Las organizaciones buscan cumplir con estándares y normas internacionales de calidad para ser más competitivas en el mercado internacional. Estos estándares estandarizan los procesos productivos y servicios de las empresas y especifican características y procedimientos exigidos a nivel internacional. La normalización y aplicación flexible de estas normas es importante para que las empresas incorporen formalismos de calidad en diferentes áreas productivas.