1. «UN POQUITO MÁS»
Gracias Señor
por darme dos ojos que lo miran todo
gracias Señor
por darme dos brazos que lo abrazan todo
gracias Señor
por darme la vida y a pesar de todo
uno siempre quiere un poquito más.
Un poco más de dinero
un poco más de ternura
un poco más de locura
para emprender la aventura.
Un poco más de alegría
un poquito más de amor
un poco más de motor
para subir la colina.
Un poco más de cultura
y algo más de inteligencia
un poco más de paciencia
aunque el tiempo nos apura.
Un poco de buena suerte
para apostarle a este día
un poquito más de vida
cuando me llegue la muerte.
Gracias Señor
por darme dos manos que lo tocan todo
Gracias Señor
por darme una boca que lo besa todo
Gracias Señor
por darme el amor y a pesar de todo
uno siempre quiere un poquito más.
Un poco más de misterio
un poco más de optimismo
un poco más de heroísmo
un poco más de criterio.
Un poco más de conciencia
un poco de voluntad
Un poco más de verdad
y menos de reverencia.
Un poco de fantasía
un poco más de heroísmo
un poco de conformismo
para mirar la alcancía.
Un poco de buena suerte
para apostarle a este día
un poquito más de vida
2. cuando me llegue la muerte.
«OBSERVAR»
Observar siempre observar
he venido a este mundo a observar
lo lindo y lo feo veo
pues todo debo mirar.
Observo que gira y gira
este mundo sin cesar
y aunque miremos y miremos
no sabemos dónde va
siempre para un mismo lado
dónde iremos a parar.
Y así como gira un astro
día a día siempre igual
nunca cambien ciertas cosas
que son el mismo ritual
al transcurso dc la vida
adaptarse es primordial.
Observo las injusticias
y observo a muchos boludos
si de estos dos materiales
en todos los tiempos hubo
Dios mío cuánta injusticia
Dios mío cuántos boludos.
Observar siempre observar
he venido a este mundo a observar
lo lindo y lo feo veo
pues todo debo mirar.
Poema de Facundo Cabral y Alberto Cortez
Te quiero
Te dije, te digo y te diré, porque, el amor es para siempre.
Te digo por ejemplo:
Te quiero ahora que hace calor,
Y ayer que llovía.
En las mañanas nubladas,
Y en las noches abiertas,
Te quiero
Te quiero de pie, tendida,
Dormida y despierta.
Te quiero a la una, a las dos a las tres,
Y a las siempre.
Te quiero,
Te quiero en la casa y te quiero en el camino,
3. Te quiero después, antes y ahora mismo,
Te quiero,
Te quiero porque me quieres,
Y toda tu me lo gritas,
Te quiero porque en ti comienzo y termino,
Te quiero porque nos encontramos y nos perdemos uno en el otro.
Digamos que te quiero con todos los que soy incluyéndome a mí mismo.
Aunque tu sabes mi amor que cuando digo te quiero, es Dios que te embellece a través del amor y yo soy el
encargado de tan bella tarea, es decir que cada vez que yo te digo Te quiero, Él te dice “Te quiero”.
Ahora que no estás
el dolor deja paso a una antigua tristeza,
va cayendo la noche,
nadie llama a mi puerta,
y me duerme el silencio como una madre buena
Pasó por fin, se te cruzó un buen chico
(dime su gracia si te da la gana)
y rechacé el papel de indiano rico
mecenas del divorcio de tu hermana.
La noche que perdiste el miedo al miedo
fue tan corta que dura todavía,
por más que yo, maldito José Alfredo,
te diera más de lo que no tenía.
Me costará ¿qué quieres que te diga?
ser elegante sin romper cristales
ahora que ni siquiera eres mi amiga.
No enseñan a olvidar las autoescuelas,
pero, hasta los feroces animales
lloran cuando los dejan a dos velas.
Poema: Sin romper cristales