El documento argumenta que vale la pena creer en el Dios de la Vida. Citando las Escrituras, señala que los hermanos macabeos estaban dispuestos a morir por Dios con la esperanza de la resurrección. También dice que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos y que su función es crear y proteger la vida. Concluye invitando a los lectores a creer en el Dios de la Vida dando y recreando la vida.