La firma, la quijada y la moneda. La independencia de los EEUU

Colegio Diocesano San Atón (Badajoz)
Dpto. Humanidades y CCSS – 4º ESO / Prof. Ricardo Luengo
La firma, la quijada y la moneda
Un caso que resolver

OBJETIVOS:
El alumno deberá alcanzar las siguientes competencias:
a) Saber seleccionar adecuadamente el tipo de buscador necesario para una
búsqueda específica.
b) Usar adecuadamente los comandos de ampliación y especificación de las
búsquedas en los motores de búsqueda de Internet.
c) Interpretar adecuadamente los datos obtenidos por un buscador.
d) Descargar de Internet los programas, imágenes, vídeos, fotografías,
relacionados con su labor docente.
e) Buscar, visualizar y acceder a imágenes,
f) Navegar por la Red con criterio y eficazmente.

INSTRUCCIONES PARA EL ALUMNO:
Te propongo que resolvamos un misterio. A través de
una historia que se va a ir contando deberás ir
averiguando las pistas que se te dan para poder
avanzar de pregunta. Si aciertas, avanzas. Si no aciertas,
retrocedes.
Para resolver las pistas puedes buscar información en los links que se
te facilitan en cada pregunta.
El primero de vosotros que logre resolver el enigma correctamente
conseguirá un punto extra en la evaluación.
¡Adelante, detectives!

En 1783 un cansado anciano firmó un documento que
garantizaba la libertad de las antiguas colonias inglesas en este
continente. Su gesto de dolor al plasmar su firma en el papel
indicaba a las autoridades inglesas que dicho personaje, general
del ejército rebelde, ocultaba una grave dolencia.
BUSCA INFORMACIÓN EN
1. ¿De qué documento se trataba?
LA FIRMA

Pero, ¿cuál era el secreto que guardaba ese viejo personaje?
El servicio secreto de su graciosa majestad no había sido capaz
de averiguar nada en los más de siete años de guerra
ininterrumpida. Apenas unas cartas con cierto matasanos pero
que parecían carecer de importancia.
2. ¿De qué guerra se trataba?
LA FIRMA

Nuestro personaje estaba más pendiente de una caja que
guardaba celosamente en su escritorio que de la propia firma.
“Es la última”, pensaba mientras garabateaba su firma. “Es la
última. Debo irme lo antes posible y encontrarle antes de que
pase más tiempo. Si alguien lo averigua…”
3. ¿De quién estamos hablando?
LA FIRMA

En la sala, mientras tanto, la solemnidad del acto hacía pasar
desapercibido su rictus serio y demacrado. A todos menos al
parlamentario inglés. Ya lo conocía. Era su peor enemigo. Y sabía
que lo que le ocultaba se iría con él a la tumba. Y no lo podía
permitir. Debía, tenía la obligación de desenmascarar al traidor
que estaba firmando ante él.
4. ¿Cómo se llamaba el representante
del rey Jorge III?
LA FIRMA

A la derecha del inglés estaban los representantes de ese país
de bárbaros incultos que no hacían más que frotarse las manos y
jactarse de haber vencido a la todopoderosa Inglaterra junto a
esa nación de afectados franceses. Ilusos si pensaban que les
iban a devolver las posesiones arrebatadas en 1713.
5. ¿Qué territorio no fue
devuelto a España en 1783?
LA FIRMA

El inglés volvía a mirar al americano y estaba seguro que el
gesto de dolor tenía que ver con ese matasanos al que sus
servicios secretos no le habían dado importancia. Estaba seguro
que el médico era la clave.
6. ¿Qué clase de afección
tenía G. Washington?
LA QUIJADA

G. Washington se tocaba la mandíbula en un gesto
disimulado. El encajar esa pieza de artesanía en su maltrecha
boca no era fácil ni agradable pero debía estar a la altura de las
circunstancias. Y se estaba dando cuenta que el embajador inglés
le estaba mirando con total descaro intentando averiguar qué
pasaba por su cabeza. Si supiera donde se encontraba su médico,
lo eliminaría. Así lo había ordenado el rey Jorge III.
7. ¿Cómo se llamaba el odontólogo
que le fabricó las dentaduras
postizas al presidente?
LA QUIJADA

8. Busca una imagen de la dentadura
postiza y adjúntala a la tarea.
LA QUIJADA

Y una vez eliminado, este hombre sería incapaz de hablar,
sonreír o comer. ¿Podría el presidente de este recién estrenado
país ser capaz de resistir la humillación pública? Seguro que no.
Igual que no soportaba las largas sesiones a las que ese pintor le
sometía y tuvo que dejar inacabado su retrato.
9. ¿A qué pintor nos referimos?
LA MONEDA

Y el inglés, mientras miraba al americano, no pudo más que
esbozar una leve sonrisa. Imaginarse que en un futuro, el
presidente de los recién creados Estados Unidos, iba a ser
retratado sin dientes en una moneda le causaba cierta felicidad.
10. ¿En qué billete está
representado G. Washington?
LA MONEDA

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