1) Milady está cautiva en una habitación mientras espera ser exiliada a las colonias del sur por sus crímenes. 2) Usa su belleza y habilidades de seducción para tratar de manipular a su guardia, el oficial protestante John Felton. 3) Luego de varios días fingiendo orar y cantar salmos, logra que Felton dude de las acusaciones en su contra y prometa ayudarla si puede probar su inocencia.

1. LOS TRES MOSQUETEROS
CAPITULO L.
Charla de un hermano con su hermana
Milady se sentía abrumada por lo sucedido, los que más le inquietaba era como Lord de Winter sabia
del lugar y la hora exacta de su llegada, pensaba en quien la había podido traicionar, mientras el
trataba de indagar porque había ella llegado a Londres si antes en Francia había jurado no poner un
pie mas allí, todo esto lo hacía porque ciertamente la carta de D'Artagnan y que ya le había entregado
Planchet lo habían dejado muy inquieto. Negligentemente Winter había dado a entender que sabía de
la unión que el tenia con el cardenal, por esto y porque había dicho otras cosas más Milady se dio
cuenta que su cuñado sabia casi todo sobre la misión que la había llevado a Inglaterra. La
conversación prosiguió sobre el primer marido de Milady pero no el hermano de De Winter si no el
Francés ose Athos, ya para estas alturas Milady estaba descompuesta de ver que el sabia todo, lo de
la Flor de Liz, que lo quiso asesinar, esto la enfureció y se fue contra el como un animal pero el
hombre permaneció impasible. Lord Winter le advirtió que si no se quedaba quieta iria a acusarla con
el Estado para que la tomaran prisionera, que permaneciera entonces quieta en esa habitación los
próximos días mientras la enviara a unas colonias del sur en donde permanecería custodiada de por
vida y al primer intento de salir de allí los hombres tenían órdenes de matarla. Luego ordeno a al
mismo teniente que la llevo allí John Felton que la custodiara durante 15 días hasta que se la llevaran
al sur, pero antes le advirtió de los poderes diabólicos que tenia esta mujer para seducir y hacer que
los demás hicieran lo que ella quisiera, además le hablo de todos los crímenes que había cometido, le
recomendó entonces que no se dejara seducir por aquel demonio. Salieron los dos de aquella
habitación y al cerrar la puerta un soldado de la marina con un mosquetón en las manos se plantaba
para custodiar aquella pesada puerta.
CAPITULO LI.
Oficial
El cardenal se impacientaba esperando noticias del duque o de Milady pero no recibia nada ni buenas
ni malas noticias, mientras tanto el continuaba con la batalla había adoptado de estrategia de que
para ganar hay que dividir,y como en Rochelle ya no tenían comida y aunque mandaban a pedir
víveres a Londres no les respondían y no les respondían porque en realidad esas cartas nunca
llegaban a su destino, debido a que eran interceptadas por los cardenalistas. Pero esta nueva táctica
no le funciono porque había llegado una carta de Londres para sus combatientes en la que decía que
Ingleses, imperiales y españoles irían contra Francia en ocho días. Un dia en su desesperación decidió
salir a dar una vuelta acompañado de dos escoltas, caminando en las arenas del mar diviso a siete

2. hombres recostados en la arena tomando sol, decidió acercarse despacio y esconderse en un ceto
para no ser visto, cuando se dio cuenta que eran los cuatro mosqueteros y 3 de sus lacayos, estaban
bebiendo y leyendo una carta, pero en realidad el no pudo alcanzar a escuchar mucho porque
Grimaud lo alcanzo a ver tras el seto y grito de repente -oficial, los mosqueteros se levantaron de un
golpe y al ver que era el cardenal lo saludaron con respeto; este se enfureció por este hecho y le
pareció extraño que estuvieran tan atentos como si escondieran algo; el cardenal le dijo que por su
actitud aquello mas parecía una conspiración, y les pregunto de que se trataba la carta que Aramis en
cuanto lo vio escondió, él respondió que era de una mujer y que por lo mismo no debía ser develada;
el cardenal aunque sabía que allí había algo raro decidió irse. Cuando se aseguraron de que el
cardenal estaba ya bien lejos para no escuchar, prosiguieron con la lectura de la carta que era de la
dama de Tours, amada de Aramis, odiada por el cardenal y aliada de la reina, en la carta decía que
Constance estaba en convento de las carmelitas y que deseaba una carta de D'Artagnan, además de
que la reina agradecía su fidelidad; luego de leerla se deshicieron de ella, mientras tanto el cardenal
seguía su paseo deseando que aquellos cuatro mosqueteros entraran a su servicio.
CAPITULO LII.
Primera jornada de cautividad
Milady estaba desesperada, rabiosa, y con deseos de venganza por D'Artagnan quien seguramente
había sido quien había contado todo a Winter, por Constance, y por Buckingham por haberla
despreciado y preferir a la reina. Prefirió tranquilizarse y esperar a que le llevaran la cena para asi
empezar a analizar el carácter, las fortalezas y debilidades de sus captores; asi pues decidió armar
una treta ante Felton y cuando este entro con la cena y otro soldado para dejársela en la mesa puso
una pose en donde dejaba ver sus encantos y se hizo la desmayada pero esto no le funciono, no
causo ninguna impresión ante el oficial, se puso tan furiosa después de esto que no se dio cuenta que
Winter y Felton la observaban tras la puerta, ambos vieron como aquella pose dulce y aquella cara
hermosa se descomponía y se retorcía de odio, Winter entro riéndose y le dijo a Felton que viera como
esa mujer se transformaba de una bella dama a un demonio y que tuviera cuidado de no caer en sus
encantos; cuando salieron los dos hombres tomo un aire más apacible y tomo su cena, mientras
pensaba que después de observar todo lo sucedido antes se había dado cuenta que el joven e
ingenuo de Felton sería más fácil de convencer porque de entre él y Winter, él sabía menos de ella y
veía en él un destello de piedad hacia ella. Finalmente se fue a dormir.

3. CAPITULO LIII.
Segunda jornada de cautividad
La mañana siguiente se hizo la enferma pero tampoco le resulto, Felton no se inmuto, al transcurrir el
dia al fin encontró algo que haría flaquear al oficial, encontró tu talon de Aquiles, la religión, ella era
católica pero al saber que Felton era un Protestante, un puritano, se volvió de su religión para ver si
causaba algún impacto en él, había aprendido algunos salmos y cantos de un protestante que le había
servido a su ultimo marido, asi que cuando le llevaron el almuerzo Felton la encontró orando, al verla
casi en extasis orando y con la belleza que la caracterizaba, Felton vio en ella a un ángel, para la
noche se puso a cantar algunos salmos, lo que Felton encontró más encantador aun, tanto que la
defendió ante el soldado que la custodiaba fuera cuando este la mando a callar. El mismo Felton
demostró simpatía hacia ella cuando entro al cuarto dulcemente a pedir que no dejará de cantar que
solo bajara la voz para no molestar a la gente del castillo.
CAPITULO LIV.
Tercera jornada de cautividad
Un día más en aquella prisión, Milady se sentía más esperanzada por el lado de Felton, mientras que
con Winter tomaría una actitud distinta haría con sus actitudes que el Lord se enfureciera y la insultara
a lo que ella contestaría con alguna frase de puritana y así hacer dudar a Felton quien era el malvado
en aquella historia. Milady por la tarde armo otro show de oraciones, se arrodillo y se puso a rezar
como una real puritana, sabiendo que Felton la observaba tras la puerta, tan buena fue la actuación
que Felton ahora se veía más conmovido que ayer, Felton entró a la habitación y Milady vio que esta
era la hora de tratar de sacar información a Felton y con suerte lograr que el hombre se apodara de
ella. Milady sabía que los protestantes o puritanos veían el actuar del duque de Buckingham como el
de Satán y que por lo tanto no les era de su agrado, fue de esto que se aferro para poder entablar un
conversación con Felton, le dijo que la tenían retenida porque se había descubierto que ella quería
matar al duque y que ella lo hacía por su religión pretendía con eso liberar al pueblo del poder de
Satán. Le pidió entonces que se apiadara de ella y que le consiguiera un cuchillo solo por unos
instantes porque lo único que le quedaba ante el castigo que le esperaba de parque de aquel duque
era mejor el suicidio, en ese momento Lord de Winter paso por el corredor y Felton se hecho para
atrás, ello le pidió que lo dijera nada a Winter o ella estaría perdida, Felton salió de la habitación.
Winter vino esa noche a la hora de la cena para enseñarla la nota que sería enviada junto con ella
cuando fuera exiliada, en aquella carta le cambiaron el nombre a Charlotte Backson y daba
instrucciones de no dejarla salir del la casa donde la mantendrían cautiva y que si intentaba hacerlo la
condenaran a la muerte; faltaban solo cuatro días para que aquello sucediera y si no hacia algo antes
de que la enviaran al exilio estaría perdida, pero se sentía aliviada porque al parecer Felton no había

4. dicho nada a Winter sobre la conversación que tuvo antes con ella; cuando se marcho Winter ceno y
luego se dedico a cantar salmos los mismos que conmovían tanto a Felton, se dio cuenta que el oficial
escuchaba esperaba que entrara pero esta vez el joven quiso demostrar fortaleza y no entro solo la
vino a escuchar su canto y cuanto ella termino se alejo dando un suspiro.
CAPITULO LV.
Cuarta jornada de cautividad
Esa mañana entro Felton a la habitación para llevar el desayuno, Milady armo un nuevo show en el
que fingía que estaba preparando una soga para colgarse, Felton se sorprendió y ella le pidió que la
ayudará que hiciera como que ella estaba muerta y que presentará en su lugar un cuerpo de mujer
parecido al de ella; después de tratar de convencerle por medio de pasajes puritanos y cada vez
Felton se veía más dudoso y débil ante aquella mujer, al darse cuenta Milady quiso dar la estocada
final cantado y rezando un salmo puritano que quebró al inquebrantable de Felton, el hombre cedió y y
dijo que creía en ella y en sus argumentos. Felton le dijo que la ayudaría pero si le daba pruebas de su
inocencia, a tiempo entro Winter para preguntarle a donde quería ser llevada le dio a elegir entre
América y Tyburn, ella escogió la segunda opción. Lord de Winter le pidió antes de salir que fuera
fuerte que solo tres días quedaban para que aquella criatura se fuera a un lugar en donde ya no podría
hacer daño a nadie; así que salieron ambos de la habitación. Después de una hora llego Felton
nuevamente para decirle que llegaría nuevamente después de las doce para escucharla y que lo
convenciera que no había cometido los crímenes tan monstruosos de los que la acusaba Lord de
Winter.