1. EDUCACIÓN Y SOCIEDAD VALERO - PRÁCTICA 3
Realizada por:
Pilar Martín Pérez
Montserrat Moreno Flores
Ángela Gómez–Rey Almagro
LA POBLACIÓN FEMENINA EN ESPAÑA
Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la
población empadronada en España a 1 de enero de 2008 alcanza la cifra de
46.157.822 personas, siendo el 50,50% mujeres.
El hecho de que la población femenina despunte ligeramente se debe
fundamentalmente a la mayor esperanza de vida de la mujer. Aunque se
produce de manera estable un número de nacimientos de varones superior al
de mujeres, la tasa de defunción también es mayor en los hombres.
2. Distribución porcentual de la población por edad (grupos quinquenales)
y sexo. Padrón a 1 de enero de 2008.
La tabla muestra el
porcentaje de mujeres
en 2008 y lo compara
con el existente en
1998. Se aprecia una
leve disminución de la
población femenina.
3. Población total de 16 y más años, y porcentaje de mujeres por nivel de
estudios alcanzado. Cuarto trimestre de 2008.
Aunque la cifra del total de la población adulta analfabeta (2,32%), es inferior
a años anteriores, las mujeres siguen constituyendo un amplio porcentaje en
los niveles de estudios más bajos, de la población analfabeta, un 66,82% son
mujeres.
Según nos muestra el estudio realizado, la tendencia es que el número de
mujeres que acceden se aproxime al de los hombres, debido a la
universalización de la educación y a su acceso masivo a las aulas en las
últimas décadas.
La presencia de las mujeres, como alumnas, en la educación
En este apartado se ofrece una visión de conjunto de la representación
femenina y los resultados académicos de las mujeres en el sistema educativo
español.
En las últimas décadas, niñas y mujeres se han incorporado masivamente a
las aulas hasta el punto de poder afirmar que hoy en día las mujeres son
mayoría en los niveles postobligatorios de enseñanza, a excepción de los
estudios de grado medio de Formación Profesional.
4. Distribución del alumnado matriculado por enseñanza y sexo. Curso
2006/07.
Resulta particularmente destacable la presencia femenina en Bachillerato y
el crecimiento sostenido de las mujeres universitarias.
Si, además de observar la incorporación de las mujeres a la educación, la
mirada se dirige a la calidad de ese recorrido, el reconocimiento del avance de
las mujeres no es menor.
Saber cuántas mujeres están terminando con éxito sus estudios no deja de ser
un elemento de juicio de doble carácter diagnóstico, puesto que es revelador
del esfuerzo hecho por las mujeres y predictor del potencial de las mismas para
el futuro.
Porcentaje de hombres y mujeres en los diferentes niveles educativos.
Curso 2006/07.
5. Educación Infantil
Porcentaje de alumnado matriculado en Educación Infantil por titularidad
de centro según sexo y edad. Curso 2006/07.
Educación Primaria
6. Alumnado matriculado en Educación Primaria por titularidad de centro
según ciclo y sexo. Curso 2006/07.
Educación Secundaria Obligatoria
Alumnado matriculado en ESO por titularidad de centro según ciclo y
sexo.
Curso 2006/07.
Bachillerato
7. Alumnado matriculado en Bachillerato por titularidad de centro según
curso y sexo.
Curso 2006/07.
Formación Profesional
Alumnado matriculado en Formación Profesional de Grado Medio
(régimen ordinario) por titularidad de centro según curso y sexo (1).
Curso 2006/07.
Formación Profesional de grado superior
8. Alumnado matriculado en Formación Profesional de Grado Superior
(régimen ordinario) por titularidad de centro según sexo y curso. Curso
2006/07 (1)
La formación universitaria
En el siguiente gráfico de evolución se puede apreciar cómo, a lo largo de la
última década, las diferencias entre los porcentajes de hombres y mujeres que
han superado la prueba de acceso a la universidad ha sido mínima pero
siempre han prevalecido las mujeres por encima de los varones.
Evolución del porcentaje del alumnado que supera la prueba de acceso a
la Universidad por sexo y año. Años 1997 a 2006.
La distribución de las alumnas universitarias varía en función del tipo de
estudio, de modo que se observa mayor presencia femenina en Diplomaturas y
Licenciaturas que en Arquitecturas e Ingenierías Técnicas y Superiores. En
contraposición, se observa un porcentaje más elevado de mujeres que cursan
estudios de Diplomatura que de
Licenciatura. En los estudios de Doctorado, el número de mujeres es mayor
que el de hombres con una diferencia muy poco significativa (0,82 puntos).
9. Distribución porcentual del alumnado matriculado en la universidad por
tipo de estudio y sexo. Curso 2005/06.
Estudios de doctorado
Distribución por sexo del alumnado matriculado en enseñanzas
universitarias de tercer ciclo. Curso 2005/06.
La presencia de las mujeres, como profesional, en la educación
La profesión docente es sin duda una de las que han marcado, en la historia de
la mujer trabajadora, el acceso de ésta al mercado laboral. En muchos
momentos históricos el papel de la mujer en la sociedad se ha visto relegado a
un segundo plano no permitiéndole desarrollar sus facultades intelectuales más
allá del seno del hogar y la familia.
La educación de la mujer se reducía al aprendizaje de la lectura y escritura
formándola, sobre todo, en lo que se ha denominado durante décadas “las
10. tareas propias de su sexo”. El hecho de que las mujeres pudieran acceder a la
educación reglada propició que éstas se abrieran paso profesionalmente, en un
mundo marcadamente machista, a través de la enseñanza. Ésta podría ser una
de las razones por las que las mujeres, a pesar de las dificultades, siempre han
estado presentes en la educación, tanto ejerciendo como profesoras en las
escuelas como enseñando a sus hijas e hijos en sus hogares. Así, la presencia
de maestras y profesoras en los primeros niveles educativos ha sido y sigue
siendo significativa y evidente. Su incorporación como docente a los demás
niveles ha sido posterior y todavía en la universidad se observa una resistencia
a su plena incorporación en los niveles de mayor retribución, como son las
cátedras.
En el curso 2006/07 el número de mujeres que ejercen la profesión docente
representa el 62,31%.
Al analizar los datos en función del nivel educativo se aprecia que el porcentaje
de mujeres en ejercicio de la profesión docente es mayor en los niveles
inferiores y disminuye a medida que el nivel educativo es mayor. En Educación
Infantil y Primaria el 78,21% del profesorado son mujeres; en ESO, Bachillerato
y Formación Profesional la representación femenina se sitúa en un 56,20%; y,
de forma muy igualada están las profesoras y profesores de Enseñanzas de
Régimen Especial (50,55% mujeres y 49,45% hombres). El porcentaje más
bajo se da en las enseñanzas universitarias, donde las mujeres constituyen el
36,05% del profesorado.
Si se analiza la distribución del profesorado de enseñanzas no universitarias
por Comunidad Autónoma se observa que, en todas ellas, el porcentaje de
mujeres supera el 60% distribuyéndose de la siguiente manera:
11. En tres comunidades el porcentaje de profesoras supera el 70%. Son
Baleares (70,47%), Madrid (71,15%) y Cataluña (72,54%).
En el resto de Comunidades Autónomas, el porcentaje de profesoras
oscila entre el 60 y el 65%, siendo Andalucía la comunidad que presenta
el menor porcentaje, un 61,68%.
Haciendo un análisis evolutivo (desde el curso 1996/97 al curso 2006/07) sobre
las diferencias entre hombres y mujeres docentes en las enseñanzas no
universitarias, queda de manifiesto que la docencia en estos niveles sigue
estando representada por las mujeres. Así se observa que, del mismo modo
que ha ido aumentando poco a poco la presencia de las mujeres profesoras, la
de los varones en la profesión docente no universitaria ha descendido
llegándose a alcanzar en el curso 2006/07 una diferencia entre ambos de 33,68
puntos porcentuales.
En el curso 2006/07, la distribución del profesorado en ESO, Bachillerato y
Formación Profesional ha experimentado un giro muy importante de forma que,
el porcentaje de profesoras en estos niveles educativos se ha puesto por
encima del de profesores (56,2% mujeres y 43,8% varones). Con ello puede
apuntarse la idea de que la feminización de la enseñanza ya no sólo es un
hecho en Infantil y Primaria sino también en ESO, Bachillerato y
Formación Profesional.
12. Si bien la distribución por sexo del profesorado que actualmente imparte las
Enseñanzas de Régimen Especial está muy equilibrada, existen notables
diferencias según el tipo de enseñanza. Así, por ejemplo, un 74,10% del
profesorado de Idiomas y un 71,18% de Danza están representados por
mujeres, mientras que en el resto de especialidades la mayoría de docentes
son hombres superando, hasta en 18,82 puntos, a las mujeres como ocurre en
el caso de la Música.
En la universidad existe un incremento progresivo de alumnas. Ahora bien,
este crecimiento no se corresponde con un aumento paralelo en el número de
profesoras universitarias y, aunque sí se aprecia un ligero ascenso, la
evolución de las mujeres como docentes en los niveles universitarios sigue
siendo lenta. Actualmente, y como viene siendo habitual, las mujeres en la
universidad tienen una representación menor como profesoras que en las
enseñanzas no universitarias
Si se hace un recorrido por las distintas categorías académicas se aprecia que
las de más prestigio y remuneración, tienen una proporción mayor de hombres.
Es el caso de las Catedráticas de Universidad y Eméritas, con una presencia
femenina del 14,59% y 18,58% respectivamente.
Las categorías de Contratadas Doctoras, Ayudantas Doctoras, Ayudantas y
Colaboradoras, cuentan con una representación de profesoras
significativamente superior que el resto de las categorías, lo que hace pensar
que a través de éstas la mujer va haciéndose hueco en la universidad, tratando
de romper con el esquema tradicional de la masculinización de la docencia
universitaria.
¿POR QUÉ HAY TAN POCOS HOMBRES EN COMPARACIÓN CON LAS
MUJERES?
LA FEMINIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN.
Los chicos presentan tasas de fracaso escolar más elevadas que las chicas en
todos los tramos educativos. El 41% de los chicos de 15 años tiene alto riesgo
de fracaso frente al 29% de las chicas.
Los varones están en crisis desde el punto de vista educativo. En contra de lo
que infundadamente piensa la mayoría de la sociedad y como demuestran los
estudios, lejos de aparecer tímidas y desmoralizadas, las alumnas de hoy
ensombrecen a los chicos. Consiguen mejores calificaciones. Tienen
aspiraciones educativas más altas. Siguen programas académicos más
rigurosos y participan en clases de alto nivel en mayor porcentaje. Muchas más
chicas que chicos estudian en el extranjero. En el lenguaje técnico de los
expertos, ellas se comprometen más académicamente. El fenómeno afecta por
igual a todas las enseñanzas y ciclos. Es una realidad que se da en todo el
13. territorio nacional, independientemente del color político de los diferentes
gobiernos autonómicos y que transcienden nuestras fronteras. Según
investigaciones las niñas tienen bastante claro a qué quieren dedicarse en la
vida y se esfuerzan desde pequeñas por conseguirlo. Sin embargo, los chicos
están desnortados, sin ambiciones ni ilusiones claras que les marquen o
determinen su comportamiento y esfuerzo durante su juventud.
Gobiernos de otros países buscan encontrar soluciones a esta desorientación
masculina, su objetivo: elevar la autoestima de los chicos y ayudarles a
convertirse en hombres capaces de alcanzar las metas que se propongan con
plena seguridad y confianza en sí mismos. Este asunto se suele despachar en
la mayoría de las ocasiones con la idea simplista que las chicas son más
estudiosas, pero lo cierto es que detrás de los datos de fracaso escolar
masculino se esconden otras realidades psicológicas y sociales, que son
absolutamente despreciadas e ignoradas actualmente por los responsables de
la educación. En relación con las niñas todos estamos pendientes de los fallos
del sistema educativo, del acoso de las escuelas, de la falta de estimulación de
los padres, de los roles y estereotipos que la sociedad les impone. Pero en el
caso de los niños se les echa la culpa a ellos, no a las circunstancias, al
modelo educativo y a la sociedad. Los varones son los grandes perjudicados
en este empeño por considerar idénticos a ambos sexos en la escuela.
Necesitados de mayor movimiento, mas independientes y curiosos acerca del
espacio que habita y las cosas que hay en él, los niños, quieren tocar, armar,
desarmar, las manos se vuelven una extensión de sus ojos, conforme
descubren por si mismos el mundo de las cosas, con la existencia de su
especializado hemisferio derecho. Construyen chozas, fuertes, estaciones
espaciales, les gusta explorar, provocar, tensar la cuerda, la acción, la
confrontación, que ese les planteen retos que superar y metas a las que llegar
los primeros… el suyo es un mundo de acción, competición, movimiento y
objetos. Pero en la escuela les piden que se sienten quieto, callado, que
escuche, que no moleste, y que ponga atención a las ideas, como lo hacen sus
compañeras de clase féminas; todo lo cual de hecho, son cosas que su cerebro
y su cuerpo les piden hacer. Algunos llegan a sentir aversión a la escuela y
acaban abandonando los estudios.
Nuestro sistema educativo está dando a los chicos mucho menos de lo que
merece académicamente hablando. Es necesario que los poderes públicos y
las administraciones educativas se quiten la venda de los ojos y reconozcan la
existencia de unas diferencias sexuales en el aprendizaje que están siendo
despreciadas provocando un elevadísimo fracaso escolar masculino. De otro
modo, nuestros chicos se frustran, reducen su nivel de aspiraciones, piensan
que estudiar es “cosa de chicas”. Nuestros chicos lo que necesitan son
enormes dosis de comprensión y un sistema de enseñanza que se adapte a
sus peculiares características y a sus tareas vitales específicas.
14. Las diferencias entre hombres y mujeres se ponen de manifiesto a lo largo del
proceso educativo. En las etapas iniciales de enseñanza obligatorias, en la
posterior continuidad o abandono del proceso y en la participación en niveles
de educación superiores.
Las mujeres tienen una esperanza de permanecer en el sistema educativo
ligeramente superior a la de los hombres. Según la información de las cifras de
la educación en España Edición 2010 del Ministerio de Educación. Una niña de
seis años tenía 14,8 años permanecía previsible en el sistema educativo (12,8
años en educación no universitaria y 2,1 años en educación universitaria). Un
niño de seis años tiene 14,0 años de esperanza de vida escolar (12,6 años en
educación no universitaria y 1,4 años en educación universitaria).
El abandono escolar temprano refleja el porcentaje de población de 18 a 24
años que no ha completado el nivel de Educación secundaria de 2ª etapa y no
sigue ningún tipo de educación o formación. En España se sitúa en el 31,9% el
porcentaje de abandono temprano. Siendo las mujeres un 25,7% y un 38% en
varones. La cifra de abandono escolar temprano en España es una de las más
altas. En todos los países de la Unión Europea, es superior el porcentaje de
varones de 18 a 24 años que abandonan tempranamente el sistema educativo
que el porcentaje de mujeres…la tasa de población que finalizo educación
secundaria obligatoria es superior en las mujeres (75,9 frente a 62,6 en los
hombres). En los estudios secundarios post-obligatorios es superior la tasa de
población femenina que terminó fue del 18,0 frente al 15,2 de hombres. En
estudios superiores también son más altas las tasas de graduación de las
mujeres. El alumnado universitario graduado con 24 años o menos. El campo
de salud y asistencia social y el campo de humanidades, artes y educación, el
porcentaje de mujeres graduadas superan el 70% en España y destaca
también el porcentaje de mujeres graduadas en ciencias sociales,
empresariales, derecho y servicios sociales (61,5%).
También es superior el porcentaje de mujeres que superan las pruebas de
acceso a la universidad: el 82,8% en las mujeres y del 81,2% en los varones. El
54,3% de los alumnos matriculados en estudios universitarios de primer y
segundo ciclo fueron mujeres, aunque se graduaron más varones en ciencias,
matemáticas y tecnología.
En cuanto al profesorado el número de mujeres que ejercen el profesorado en
el conjunto de enseñanzas, representan el 63,4%. Siendo especialmente
elevado los porcentajes en Educación Especial (79,9%), Educación Infantil y
Primaria (80,5%) y enseñanzas de idiomas (74,1%). El porcentaje más bajo en
el profesorado femenino corresponde a la Enseñanza Universitaria (37,4%).
Las cátedras universitarias son ocupadas en un 15,1% por mujeres, mientras
que en la categoría de titulares de universidad la representación femenina
alcanza el 37,2%. El 54,9% de los directores de centros educativos, el 57,6%
15. del personal que trabaja en las secretarias y un 57,8% de los jefes de estudio
son mujeres. En profesores de educación secundaria de menos de 30 años, el
63,5% son mujeres y suponen el 47,0 % de los profesores de 60 y más años.