de salvación, de expectación
y de curiosidad ante lo que
está por venir. ¿Cómo
vendrá? ¿Cuándo? Son
interrogantes que, desde
hace muchos siglos, han
estado y siguen estando
vigentes en el pensamiento
d e g r a n p a r t e d e l a
humanidad. Y es que, Jesús
q u e v i e n e a n u e s t r o
encuentro, bien merece un
pueblo sensible y receptivo
a su llegada. Un ambiente
que no se vea colapsado y
solapado por otras cosas u
otros aspectos que son
secundarios. El Señor, su
venida, no puede ser una
excusa para celebrar la
Navidad sin referencia a lo
esencial: el Nacimiento de
Cristo. Sería, entre otras
c o s a s , u n a g r a v i o a l
auténtico sentido cristiano
de esos días que se acercan.
Jesús vino en carne mortal;
en un pesebre. Se acerca en
cada acontecimiento, en los
sacramentos, en la mirada
de un niño, en mil detalles
c o n l o s q u e p o d e m o s
descubrir su presencia. Y,
p o r s u p u e s t o , ve n d r á
definitivamente al final de
los tiempos. Y, también para
ello y sin olvidarlo, nos
preparamos.
Esto, amigos, nos infunde
esperanza. La vida, y todo lo
que a ella rodea, nunca será
un motivo para desesperar.
Cristo, porque está de
nuestro lado, nos invita a
levantar la cabeza. A no
olvidar sus promesas. A
pensar que, Dios, lo que
promete cumple con todas
las consecuencias. ¿Que
existen mil razones para
desesperar? Mira por dónde
el Adviento nos recuerda
que hay una, poderosísima,
p a r a r e c u p e r a r e l
optimismo: ¡VIENE EL
SEÑOR!
Hoy, cuando damos una
ojeada a la realidad del
mundo (aborto, maltratos,
g u e r r a s , s e c u e s t r o s ,
inundaciones, vejaciones,
crisis, falta de empleo,
suicidios...) nos hace pensar
q u e e l u n i v e r s o e s t á
maltrecho y sentenciado.
Que algo, dentro de él, no
marcha bien. Por ello
m i s m o , p o r q u e h a y
circunstancias que nos
preocupan, deseamos de
todo corazón y lo pedimos
con fe, que venga pronto el
Salvador. Que salga a
redimirnos. Que cambie,
esta realidad tortuosa y
agonizante que nos toca
vivir, en un escenario de
gracia y de ilusión. ¿Será
posible? ¿Encontrará el
Señor, cuando vuelva, un
pueblo dispuesto acogerle?
Hoy, entre otras cosas,
hacen falta personas que
inunden muchas realidades
con el sabor de la fe y de la
esperanza. No podemos
q u e d a r n o s e n e l
conformismo. En exclamar
“la vida es así”. Necesitamos
de Alguien que salga a
nuestro encuentro y que nos
empuje a ser sembradores
de paz y de esperanza.
La Navidad, a la vuelta de la
esquina, es precisamente el
reverso de este mundo. Un
Dios que es garantía,
salvación, felicidad, amor,
entusiasmo, delicadeza,
solidaridad, calma, sosiego y
bondad. Sólo, aquellos que
con humildad trabajen su
corazón en este tiempo de
Adviento, serán capaces de
intuir y vivir lo que el Señor
nos trae: amor de Dios hacia
el hombre.
Que el Señor, en medio de
tantos conflictos que nos
aturden, nos infunda valor,
esperanza y ánimo para
que, cuando venga, nos
encuentre ardiendo como
una lámpara y vivos como
las aguas de un río. ¡A
prepararse toca, amigos!
Javier Leoz, sacerdote
¡A prepararse toca! Que te vea venir,
Señor,
Pese a los acontecimientos
que, en el mundo,
son presagio de destrucción
y desolación,
Aún a sabiendas de que
Tú siempre apareces,
sin demasiado ruido
y con el cortejo
de la humildad.
QUE TE VEA VENIR, SENEOR
Porque, a veces siento,
que mis ojos
buscan lo eH́mero,
que mis manos acarician
el gusto por las cosas,
que mis pies,
prefieren los caminos fáciles.
QUE TE VEA VENIR, SENEOR
Porque, muchas veces,
estoy dormido.
Siento el cansancio
de la espera.
Me pregunto si tu venida
ya nunca ocurrirá.
Miro al mundo,
y me asusto
de lo que acontece en él.
QUE TE VEA VENIR, SENEOR
Necesito un soplo
de tu presencia.
La esperanza de tu Palabra.
La seguridad de tus promesas.
La jusQcia,
frente a tanta mediocridad.
Tu verdad,
ante tanta menQra.
Tu nacimiento,
ante tanta muerte.
QUE TE VEA VENIR, SENEOR
Y, sólo así, mi Señor,
la angusQa se converQrá
en paz,
la tristeza en alegría,
o, el llanto,
en gozo por tu venida al
mundo.
¡Ven, y sálvanos!
Amén.
PARA REFLEXIONAR:
“María siente en el corazón que quiere ver el rostro de su Niño. Nosotros, como Iglesia,
acompañamos a la Virgen en este camino de espera y queremos apresurar el
nacimiento del Señor.”
Papa Francisco
2. PRIMERA LECTURA
(Jr 33, 14-16)
“Suscitaré a David un vástago
legítimo, que hará justicia”
“Mirad que llegan días -oráculo del
Señor- en que cumpliré la promesa
que hice a la casa de Israel y a la
casa de Judá. En aquellos días y en
aquella hora, suscitaré a David un
vástago legítimo, que hará justicia y
derecho en la tierra. En aquellos días
se salvará Judá, y en Jerusalén
vivirán tranquilos, y la llamarán así:
“Señor-nuestra-justicia””.
SALMO RESPONSORIAL
(Sal 24, 4-5.8-10.14)
R: A ti, Señor, levanto mi alma.
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame,
porque tú eres mi Dios y Salvador. R.
El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes
con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.
Las sendas del Señor
son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza
y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da a conocer su alianza. R.
SEGUNDA LECTURA
(1Ts 3, 12 - 4, 2)
“Habéis aprendido de nosotros
cómo proceder”
Hermanos: Que el Señor os colme y
os haga rebosar de amor mutuo y de
amor a todos, lo mismo que nosotros
os amamos. Y que así os fortalezca
internamente para que, cuando
Jesús, nuestro Señor, vuelva
acompañado de todos sus santos, os
presentéis santos e irreprensibles
ante Dios, nuestro Padre. En fin,
hermanos, por Cristo Jesús os
rogamos y exhortamos: habéis
aprendido de nosotros cómo
proceder para agradar a Dios; pues
proceded así y seguid adelante. Ya
conocéis las instrucciones que os
dimos, en nombre del Señor Jesús.
SANTO EVANGELIO
(Lc 21, 25-28.34-36)
“Tened cuidado:
no se os embote la mente”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: “Habrá signos en el sol y
la luna y las estrellas, y en la tierra
angustia de las gentes, enloquecidas
por el estruendo del mar y el oleaje.
Los hombres quedarán sin aliento
por el miedo y la ansiedad ante lo
que se le viene encima al mundo,
pues los astros se tambalearán.
Entonces verán al Hijo del hombre
venir en una nube, con gran poder y
majestad. Cuando empiece a suceder
esto, levantaos, alzad la cabeza: se
acerca vuestra liberación. Tened
cuidado: no se os embote la mente
con el vicio, la bebida y los agobios de
la vida, y se os eche encima de
repente aquel día; porque caerá
como un lazo sobre todos los
habitantes de la tierra. Estad
siempre despiertos, pidiendo fuerza
para escapar de todo lo que está por
venir y manteneros en pie ante el
Hijo del hombre”.
“Estad siempre despiertos”
Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa. C/Federico García Lorca, s/n. Apdo. de correos, 164. 11.500 El Puerto de Santa María. Tlfno: 956 85 65 61.
Tiempo de oración
Lecturas de la próxima semana
(1ª semana del salterio)
Lunes 30: Fiesta de San Andrés, apóstol
Rm 10, 9-18; Sal 18, 2-5; Mt 4, 18-22
Martes 1: Santa Florencia
Is 11, 1-10; Sal 71, 2.7-8.12-13.17; Lc 10, 21-24
Miércoles 2: Santa Bibiana
Is 25, 6-10a; Sal 22, 1-6; Mt 15, 29-37
Jueves 3: San Francisco Javier
Is 26, 1-6; Sal 117, 1.8-9.19-27; Mt 7, 21.24-27
Viernes 4: Santa Bárbara
Is 29, 17-24; Sal 26, 1.4-13-14; Mt 9, 27-31
Sábado 5: San Juan Almond
Is 30, 19-21.23-26; Sal 146, 1-6;
Mt 9, 35 - 10, 1.6-8
Domingo 6: San Nicolás
Ba 5, 1-9; Sal 125, 1-6; Flp 1, 4-6.8-11; Lc 3, 1-6
Jueves Eucarístico y Sacerdotal
(hora de meditación con exposición del Santísimo)
Intenciones por las que el Papa
Envíe sus aportaciones a hojaparroquialmilagrosa@yahoo.es
Intenciones por las que el Papa
quiere que recemos durante
el mes de diciembre
Intención general:
Para que todos experimentemos la misericordia de Dios,
que no se cansa jamás de perdonar.
Intención misional:
Para que las familias, de modo particular las que sufren,
encuentren en el nacimiento de Jesús
un signo de segura esperanza.
Intención de la CEE
Por todos los fieles cristianos,
para que la venida del Hijo de Dios en nuestra carne
aumente la esperanza en la venida gloriosa del Señor
y fortalezca en todos, un mayor aprecio por la vida
naciente y la armonía en la familia.