2. La Biblia nos advierte sobre el
destino del camino del mal, y
nos da razones específicas por
las cuales vale la pena vivir para
Dios.
3. Vale la pena vivir para Dios,
primeramente:
1. PORQUE LA VIDA ES CORTA
4. a. La vida del hombre natural
1 Pedro 1:24 dice Porque toda
carne es como hierba, y toda la
gloria del hombre como flor de la
hierba, la hierba se seca, y la flor
se cae.
La hierba crece muy rápido, pero
también rápido se seca. Así es la vida
del hombre.
5. b. La vida del hombre que vive
para Dios
•Será como árbol plantado junto a las
aguas, árbol frondoso, grande, que tiene
mucha vida.
•Tiene sus raíces en Su palabra, por lo
que en el año de sequía no se inquietará,
ni dejará de dar fruto.
6. Dios nos dio la vida. Entonces, mi vida
es sagrada, le pertenece a Él, debo vivir
para Él.
2. PORQUE LA VIDA ES SAGRADA
Vale la pena vivir para Dios
7. a. Somos templo de Dios
1ª Corintios 6:20 Nos dice que
somos el templo del Espíritu
Santo, por tanto nuestra vida es
sagrada.
8. b. Dios tiene un propósito
conmigo
En el Salmo 138:8, David dice Jehová
cumplirá su propósito en mí; tu
misericordia, oh Jehová, es para
siempre; no desampares la obra de tus
manos.
Yo soy obra de sus manos.
Jehová cumplirá su propósito en mí.
9. 3. PORQUE VOY A DAR CUENTA
DE MI VIDA
Debemos vivir para Dios porque:
•La vida es corta
•La vida es sagrada
También debemos vivir para Dios:
10. a. Somos administradores de
nuestra vida
Lucas 12:42 dice Y dijo el Señor:
¿Quién es el mayordomo fiel y prudente
al cual su señor pondrá sobre su casa,
para que a tiempo les dé su ración?
11. Si eres fiel en cuidar lo que Dios te ha
dado, Él te bendecirá, pero si no eres
fiel, aun en lo poco, no tendrás
recompensa.
¿Qué tan fiel estás siendo en cuidar y
dedicar tu vida para Dios?
La vida es de Dios y debo dedicarla para
Él.
12. Conclusión
•Estimado amigo y hermano, no permitas
que satanás te engañe, sólo viviendo para
Dios encontrarás la vida eterna.
•El verdadero significado de nuestra vida se
encuentra dándonos, sirviendo y
relacionándonos con Dios y con nuestros
semejantes.
13. Recuerda que los planes del
Señor son para siempre, Él te
hizo para algo grande, para
que bendigas y seas
bendecido.
¡No busques en otro lugar lo
que solo en Dios puedes
encontrar!