El poema reflexiona sobre la pérdida del autor de su paz interior y fe en sí mismo, dejando que otros hablen por él y guíen su destino. Pregunta dónde está su palabra de aliento para los demás y su voz de la verdad. Sugiere que nadie más lo busca y que la respuesta está dentro de él, no afuera. Finalmente, reconoce que todo está dentro de él mismo, que todos tenemos el perdón y la capacidad de ser felices viviendo con Dios en el corazón.