2. Utiliza focos de bajo consumo:
ahorran hasta un 75% de energía.
Apaga la luz de los ambientes que
no estés utilizando.
Usa la luz natural el tiempo que más
puedas.
Gradúa el termostato a 20 ºC como
máximo en calefacción y equipos de
aire acondicionado. Recuerda que
cada grado suplementario
representa un 7% más de consumo
energético.
Emplea la lavadora con carga
completa: ahorrarás agua y
electricidad.
Descongela el frigorífico: la
escarcha crea un aislamiento que
puede acarrear un 20% extra de
consumo eléctrico.
3.
La energía es una magnitud
física que asociamos con la
capacidad que tienen los
cuerpos para producir trabajo
mecánico, emitir luz, generar
calor, etc. En todas estas
manifestaciones hay un sustrato
común, al que llamamos
energía, que es propio de cada
cuerpo (o sistema material)
según su estado físico-químico,
y cuyo contenido varía cuando
este estado se modifica.
4. ENERGIA
La energía es una
propiedad asociada a los
objetos y sustancias y se
manifiesta en las
transformaciones que
ocurren en la naturaleza.
La energía se manifiesta
en los cambios físicos,
por ejemplo, al elevar un
objeto, transportarlo,
deformarlo o calentarlo.
ENERGIA
5. La energía primordial que mantiene la vida en nuestro planeta
proviene de la radiación solar, la que se transfiere al ecosistema
transformándose en las muy variadas formas de energía que
conocemos.
La radiación solar en conjunto con la fuerza gravitacional,
genera los climas y los cambios climáticos, el desarrollo y
crecimiento de plantas y animales, el calor y viento, y la
evaporación del agua de los mares, la cual en forma de nubes,
es transportada por los vientos hasta la cordillera, donde cae en
forma de lluvia dando cuerpo a los ríos, lagos y caídas de agua
que el ser humano aprovecha para producir electricidad.
La vida de nuestra civilización depende de las diversas formas
de energía, que extraemos de la naturaleza, las cuales
convertimos en útiles para nuestro uso, mediante diversos
procesos tecnológicos que se explicarán más adelante.
6.
7. Desde hace muchos años el
consumo eléctrico se ha
incrementado desmedidamente.
La modernidad junto a la
tecnología, nuevos
electrodomésticos y la falta de
conciencia a la hora de consumir
la energía eléctrica no han hecho
más que complicar la situación.
Al mismo tiempo, una cultura
que fomenta el consumismo
extremo también profundiza esta
problemática ¿Nunca te has
preguntado si realmente
necesitamos tantos artefactos
eléctricos en el hogar?
La energía eléctrica ha
revolucionado la vida del
hombre y se ha convertido en
un servicio vital, pero
debemos utilizarla
responsablemente. Debemos
ahorrar en la mayor medida
posible, para que las futuras
generaciones también puedan
disfrutar de los recursos y
disminuyan las emisiones
contaminantes relacionadas
con su uso.