2. Los reyes de un reino lejano tenían un niño precioso llamado
Blanconieves. Pero murió el rey, y la reina se casó con un hombre
vanidoso que tenía un espejo mágico que le decía que él era el hombre
más guapo.
Un día, el espejo dijo al padrastro que el más guapo ahora era
Blanconieves. Furioso, mandó a una cazadora que lo matara. Ésta,
compadecida, le dejó huir y esconderse en el bosque.
Blanconieves llegó a una casita, que pertenecía a siete buenas enanas.
Pronto se hicieron amigos y vivían felices, hasta que un día llegó el
padrastro disfrazado de anciano, con una cesta llena de manzanas.
El rey que era brujo, había envenenado una manzana y la había puesto
con las demás. Llamó a la puerta, y Blanconieves, al ver a un anciano,
abrió. El padrastro le dió la manzana envenenada, y Blanconieves, al
morderla, cayó muerto al suelo.
Las enanas, al volver encontraron a Blanconieves en el suelo. Con gran
tristeza pusieron el cuerpo en un ataúd de cristal y lo llevaron a la
montaña. De camino se toparon con una princesa y su séquito.
La princesa se enamoró de él. Al coger el ataúd nuevamente, éste se
sacudió. El trozo de manzana envenenada salió de la boca de
Blanconieves y despertó. Juntos fueron al palacio de la princesa, donde
vivieron muy felices.
THE END
3. Os reis dun reino afastado tiñan un neno precioso chamado Blanconieves.
Pero morreu o rei, e a raíña casou cun home vanidoso que tiña un espello
máxico que lle dicía que el era o home máis guapo.
Un día, o espello dixo ao padrasto que o máis guapo agora era
Blanconieves. Furioso, mandou a unha cazadora que o matase. Esta,
compadecida, deixoulle fuxir e esconderse no bosque.
Blanconieves chegou a unha casiña, que pertencía a sete boas ananas.
Pronto se fixeron amigos e vivían felices, ata que un día chegou o
padrasto disfrazado de ancián, cunha cesta chea de mazás.
O rei que era bruxo, había envelenado unha mazá e poñíaa coas demais.
Chamou á porta, e Blanconieves, ao ver a un ancián, abriu. O padrasto lle
dió a mazá envelenada, e Blanconieves, ao mordela, caeu morto ao chan.
As ananas, ao volver atoparon a Blanconieves no chan. Con gran tristeza
puxeron o corpo nun cadaleito de cristal e levárono á montaña. De
camiño topáronse cunha princesa e o seu séquito.
A princesa namorouse del. Ao coller o cadaleito novamente, este
sacudiuse. O anaco de mazá envelenada saíu da boca de Blanconieves e
espertou. Xuntos foron ao palacio da princesa, onde viviron moi felices.
THE END