Este documento discute los orígenes del pueblo de Israel según la Biblia y otras fuentes históricas. Argumenta que las tribus que formaron Israel eran heterogéneas y que solo se puede hablar de un núcleo central antes de su asentamiento en Palestina. También examina las circunstancias en que surgió Israel como imperio en el segundo milenio a.C. y cómo su identidad étnica se definió más tarde. Finalmente, propone que la monarquía unificada bajo David y Salomón es el punto de partida más fiable