Este documento describe dos ejemplos de cómo Jesús solucionó problemas de manera creativa. En el primer ejemplo, Jesús sanó a un hombre ciego de nacimiento haciendo lodo con saliva y tierra y untándoselo en los ojos, diciéndole que fuera a lavarse. En el segundo ejemplo, Jesús les enseñó a sus discípulos sobre la fe a través de historias como cuando maldijo a una higuera y cuando Pedro caminó sobre el agua hasta que dudó.