1. LA HISTORIA DE JUAN MARÍA
MONTALVO FIALLOS
Juan Montalvo Este joven cuyo rostro quedó marcado debido a las
viruelas sufridas y que odiaba las dictaduras (ya que, en ese contexto,
tuvo que exiliarse uno de sus hermanos), estudió Gramática latina en el
colegio San Fernando, Filosofía en el seminario San Luis (donde obtuvo
el grado de maestro) y Derecho en la Universidad de Quito. Además,
este admirador de Sócrates, Julio César, Cicerón, Miguel de Cervantes,
Michel de Montaigne, Montesquieu y Lord Byron adquirió, de forma
autodidacta, conocimientos de Gramática española y se interesó por la
Historia, la Literatura y la Filosofía Helénica.
Sin embargo, la vida de Montalvo no sólo estuvo vinculada al mundo de
las letras, sino también al de la política, una actividad que lo llevó, por
ejemplo, a realizar tareas diplomáticas como miembro de la delegación
ecuatoriana en Roma.
3. LA INFANCIA Y FORMACIÓN DE
JUAN MONTALVO
Su padre, don Marcos Montalvo, hijo de un inmigrante andaluz, se
dedicaba a los negocios ambulantes. En Quinchicoto, cerca de Ambato,
conoció a doña Isabel Villa creses de Fiallos, con quien se casó el 20 de
enero de 1811. La pareja tras un tiempo se domicilió en Ambato, ciudad en
la que don Marcos llegó a destacarse. Fallecidos ya algunos hermanos en la
edad de la infancia, Juan se convirtió en el menor de los varones, y sus
padres le procuraron mimos y cuidados.
Tuvo siete hermanos: Francisco, Francisco Javier, Mariano, Alegría, Rosa,
Juana e Isabel. Su niñez transcurrió no sólo en su casa, sino también en la
cercana quinta de Ficoa. En 1836 sufrió de viruelas y quedó con el rostro
marcado. A los siete años fue a la escuela, una humilde casa de aldea, de
una sola planta, pobremente administrada y sostenida. En 1843, cuando
tenía once años, su hermano fue arrestado, encarcelado y desterrado por
enfrentarse políticamente a la dictadura de Juan José Flores. Según el
escritor Galo René Pérez, el destierro de su hermano le "dejó una lesión
moral de la que no se recuperó jamás" llevándolo a odiar a las dictaduras
4. SU PRIMER VIAJE A EUROPA
El 17 de febrero de 1857, durante el gobierno de Francisco Robles, Montalvo fue
nombrado adjunto civil a la legación ecuatoriana en Roma, mientras que Francisco
Javier Salazar fue nombrado secretario de la misma. En buena medida este
nombramiento se dio gracias a las diligencias de su influyente hermano, el doctor
Francisco Javier Montalvo. A mediados de julio llegó a Francia. Aunque el asiento de
sus funciones de adjunto civil era Roma, Montalvo se quedó seis meses en París, por
causas ajenas a su voluntad. Ahí conoció a don Pedro Moncayo, diplomático
ecuatoriano, quien le brindó facilidades para su estímulo intelectual, y a
celebridades francesas tales como Lamartine y Proudhon. Desde enero hasta agosto
de 1858, mantuvo correspondencia con su hermano Francisco Javier destinado a su
publicación en el semanario quiteño La democracia, que este último dirigía. Estos
escritos, que conformaron una porción muy importante de su futura revista El
Cosmopolita, no fueron bien recibidos en el Ecuador. Durante esta etapa en París,
Montalvo se volvió melancólico, pues extrañaba su provincia. En Los proscritos,
ensayo aparecido en El Cosmopolita, escribió:
La nostalgia consiste en un amor indecible por la patria y un profundo disgusto del
país en que se está..., es un deseo de llorar a gritos al mismo tiempo que eso es
imposible.
5. SEGUNDO VIAJE A EUROPA
Estaba orgulloso de sus Siete tratados y deseaba publicarlos de la forma más lujosa
posible. Pero no logró reunir el dinero que demandaba el proyecto, hasta que consiguió
el auspicio del empresario José Joaquín de la ciudad de Besançon. Cuando fueron
publicados sus Siete tratados, Montalvo fue reconocido y elogiado por varios críticos
europeos, aunque sólo en el ámbito de la cultura hispana (mantenida por emigrantes
españoles e hispanoamericanos por medio de publicaciones) o hispanistas de París. En
consecuencia, Montalvo se apresuró a promocionar sus tratados en España. A finales de
mayo, habían recibido los dos volúmenes de los Siete tratados el director del diario El
Globo y Emilio Castelar. El 23 de octubre de 1882 su esposa María Adelaida falleció, y el
mismo año Montalvo inició una relación sentimental con la francesa Augustine-Catherine
Contoux, que mantuvo hasta sus últimos días.33 Con ella tendría un hijo en 1886, fruto
de su concubinato.
6. MUERTE DE JUAN MONTALVO
Murió 1889 en la ciudad luz, París, Francia. La colonia ecuatoriana costeó
sus funerales que fueron solemnes y en la iglesia de San Francisco de
Sales. Durante el régimen liberal se repatriaron sus restos embalsamados
a Guayaquil, y el 12 de julio de 1889 fueron enterrados en el cementerio de
la ciudad, donde permaneció hasta el 10 de abril de 1932. Al día siguiente
de su exhumación se trasladaron a Ambato, a donde llegaron el 12, para
reposar desde entonces en su mausoleo. En 1895 se publicó de manera
póstuma en Francia Capítulos que se le olvidaron a Cervantes; y en 1902,
Geometría Moral.