Analizar algunos aspectos del liderazgo de los principales líderes del Antiguo Testamento a través de algunos pasajes que la Biblia cuenta sobre ellos.
4. 1.- El llamado:
12:1 Y el SEÑOR dijo a Abram:
Vete de tu tierra, de entre tus
parientes y de la casa de tu padre,
a la tierra que yo te mostraré.
(Gen. 12:1 LBA)
5. 2.- La promesa:
2 Haré de ti una nación grande, y
te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición.
3 Bendeciré a los que te
bendigan, y al que te maldiga,
maldeciré. Y en ti serán benditas
todas las familias de la tierra.
(Gen. 12:2-3 LBA)
6. 3.- La prueba:
3 Abraham se levantó muy de mañana,
aparejó su asno y tomó con él a dos de
sus mozos y a su hijo Isaac; y partió
leña para el holocausto, y se levantó y
fue al lugar que Dios le había dicho.
(Gen. 22:3 LBA)
7. 3.- La prueba:
9 Llegaron al lugar que Dios le había dicho
y Abraham edificó allí el altar, arregló la
leña, ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar
sobre la leña. 10 Entonces Abraham extendió
su mano y tomó el cuchillo para sacrificar a
su hijo. 11 Mas el ángel del SEÑOR lo llamó
desde el cielo y dijo: ¡Abraham, Abraham! Y
él respondió: Heme aquí.12 Y el ángel dijo:
No extiendas tu mano contra el muchacho,
ni le hagas nada; porque ahora sé que
temes a Dios, ya que no me has rehusado tu
hijo, tu único.
(Gen. 22:9-12 LBA)
8. 4.- Abraham,
un líder de la
fe
16 Por eso es por fe, para
que esté de acuerdo con la
gracia, a fin de que la
promesa sea firme para
toda la posteridad, no sólo
a los que son de la ley, sino
también a los que son de
la fe de Abraham, el cual
es padre de todos nosotros
(Rom. 4:16 LBA)
9. 4.- Abraham, un líder de la fe
8 Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como
herencia; y salió sin saber adónde iba. 9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa
como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa,
10 porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11 También
por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró
fiel al que lo había prometido. 12 Por lo cual también nació de uno (y éste casi muerto con respecto
a esto) una descendencia COMO LAS ESTRELLAS DEL CIELO EN NÚMERO, E INNUMERABLE COMO
LA ARENA QUE ESTÁ A LA ORILLA DEL MAR. 13 Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las
promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran
extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a
entender que buscan una patria propia. 15 Y si en verdad hubieran estado pensando en aquella
patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver. 16 Pero en realidad, anhelan una
patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos,
pues les ha preparado una ciudad. 17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el
que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo; 18 fue a él a quien se le dijo: EN ISAAC TE
SERÁ LLAMADA DESCENDENCIA. 19 Él consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre
los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir. (Heb. 11:8-19 LBA)
11. 1.- Un designio divino
Un hombre de la casa de Leví fue y
tomó por mujer a una hija de Leví. 2 Y
la mujer concibió y dio a luz un hijo; y
viendo que era hermoso, lo escondió
por tres meses. 3 Pero no pudiendo
ocultarlo por más tiempo, tomó una
cestilla de juncos y la calafateó con
asfalto y brea. Entonces puso al niño
en ella, y la colocó entre los juncos a
la orilla del Nilo.
(Exod. 2:1-3 LBA)
12. 2.- El cuidado humano
4 Y la hermana del niño se puso a lo lejos para ver
que le sucedería. 5 Y la hija de Faraón bajó a
bañarse al Nilo, y mientras sus doncellas se
paseaban por la ribera del río, vio la cestilla entre
los juncos y mandó a una criada suya para que la
trajera. 6 Al abrirla, vio al niño, y he aquí, el niño
lloraba. Y le tuvo compasión, y dijo: Éste es uno de
los niños de los hebreos. 7 Entonces la hermana del
niño dijo a la hija de Faraón: ¿Quieres que vaya y
te llame una nodriza de las hebreas para que te
críe al niño? 8 Y la hija de Faraón le respondió: Sí,
ve. Y la muchacha fue y llamó a la madre del niño.
9 Y la hija de Faraón le dijo: Llévate a este niño y
críamelo, y yo te daré tu salario. Y la mujer tomó al
niño y lo crió. (Exod. 2:4-9 LBA)
13. 3.- Un llamado divino
10 Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para
que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de
Egipto. 11 Pero Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy
yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel
de Egipto? 12 Y Él dijo: Ciertamente yo estaré
contigo, y la señal para ti de que soy yo el que
te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado
al pueblo de Egipto adoraréis a Dios en este
monte. 13 Entonces dijo Moisés a Dios: He aquí,
si voy a los hijos de Israel, y les digo: "El Dios de
vuestros padres me ha enviado a vosotros," tal
vez me digan: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les
responderé? 14 Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL
QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de
Israel: "YO SOY me ha enviado a vosotros."
(Exod. 3:10-14 LBA)
14. 4.- Un problema resuelto
19 Ahora, escúchame; yo te aconsejaré, y Dios estará
contigo. Sé tú el representante del pueblo delante de Dios,
y somete los asuntos a Dios. 20 Y enséñales los estatutos y
las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la
obra que han de realizar. 21 Además, escogerás de entre
todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios,
hombres veraces que aborrezcan las ganancias
deshonestas, y los pondrás sobre el pueblo como jefes de
mil, de cien, de cincuenta y de diez. 22 Y que juzguen ellos al
pueblo en todo tiempo; y que traigan a ti todo pleito
grave, pero que ellos juzguen todo pleito sencillo. Así será
más fácil para ti, y ellos llevarán la carga contigo. 23 Si
haces esto, y Dios te lo manda, tú podrás resistir y todo
este pueblo por su parte irá en paz a su lugar. 24 Moisés
escuchó a su suegro, e hizo todo lo que él había dicho.
(Exod. 18:19-24 LBA)
15. 5.- Moisés, un líder que escucha
3 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus
padres durante tres meses, porque vieron que era un niño
hermoso y no temieron el edicto del rey. 24 Por la fe Moisés,
cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de
Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de
Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado, 26
considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo
que los tesoros de Egipto; porque tenía la mirada puesta en
la recompensa. 27 Por la fe salió de Egipto sin temer la ira
del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible.
28 Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre,
para que el exterminador de los primogénitos no los tocara.
29 Por la fe pasaron el mar Rojo como por tierra seca, y
cuando los egipcios lo intentaron hacer, se ahogaron.
(Heb. 11:23-29 LBA)
17. 1.- Elección divina.
Y el SEÑOR dijo a Samuel:
¿Hasta cuándo te lamentarás por
Saúl, después que yo lo he
desechado para que no reine
sobre Israel? Llena tu cuerno de
aceite y ve; te enviaré a Isaí, el de
Belén, porque de entre sus hijos
he escogido un rey para mí
(1 Sam. 16:1 LBA)
18. 2.- No siempre lo que parece es.
5 Y él respondió: En paz. He venido a ofrecer
sacrificio al SEÑOR. Consagraos y venid
conmigo al sacrificio. Samuel consagró también a
Isaí y a sus hijos y los invitó al sacrificio.
6 Y aconteció que cuando ellos entraron, vio a
Eliab, y se dijo: Ciertamente el ungido del SEÑOR
está delante de Él.
7 Pero el SEÑOR dijo a Samuel: No mires a su
apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo
he desechado; pues Dios ve no como el hombre
ve, pues el hombre mira la apariencia exterior,
pero el SEÑOR mira el corazón.
(1 Sam. 16:5-7 LBA)
19. 3.- No hay reto mayor.
42 Cuando el filisteo miró y vio a David, lo tuvo en poco porque
era un muchacho, rubio y bien parecido. 43 Y el filisteo dijo a
David: ¿Acaso soy un perro, que vienes contra mí con palos? Y
el filisteo maldijo a David por sus dioses. 44 También dijo el
filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y
a las fieras del campo. 45 Entonces dijo David al filisteo: Tú
vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en
el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los
escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado. 46 El SEÑOR
te entregará hoy en mis manos, y yo te derribaré y te cortaré la
cabeza. Y daré hoy los cadáveres del ejército de los filisteos a
las aves del cielo y a las fieras de la tierra, para que toda la
tierra sepa que hay Dios en Israel, 47 y para que sepa toda esta
asamblea que el SEÑOR no libra ni con espada ni con lanza;
porque la batalla es del SEÑOR y Él os entregará en nuestras
manos.
(1 Sam. 17:42-47 LBA)
20. 4.- Toda espera llega a su fin
3 Y trajo David a los hombres que estaban con él, cada
uno con su familia; y habitaron en las ciudades de
Hebrón. 4 Vinieron los hombres de Judá y ungieron
allí a David como rey sobre la casa de Judá. Y
avisaron a David, diciendo: Fueron los hombres de
Jabes de Galaad los que sepultaron a Saúl. (2 Sam.
2:3-4 LBA)
Entonces todas las tribus de Israel fueron a David, en
Hebrón, y dijeron: Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya
somos. 2 Ya de antes, cuando Saúl aún era rey sobre
nosotros, eras tú el que guiabas a Israel en sus salidas y
entradas. Y el SEÑOR te dijo: "Tú pastorearás a mi pueblo
Israel, y serás príncipe sobre Israel." (2 Sam. 5:1-2 LBA)