3. OBRA:
Esta obra es una que relata la vida de Lazarillo de Tormes.
Es una obra clasificada como novela picaresca, aunque
anteriormente
se la clasificaba como obra de imaginación.
4. PRIMER CAPÍTULO
Lázaro y el ciego. Lázaro,
pasa de ser un niño
ingenuo e inocente, sin
conocimientos de la vida, a
convertirse en el paradigma
de "pícaro", muchacho
joven que debe defenderse
por sí mismo en la vida
para poder comer cada día.
Una referencia constante en este tratado será la del
"hambre":
Lázaro dedica todos sus esfuerzos a engañar al ciego, un
hombre de gran astucia, para conseguir algo de comida o de
vino cada día. Al finalizar el tratado, Lázaro se venga de
todas las palizas a las que lo sometió el ciego engañando a
su amo y abandonándolo a su suerte
5. SEGUNDO CAPÍTULO
Lázaro y el clérigo de Maqueda. El clérigo al que sirve Lázaro es
un hombre mezquino y miserable, que se niega a alimentar
adecuadamente a su sirviente, y que guarda los pocos alimentos
que hay en su casa bajo llave en un arca.
Lázaro, atenazado una vez más
por el hambre y enflaquecido, debe
agudizar su astucia al máximo
para poder hacerse con algún
mendrugo de pan que llevarse a la
boca. Finalmente, enterado el
clérigo de los engaños y robos del
muchacho, decide prescindir de
sus servicios.
6. TERCER CAPÍTULO
Lázaro y un escudero. El escudero es un noble de bajo nivel
venido a menos, que vive en la más absoluta miseria pero que,
aún así, se empeña en mantener una falsa imagen de
tranquilidad, respetabilidad y riqueza.
Lázaro no comprende las ínfulas
de grandeza de su amo, pero se
compadece de él y lo alimenta
muchas veces. Acosado por los
acreedores, el escudero huye de la
ciudad, por lo que, esta vez, es el
amo el que abandona al criado
7. CUARTO CAPÍTULO
Lázaro y un fraile de la Merced. Lázaro habla de su nuevo amo,
un fraile de la Merced poco amigo de las obligaciones propias de
un religioso y que se pasa el día de un lado para otro atendiendo
"ciertos negocios" cuya naturaleza nunca se aclara.
Además, el tratado finaliza
diciendo: "por estas y otras cosillas
que no cuento, dejé a mi amo".
Este final deja todas las
posibilidades abiertas: ¿qué serán
esas "cosillas" por las que Lázaro
decidió dejar al fraile?
8. QUINTO CAPÍTULO
Lázaro y un buldero. El buldero era un sacerdote que se
dedicaba a recorrer las parroquias vendiendo bulas, indulgencias
papales que permitían que quienes las compraran no tuvieran
que cumplir con ciertos preceptos religiosos.
Lázaro describe las sucias
artimañas utilizadas por el
sacerdote para vender sus bulas,
sin ningún tipo de sentimiento
religioso verdadero y con el único
objetivo de conseguir buenos
beneficios.
9. SEXTO CAPÍTULO
Lázaro con un capellán. Una vez más, el amo de Lázaro será un
religioso. En este caso, el capellán permite que Lázaro trabaje
como aguador por la ciudad. Una vez que el muchacho ha
conseguido beneficios y ha podido cambiar sus ropajes, Lázaro
decide dejar el trabajo y buscarse un nuevo amo.
10. SÉPTIMO CAPÍTULO
Lázaro cuenta el motivo de su carta. Tras trabajar con un
alguacil, empleo que le pareció demasiado peligroso, Lázaro se
pone al servicio de un arcipreste, quien le sugiere que
contraiga matrimonio con una de sus sirvientas.
Cuentan las malas lenguas en la
ciudad que, en realidad, el deseo
del arcipreste era dar un aire de
decencia a su relación con la mujer
de Lázaro, que en realidad era su
barragana.
Lázaro, que conoce los rumores, prefiere hacer oídos sordos:
ha alcanzado la "felicidad" y cierto renombre en la ciudad,
eso sí, a cambio de renunciar a su honor y de permitir las
infidelidades de su esposa.