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Martes 04 de enero de 2011 00:23
¿La red cambia nuestra forma de leer y
pensar?
Por Zoan Dávila Roldán
El periódico español El País, publicó en su versión digital un artículo que propone que la
Internet ha cambiado la forma de pensar de sus usuarios. Pero este diario europeo no es
el único que ha realizado dicho planteamiento. En Estados Unidos, el ensayista y experto
en Tecnologías de la Información, Nicholas Carr, propuso el debate en su escrito: Is
Google makingusstupid? (¿Esta Google volviéndonos tontos?) publicado en la revista
TheAtlanticCarr.
"La lectura profunda que solía suceder de forma natural se ha convertido en un esfuerzo",
señala Carr. "Mientras Internet se convierte en nuestro medio universal, podría estar re
adiestrando nuestros cerebros para recibir información de manera muy rápida y en
pequeñas porciones", añade. Denuncia este experto que la forma en que el individuo
accede Internet hace que perdamos nuestra capacidad para mantener una línea de
pensamiento sostenida durante un periodo largo.Los planteamientos de Carr son
sustentados por escritos de neurólogos que aseguran que todas las actividades mentales
influyen a un nivel biológico en el cerebro; es decir, en el establecimiento de las
conexiones neuronales, la compleja red eléctrica en la que se forman los pensamientos.
"El cerebro evolucionó para encontrar pautas. Si la información se presenta en una forma
determinada, el cerebro aprenderá esa estructura", explicó BeauLotto, profesor de
neurociencia en el UniversityCollege de Londres. "Luego habría que ver si el cerebro aplica
esa estructura en el modo de comportarse frente a otras circunstancias; no tiene por qué
ser así necesariamente, pero es perfectamente posible", añadió.La incertidumbre se cuela
en los argumentos de Carr, en los que vaticina que no necesariamente esta influencia será
positiva. Carr anticipa que dicha influencia será mayor a medida que aumente el número
de personas que utilizan la red. Dos páginas web de investigación (British Library y otro del
JointInformationSystemsComittee (JISC), un consorcio educativo estatal) que proporcionan
2. material de lectura y estudio a sus usuarios llevaron a cabo una investigación que arrojó
que al recopilar los registros, se advirtió que los usuarios sólo "echaban vistazos" a la
información, en vez de detenerse en ella. Saltaban de un artículo a otro, y no volvían atrás.
También solían dedicar una media de cuatro minutos por libro electrónico y ocho minutos
por periódico electrónico.
"Está claro que los usuarios no leen online en el sentido tradicional; de hecho, hay indicios
de que surgen nuevas formas de lectura a medida que los usuarios echan vistazos
horizontalmente a través de títulos, páginas y resúmenes en busca de satisfacciones
inmediatas", lee el documento. "Casi parece que se conectan a la Red para evitar leer al
modo tradicional", observa.