Este documento resume un pasaje bíblico (Mateo 27:39-42) en el que Jesús está crucificado y la gente le grita que se salve a sí mismo si es el Hijo de Dios. Luego, compara esta historia bíblica con la historia de un hombre llamado William Tanner que se queda con su esposa Mary en la vía del tren para protegerla, a pesar de que ambos son arrollados por el tren. Finalmente, el documento explica cómo la muerte de Jesús en la cruz para salvar a los demás es el mayor acto de
3. Lectura Bíblica
MATEO 27
39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,
40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo
reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la
cruz.
41 De esta manera también los principales
sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los
ancianos, decían:
42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de
Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
4.
5. William y Mary Tanner estaban cruzando los rieles del
ferrocarril cuando sucedió. El pie de Mary resbaló y se
encajó entre el riel y el cruce para peatones de Madera.
Ella trató frenéticamente de sacar el pie al tiempo que
empezó a escuchar el ruido de un tren que se
aproximaba. Sólo quedaban segundos, pues el expreso
venía a toda prisa hacia ella por una curva. Will Tanner le
haló el pie desesperadamente tratando de liberarla.
Cuando el tren se acercó más, y el silbido sonó a todo
volumen, y los frenos chirriaron, Will la tomó en sus
brazos. Mientras la gente se estremecía horrorizada, el
tren les pasó por encima. Un testigo dijo que justo antes
de que la máquina los golpeara escuchó al valiente
hombre gritar: «¡Me voy a quedar contigo Mary!» ¡Ese sí
que es un gran amor!
6. Esta historia me recuerda a nuestro Salvador, el cual nos amó
con un amor que puede salvarnos (Juan 3:16).
•La muerte se precipitó sobre Él mientras pendía en la cruz y
asumió la pena completa que nosotros merecíamos.
•Escuchó a personas gritarle que se salvara a Sí mismo y que
bajara de la cruz (Mateo 27:40).
•Pero para salvar a los demás, Cristo optó por no salvarse a Sí
mismo (v.42).
•Con amor divino y sacrificial, Jesús rehusó salvar su propia
vida. Murió para poder perdonar nuestros pecados.
•Nuestro Salvador se quedó en la cruz: por ti y por mí.
7. Es preciso recordarles que Jesús siempre tuvo la opción
de abandonar su misión. Así como nosotros tenemos
libre albedrio Cristo también lo tuvo, sin embargo
cuando los religiosos de esa época le decían que se
bajara de la cruz a pesar del gran dolor que le
provocaban los clavos en sus manos y pies, las
laceraciones de su cuerpo y los insultos de los
presentes, pudo mas su amor por nosotros.
En un sacrificio mucho mas valioso que el de William
Tanner Cristo con su acto sin igual nos dice aun hoy:
“Me voy a quedar contigo”