Conozca diez (10) claves inspiradas en el Salmo 126, sobre como hacer de sus sueños una realidad. No basta con tener un sueño inspirador, se precisa de una guia efectiva.
1. CLAVES PARA CONSTRUIR SUEÑOS
Por Alexander Dorado Albán
Introducción
Diferentes autores citan el tema del sueño como algo fundamental en el proyecto de vida; la
verdad es que muchas personas dirigen sus vidas sin tener un sueño que les guie, que les
inspire. De allí la importancia de preguntarse, ¿Cuál es ese sueño inspirador?, y no solo
eso, ¿Cómo hacer ese sueño una realidad? Tan importante como las metas son los
métodos; Dice el manual de la vida, que Dios “da inteligencia en la visión”; es decir, nos
provee la visión y la estrategia. En todo caso, tan importante como la visión es el
visionario, aquel que asume la responsabilidad de hacer de la visión una misión de vida.
En la persona del soñador o visionario se centra el éxito, y en sus acciones se define la
materialización del sueño.
1 Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan. 2
Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán
entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. 3 Grandes cosas ha hecho
Jehová con nosotros; Estaremos alegres. 4 Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, Como
los arroyos del Neguev. 5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. 6 Irá
andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo,
trayendo sus gavillas. SALMO 126.
1. Tenga un su sueño. Defina su sueño. ¿Cuál es su sueño?¿Cuál es ese anhelo, ilusión,
deseo ferviente, ardiente, que le quema por dentro? ¿Cuál es esa imagen mental futura?
El sueño es el motor del proyecto de vida. Usted tiene que ponerle alas a los sueños,
ruedas a los sueños. Los sueños no son para confinarse al baúl del olvido, son el motor
que mueve, que impulsa a la humanidad. Los sueños son para hacerse realidad. Si los
sueños no se hicieran realidad, Dios no nos hubiera dado la capacidad de soñar.Algunos
dicen, “soñar no cuesta nada”, y es cierto; pero dejar de soñar lo cuesta todo. Nunca
iremos másallá de nuestros sueños; los hombres son tan grandes como sus sueños; la
vida es de los soñadores. Solo que no nos podemos quedar soñando, añorando,
viviendo de la ilusión, hay que materializar los sueños; hay que traducir los sueños en
un plan; porque un sueño sin un plan es un espejismo, pero un sueño más un plan
puesto en acciónes una realidad.Los grandes soñadores casi nunca alcanzan sus metas,
las sobrepasan. Somos el resultado de un sueño. Un día sembró en el corazón de
Abraham un sueño, soñó que Dios le daría una descendencia tan numerosa como las
estrellas del cielo y como la arena del mar. Un día nuestro padre en la fe soñó, y hoy
somos la materialización de un sueño. Nadie tiene derecho a aplastar sus sueños. Pero el
soñador, pero tiene una misión que nadie más la puede cumplir, y es hacer de ese sueño
una realidad. Luego, la primera clave es abrace un sueño. Y debe darle importancia a
ese sueño, porque si no se la da, nadie más lo va a hacer. Defina su sueño. La gente
tiene la tendencia a confundir sueños con responsabilidad. “Yo quiero ser feliz”, eso no
es un sueño, es un propósito de vida. “Responder por mis hijos”, eso no es un sueño, es
su responsabilidad. “Mis sueño es ser un buen trabajador”, eso no es un sueño, es su
2. deber, es lo menos que debe hacer. Un sueño es una meta superior, trascendente que nos
obliga a buscar a Dios, a hacer sociedad con el especialista de los imposibles; porque
ese sueño podría parecer un imposible, pero no hay cosas imposibles, sino seres que se
creen incapaces; y si hacemos sociedad con aquel para el cual nada es imposible,
tendremos mayor garantía de éxito. Tan solo tenemos que creer, porque al que cree,
todo le es posible. Luego, debe esculcar en el corazón y revise cuál es su sueño. Y si
no lo tiene, porque eso puede pasar; entonces pídale al que provee los sueños y las
visiones, porque los sueños vienen de Dios, que siembre en su corazón un sueño. Y si
por alguna razón, descubre que su sueño es equivocado, pídale a Dios, que erradique de
su corazón ese sueño. Hay personas que han hecho de un amor platónico, de un amor
imposible, un sueño.Y no existe nada más doloroso que luchar por amor imposible.
Dice el precepto, “la esperanza que se demora es tormento del corazón”, por eso hay
personas frustradas porque están esperanzadas que aquella persona que aman
platónicamente, un día tome la decisión (que tal vez nunca tomara) de construir una
familia. Nada hay frustrante, decepcionante y doloroso que apoyar la escalera en la
pared equivocada. No busque sombra en un árbol que se está muriendo. Entonces,
¿Cuál es su sueño? ¿Cuál es su anhelo? Permita que Dios siembre un sueño en su
corazón. Dice el salmo, “seremos como los que sueñan”. Cuando uno mira la historia,
descubre que hubo hombres que fueron tildados de locos, porque soñaban, porque
concebían un mundo mejor, diferente. La mayoría de ellos, nadie los apoyo, pero fueron
perseverantes. No solo tenían una visión, sino que la convirtieron en su misión de vida,
movidos por su convicción.
2. Sea libre de la cautividad. Para construir un sueño, usted necesariamente, tiene que
ser libre de la cautividad. No le pida a una persona cautiva de la depresión, del cáncer,
de las deudas, que su hogar se le está cayendo; no le pida que salga a perseguir un
sueño; primero tiene que resolver su situación personal, calmar su sed para luego ir a
calmar la sed de otros. Primero tiene que poner en orden su propia vida, organizarla;
ser libre de la cautividad. No le pida a un águila, así sea águila que vuele, si esta
enjaulada, si le han cortado las alas, si está encadenada. Hay que sacarla de la jaula,
quitarle la cadena. Y en muchos casos, el primer paso para ser libre de la cautividad, es
el amor. Por eso el mensaje, la primera llave de la vida espiritual dice: Dios te ama y
tiene una vida con propósito. Es el amor el que rompe cadenas.Para alcanzar el sueño,
para volar alto, tiene que romper la cadena que lo ata, tiene que ser libre de la
cautividad. Y es lo que Dios nos ofrece, “Conoceréis la verdad y la verdad os hará
libres”, “A quien el Hijo libertare, será verdaderamente libre”. Un soñador es una
persona que ha sido hecho libre. El Señor no podría hablarle al pueblo de una tierra
prometida en Egipto, porque allá reinaba la esclavitud, tenía que sacarlos de Egipto y
sacarles el Egipto que llevaban dentro. Desprogramarlos de una vida de esclavitud para
poder entregarles una heredad. El soñador es una persona libre. No le pida a un
esclavo que sueñe; porque los esclavos no tienen sueños, ellos solo piensan en trabajar,
viven en función del trabajo; el trabajo es un don de Dios no un castigo; es un medio no
un fin. Por eso pregúntese, ¿Cuál es su cautividad? ¿Cuál es su esclavitud? La Biblia
dice, “el Señor quitó la cautividad y dio dones”; Él quiere quitar la cautividad y
capacitarnos con dones, pero primero, hay que ser libres de la esclavitud. Él quiere
alimentar a sus águilas, pero tiene que romper las cadenas. ¿Cuál es la cautividad? ¿De
qué debemos ser libres?Los esclavos no sueñan solo trabajan; no piensan en el futuro,
3. para ellos solo existe el presente. Los esclavos viven en función del trabajo, y esto
también le puede pasar a un hijo de Dios; a pesar que el trabajo es un don de Dios,
algunos lo han convertido en un castigo. Es un medio no un fin; no vivimos solo para
trabajar. Pero debo preguntarme, ¿Cuál es mi esclavitud?, ¿Cuál es mi cautividad?
¿Qué es lo que me ata? ¿Qué es lo que no me deja ser libre? ¿Qué no me deja
proyectarme? ¿A qué o a quien estoy amarrado, aferrado, encadenado? ¿Cuál es esa
situación? ¿De qué esclavitud debo ser libre? ¿Qué me está impidiendo que el sueño
sea una realidad? Porque hay muchos tipos de esclavitud. Porque dice el Salmo 126,
“cuando el Señor nos haga volver de la cautividad, seremos como los que sueñan”.
Para poder dirigirse hacia su sueño, para ponerse en dirección al sueño, hay que dejar la
cautividad. Nadie que este cautivo está en condiciones de elevarse a la cumbre de sus
sueños.Hay una esclavitud muy común, la tediosa e insoportable rutina. Hay personas
que se habitúan a lo mismo, se la pasan toda la vida repitiendo su rutina diaria, no se
salen de ese esquema, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa. Como el caso del
elefante, que siendo pequeño fue atado a una cadena que le daba justo la distancia de
tomar su alimento, y así lo hizo por muchos años. Un día le quitaron la cadena,
¿Adónde fue el elefante? A ninguna parte. ¿Pero si no estaba atado? Tal vez no a una
cadena física pero si a una invisible, llamada la fuerza de la costumbre.Hay personas
que les cuesta creer que su vida si puede dar un viraje, su vida si puede dar un cambio.
Y si algo nos ofrece el Señor es un cambio de vida, cambio que si dependiera de
nosotros nunca se daría. “De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es, las
viejas cosas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas”. El hace nuevas todas las cosas,
nueva es cada mañana. Pero tiene que ser libre de la cautividad. El Señor me quiere
hacer libre de la cautividad, para convertirme en un soñador. Es como aquel que está
esclavo financieramente, debe hasta el apellido, a qué hora esa persona piensa en
ahorrar, en invertir, en comprar, en tener. Solo piensa en salir de deudas, su meta en la
vida se ha convertido en salir de deudas; su declaración de felicidad es: “cuando pague
mis deudas seré feliz”. Lo que ignoran, es que el endeudamiento es un modo de vida, y
no han salido de una deuda y ya están entrando en otra. Hay que ser libres de la
esclavitud. Nadie con mentalidad de sueños tiene capacidad para pensar en grande, para
abrigar en su mente sueños. Porque para soñar hay que tener la mente libre, para soñar
hay que despejar la mente. Nada nos puede atar; para soñar los sueños de Dios, no
puede ocupar mi mente con afanes, con problemas no reales sino imaginarios; con
vanas preocupaciones. Quienes viven afanados y preocupados, están imposibilitados de
soñar, porque las preocupaciones, los temores, ocupan el lugar que debe estar ocupado
por sueños y visiones. Por eso en la Biblia, se nos habla de una mujer, “Marta, afanada
y turbada con tantas cosas”. Había convertido su vida en algo desastroso; en una
constante preocupación; en un activismo, el cual es enemigo de la visión, de la unción;
es el principal del estrés. De ese enemigo silencioso y peligroso que sigue cobrando
vidas. Tengo que ser libre de tanto quehacer domestico que me he fabricado pero que
Dios no le lo ha dado ni me lo está pidiendo, como era el caso de Marta. Una persona
que está en la cautividad, no puede desarrollar la creatividad. La cautividad bloquea la
creatividad. Luego, tenga un sueño, alimente ese sueño, pero sea libre de la cautividad.
Los sueños que me hacen felices, son los sueños que vienen de Dios. Dios llama a
hombres cautivos, y los convierte en hombres libres y soñadores.
4. 3. Tenga la actitud correcta. Una persona que vive en función del enojo, la ira, la cólera,
la tristeza, difícilmente va atraer los sueños. Estos huyen de una persona con una
actitud negativa. No hay comunión entre la luz y la oscuridad. Las personas que
podrían ser nuestra ayuda, apoyo, que podrían ser emisarios de Dios como los magos,
que llegan a nuestra vida cuando más los necesitamos con presentes, que podrían ser
ángeles de Dios que pone a nuestro servicio; desconocidos que el coloca en el camino
para que nos ayuden; pero con actitudes toscas, bruscas, groseras, con el mal genio, con
la irritabilidad, con la soberbia, el orgullo, la altivez, lo que hacemos es aislar, alejar,
distanciar a las personas. Una persona que está llena de crítica, aleja a los demás, y así
no funciona. La risa, la sonrisa, es la contraseña de los amigos; la amabilidad, la
decencia, la cordialidad, las buenas maneras, la alegría expresada en el rostro, atrae, el
algo magnético. Quien siembra una risa, todo el tiempo estará recibiendo sonrisas de
otros. Hay que tener la actitud correcta, de fe, entusiasmo, alegría. Cuando esta alegre,
el rostro se le transforma. Nadie tiene culpa de la cara que tiene pero si de la cara que
pone. Todos sabemos que existen las endorfinas, sustancias de carácter terapéutico,
estimulante, sanador, que el organismo las produce cuando estamos de buen ánimo. Por
eso la biblia dice en forma reiterativa, “Tened ánimo”, Tened sumo gozo, cuando os
halléis en diversas pruebas”. Por eso el rey David comenzaba el día declarando: “Este
es el día que el Señor hizo para mí, me alegrare y me gozare en él”. Los soñadores
cultivan esta actitud en su corazón, su boca está llena de risa y su lengua de alabanza,
no de quejabanza. “El corazón alegre hermosea el rostro”, pero también, “el corazón
alegre constituye buen remedio”. Todos lo sabemos, la Teoterapia así lo enseña,
cefaleas, dolores de cabeza, migrañas, dolores musculares, colitis, problemas
digestivos, alergias, problemas cutáneos, de la piel; pérdida del apetito, del sueño,
impotencia sexual, problemas cardíacos, respiratorios, tantas situaciones que se derivan
de desequilibrio emocional; porque más del 80% de las enfermedades y padecimientos
humanos son de origen emocional, por desórdenes nerviosos; lasa alternaciones
psicosomáticas. Por eso dice el precepto, “el corazón alegre constituye buen remedio,
pero el espíritu triste seca los huesos”. Construir un sueño no es fácil, por eso demanda
del soñador una actitud correcta, alegre, positiva. Por eso debe preguntarme, ¿Cuál es
mi actitud? ¿Qué actitud me distingue, me caracteriza?¿Mi boca está llena de risa y me
lengua de alabanza?Hay personas que con sus actitudes no solo se alejan de sus sueños
sino de los demás. La actitud debe ser contagiosa, debe ser un testimonio a los demás.
4. El soñador testifica con su vida. La gente da testimonio de la forma de vida del
soñador; no solo de sus logros y resultados, sino de la forma como enfrenta las pruebas,
como resuelve sus problemas. Todo lo que sucede en la vida del soñador, es una
evidencia del amor y del poder de Dios obrando en su vida. La gente da testimonio de
algo que es evidente e incuestionable, “grandes cosas ha hecho Dios con estos, grandes
cosas ha hecho Dios con nosotros, y estaremos alegres”. La gente debe notar la
diferencia entre alguien que lucha solo y aquel que lucha en sociedad con Dios. Esa
persona se convierte en un testimonio vivo, su vida es un testimonio de la maravillas de
Dios. No predica con palabras sino con hechos. Su mejor testimonio, su mejor
estrategia de evangelización, es la realización del sueño. Dios usa el sueño hecho
realidad para testimonio de otros.
5. 5. Dependa de Dios. Crea que Dios le prospera, crea en la provisión sobrenatural de Dios;
el no solo da la visión, sino la provisión. Por eso el salmista menciona “Haz volver
nuestra cautividad, oh Jehová, como los arroyos del Neguev”; porque quien ha hecho
sociedad con Dios no depende de sí mismo, sino de la provisión sobrenatural que Él le
ofrece; Solo Dios puede hacer brotar arroyos y manantiales en el desierto. El soñador
es como la palmera que florece en el desierto.El soñador deja que Dios le prospere, por
eso no estorba a Dios tratando de hacer las cosas a su estilo, sino que sea Dios quien le
muestre como va a suplir todo lo que haga falta conforme a sus riquezas. El soñador
sabe que “es la bendición de Dios la que enriquece y no añade tristeza”. La
comprensión de la bendición de Dios lleva al soñador a ser humilde, a no llenarse de
orgullo ni de soberbia, a reconocer que no ha sido él, ni la fuerza de su mano, la que le
ha traído esa riqueza, o la bendición de materializar un sueño.
6. Aplique la ley de la siembra. “Los que sembraron con lágrimas con regocijo segaran”.
La ley de la siembra esta presente en todo, es un principio de vida. El soñador tiene
claro algo, tiene que sembrar hoy para cosechar mañana. ¿Cuál es mi siembra? ¿Qué
eslo que he sembrado? ¿En quién ha sembrado? Hay personas que no siembran, son
tacaños. Les gusta recibir, pero no les gusta dar. El soñador es un sembrador. Cada vez
que vamos a Israel, sembramos, plantamos árboles, sembramos sueños. Hay sueños
colectivos, los cuales los construimos en comunidad, es allí cuando se entiende que uno
es el que siembra, otro es el que riega, Dios da el crecimiento. Cada vez que siembra es
un acto de fe. Y se cumple lo que dice la escritura, “el justo por la fe vivirá”, y en este
caso, podríamos decir, el soñador por la fe vivirá, porque los suelos son actos de fe; y
cada vez que siembra, declara que el sueño un día será realidad. Los sueños son
cosechas de siembras de fe. Sembrar es un acto de fe. No solo es soñar, hay que
sembrar, las siembras son los actos de fe. La fe sin obras está muerta, para cosechar
hay que sembrar, la siembra es un acto de fe.
7. Este dispuesto a sacrificarse. “Los que con lágrimas sembraron, con regocijo
segaran”. El sueño demanda sacrificio, pero hay personas que no quieren sacrificarse.
Todo lo quiere a pedir de boca, pero no pagan el precio, no se sacrifican; y así no
funciona. ¿Qué es aquello, en lo que usted sabe debe sacrificarse, pero no se ha querido
sacrificar? Recuerda a Abraham, Dios le pidió una demostración de su fe, un ejercicio
de su obediencia, para hacer realidad el sueño, un sacrificio. ¿Cuál ha sido el sacrificio
que debe hacer? ¿Qué es más importante, , esa es la prueba reina; el sueño o aquello
que debe sacrificar, pero que hasta se resiste? Anhela tanto el sueño que estaría
dispuesto a sacrificarse, a renunciar a ese trabajo, esa situación, esa persona. Coloque
en la balanza de su corazón, ¿hacia dónde se inclina más su corazón? ¿Hacia aquello
que tiene hoy, o hacia aquello que quisiera tener mañana? Pero hay personas que no
sueltan, ni dejan, y entonces, ¿Cómo van a recibir? Ese es el sacrificio, la renuncia.
¿Qué es aquello a lo que no hemos querido renunciar? El Señor lo dice, hay que dejar,
es una constante en la Biblia; Abraham, Moisés, Jesús, los discípulos, Pablo, todos
dejaron, y luego recibieron algo mejor. Hay que sembrar con lágrimas, hay procesos
que toman tiempo. Muchas veces las cosas no se le van a dar desde la primera vez, sin
esfuerzo ni sacrificio. ¿Quién ha dicho eso. Y es allí donde se pone a prueba que tanto
anhela ese sueño? Si tanto anhela un sueño, ¿Qué tanto está dispuesto a sacrificarse por
6. ese sueño?¿Qué tanto anhelo un sueño?La vida del cristiano está marcada por el
sacrificio. Los que con lágrimas sembraron con regocijo segaran
8. Esté siempre en movimiento. “Ira andando y llevando la preciosa semilla”. Hay que
moverse. El soñador siempre está en movimiento. Una caminata de mil kilómetros
comienza con un primer paso. Usted debe ir hacia, dirigirse hacia. El soñador siempre
está en movimiento, siempre está llevando la semilla, nunca deja de sembrar; insta a
tiempo y a destiempo. Aplica la regla de oro, todo el tiempo esta “pidiendo, buscando y
llamando”. Pero él no se mueve a la ventura, como un loco, no da pasos en falso ni
golpes al aire. el sigue una meta, un objetivo, un sueño. No es un neurótico, psicótico,
compulsivo; él se mueve siguiendo una estrella, un sueño, una visión, va a rumbo a su
objetivo, a su monte Hermón. Como decía Pablo, “Olvidando lo que queda atrás me
extiendo a lo que está por delante, a la meta, al premio del supremo llamamiento”. No a
la ventura, no como un loco desorientado. Que Abraham salió sin saber a dónde iba,
pero si sabía con quién iba, quien le guiaba y dirigía. Por eso el soñador no abandona la
visión por entretenerse con tonterías, por engolosinarse con pasatiempos. El no pierde
el tiempo con pasatiempos, no tiene tiempo que perder; el tiempo es corto y hay que
aprovecharlo; el mete el trabajo en el compresor del tiempo. No podemos salirnos del
camino. Solo el que permanece en el camino deja huella.Él se mueve en la dirección o
en el rumbo de su objetivo.
9. Siempre de lo mejor de sí. Y esto está relacionado con la ley de la siembra, porque lo
que uno siembra eso recoge. “El que lleva la preciosa semilla”. ¿Cuál semilla es que
uno debe sembrar? La preciosa, la de mejor calidad y valor; quebrar el perfume de
alabastro; entendiendo que solo quien lo hace de todo corazón entrega lo mejor. Por
eso, Dios nos pide es el corazón; pero un corazón contrito y humillado, al cual no
despreciara. Es cierto que debemos sacrificarnos, como ya lo hemos mencionado; pero
cualquiera que sea ese sacrificio, debe fluir de un corazón alegre, generoso, un corazón
humilde, rendido. Dios ama al dador alegre. Quien da lo mejor de si, en talento,
esfuerzo, creatividad; quien no se reserva nada de manera egoísta o negligente, siempre
tendrá las puertas del éxito y la excelencia abiertas para él.
10. Oriente su vida a los resultados. “…más volverá a venir con regocijo trayendo las
gavillas”. El soñador orienta su vida al logro; saborea las mieles del éxito; disfruta sus
logros, nunca un soñador tendrá las manos vacías, siempre tendrá en sus manos
gavillas. Cada quien que siembra en el nombre del Señor, que se mueve en obediencia,
que se deja guiar, en disciplina y constancia, recibirá del Señor el respaldo y la
recompensa. Solo que se necesita aprender a vivir por principios y disciplinas
espirituales; y al final volverá con regocijo y las manos llenas de gavillas, con logros y
resultados. La más grande frustración de una persona es terminar un año, un periodo
triste y sin resultados, con las manos vacías. Pero un soñador, un hombre que es
disciplinado, constante, trabajador, un hombre que le cree a Dios, no andará triste y
mucho menos, con las manos vacías, siempre andará con regocijo y en sus manos
habrán gavillas.Contemplara que sus sueños se hacen realidad. Y si por alguna razón,
la vida del soñador haya sido salpicada por algún sinsabor, siempre serán más los
momentos felices y productivos. El balance de un soñador es positivo.
7. Aplicación.
Hasta aquí Dios ha sido fiel, él no nos ha fallado; el resultado es muy positivo, pero el año
que viene será mejor, pero para que sea así y siga siendo así, tenemos que desarrollar
disciplinas, saber qué es lo que queremos, hacia donde vamos, como lo vamos a lograr;
usted tiene que tener un plan, de allí la importancia de tener un proyecto de vida.