José Luis Corral y Santiago Posteguillo interpretan “Vivir La Muerte: misteri...
Lvg un paréntesis idílico núria esponellà
1. 6 LA VANGUARDIA V I V I R E N V E R A N O MIÉRCOLES, 7 AGOSTO 2013
U
na vegetación es-
pesa impide ver
el final del cami-
no. Ramas de en-
cinas, sauces, ol-
mos y otras especies típicas de
ribera obstaculizan la entrada
al visitante en este lugar enig-
mático. Unos pasos más adelan-
te aparece una pronunciada
cuesta abajo, que pone
a prueba la destreza de
todo aquel que se aden-
tra. Pese a la tentación
de retroceder y volver
al coche –aparcado no
muy lejos, en una cune-
ta de la pista forestal–,
uno se anima a vencer
sus propias torpezas
porque el final no está
lejos. Al fondo se divisa
un río de agua fresca y
limpia que discurre
con fuerza y agilidad
por las rocas formando
pequeñas cascadas. Así
que, superado el desni-
vel, viene la recompen-
sa: una de las gargantas
del río Muga, a pie del
camino del torrente de
Pincaró, en Albanyà.
Este es el rincón pre-
ferido de la escritora
Núria Esponellà. En él
encuentra paz y mucha
serenidad. La luz, los
colores variados de la
naturaleza, las particu-
lares formas de las ro-
cas esquistosas y el so-
nido vivo del fluir cons-
tante del agua le envuelven y le
permiten hacer un paréntesis y
desconectar del trajín de la vi-
da diaria. “Si quieres escaparte
del fragor cotidiano, este es un
paraíso idílico para hacerlo”,
comenta Núria, autora, entre
muchas obras, de Una dona
d’aigua (Columna), su última
novela.
Las aguas cristalinas de esta
parte del río, incluido en el pa-
raje protegido del Alta Garrot-
xa y al límite del Alt Empordà,
invitan a quien las admira a su-
mergirse rápido. Núria no tar-
da ni un segundo a hacerlo.
Hay una zona en la garganta
con una profundidad de unos
dos metros, con lo que el buen
baño está garantizado. “El agua
está fría pero es agradable”, ase-
gura mientras nada. A su alre-
dedor pequeños peces le acom-
pañan. “Aquí la naturaleza aún
es virgen. Tienes la grandeza
de la montaña, con la vegeta-
ción exuberante de las Alberes,
y también la pureza del agua,
que proviene de unos 1.186 me-
tros de altitud. ¡Mira, está lim-
písima!”, describe mientras co-
ge un poco con las dos manos y
bebe un sorbo.
“¡Be water! (¡sé agua!)”, ex-
clama sonriendo esta escritora
gerundense, cuyo último libro
fue uno de los más vendidos es-
te pasado Sant Jordi. “Yo, en la
vida, también intento ser agua.
Discurrir con alegría y fluidez;
bajar cuando toca hacerlo co-
rriente abajo; saber detenerse
en los remansos, en los momen-
tos de calma; y remontar cuan-
do conviene tal como hacen al-
gunos peces. Esta gorga me esti-
mula a ello, me conecta con la
fuerza de la vida”, relata Núria,
quien también es profesora y vi-
ve en Ventalló.
El río Muga, que une los Piri-
neos con el Mediterráneo, ofre-
ce diversas gorgas a lo largo de
su curso. En muchas de ellas,
las rocas moldeadas por el
agua y el viento crean unas for-
mas muy inspiradoras. Contem-
plar el paisaje, bañarse, tomar
el sol… son algunas de las activi-
dades que a Núria le gusta ha-
cer en este rincón. “Si tienes ga-
nas de andar, puedes caminar
siguiendo el río de arriba a bajo
o a contracorriente, tanto por
la orilla como por dentro. En
ocasiones, hay gente que baja
haciendo rafting”, añade.
Esta gorga, que queda prote-
gida de la tramontana por los
desfiladeros que la rodean,
cuenta con dos pequeños sal-
tos de agua y en el medio un re-
manso de tonalidades verdo-
sas. “Es el reflejo de las algas y
la vegetación”, aclara Núria,
quien descubrió este paraje ha-
ce unos diez años gracias a su
hijo, Pere, que es muy aficiona-
do al senderismo.
“Yo vivo no muy lejos de
aquí pero reconozco que tardé
mucho en conocer este
espacio natural. El día
que mi hijo me lo ense-
ñó, me quedé fascina-
da”, subraya.
El río Muga, que sig-
nifica frontera, nace de-
bajo del llano de la Mu-
ga en Albanyà y desem-
boca en los Aiguamolls
de l’Empordà. Se nutre
de aguas pluviales prin-
cipalmente del Roc de
Frausa, la sierra de les
Salines y la sierra de
l’Albera.
Aunque la última no-
vela de Núria está rela-
cionada con el agua, a
la hora de escribirla no
vino a este rincón para
inspirarse sino que fue
al lago de Banyoles,
que es donde precisa-
mente ocurre la histo-
ria que relata: un amor
adúltero y clandestino
entre Sarah Prats y Mi-
quel Camps, ambos
atrapados en matrimo-
nios sin amor, a finales
del 1800, después de
las guerras carlistas.
“El lago también es muy rela-
jante pero es una zona mucho
más transitada. Aquí, en cam-
bio, la mayoría de las veces es-
tás solo. Al haber distintas gor-
gas siempre encuentras un es-
pacio solitario”, explica.
La ventaja de poder acercar-
se en coche la convierte ade-
más en un paraíso muy accesi-
ble. “No hace falta caminar de-
masiado para llegar a ella. Vie-
nes por la pista forestal y dejas
ahí el vehículo. La dificultad só-
lo está en bajar el desnivel por-
que la roca resbala un poco;
aunque, como en la vida, todo
es proponérselo”, afirma.
MI RINCÓN PREFERIDO
PAZ Y SERENIDAD, PERO TAMBIÉN ALEGRÍA Y FLUIDEZ
SON LAS SENSACIONES QUE A LA ESCRITORA NÚRIA
ESPONELLÀ LE DESPIERTA EL PARADISIACO PAISAJE
DE UNA DE LAS GARGANTAS DE ALBANYÀ, SU
PREFERIDA. A ESTE LUGAR ACUDE CADA VEZ QUE
NECESITA CARGAR PILAS Y DESCONECTAR UN RATO
DEL BULLICIO DE LA ACTIVIDAD COTIDIANA
Unparéntesisidílico
NúriaEsponellà seevadeenlasgargantas deAlbanyà, en elrío Muga
AGUSTÍ ENSESA
Las gargantas del Muga a su paso por Albanyà, el lugar elegido por Núria Esponellà
AsesesinadounancianoenLleidasin
quelosladroneshallasensudinero
JAVIER RICOU
Lleida
Crimen sin botín. El asesinato de
un anciano, de 93 años, en su ca-
sa de Lleida no dio los frutos que
se presume esperaban conseguir
el autor o autores de este crimen.
Los asesinos revolvieron todo el
piso, en el barrio de Balàfia, pero
no dieron con el dinero. El ancia-
no, que vivía solo, guardaba una
importante cantidad de billetes
en una caja de herramientas, ce-
rrada con un candado, que no en-
contraron los ladrones. El cadá-
ver de José C. fue hallado la tar-
de del domingo, pero el asesina-
to, ha revelado la autopsia reali-
zada al cadáver, se cometió días
atrás. Vecinos del inmueble aler-
taron a la Policía local del fuerte
hedor procedente del piso. La
puerta de la casa no estaba forza-
da y al acceder al interior de la
vivienda los agentes encontra-
ron el cadáver de José C. en la
cama de su habitación. Tenía la
cara desfigurada y el cráneo frac-
turado por los golpes propinados
con una balanza (una romana),
que los asesinos dejaron en el es-
cenario del crimen.
El hecho de que la puerta del
piso no estuviese forzada hace
presumir que el anciano conocía
a las personas que le mataron. La
investigación de los Mossos se
ha centrado en el entorno de la
víctima. La principal hipótesis
manejada por los investigadores
apunta al robo como el móvil del
crimen. Los asesinos se pasearon
por todas las habitaciones de la
casa, donde se han hallado restos
de sangre. Un indicio que demos-
traría que el autor o autores del
crimen dedicaron un tiempo a la
búsqueda de dinero u objetos de
valor una vez cometido el asesi-
nato. Pero no dieron con el bo-
tín. En la inspección posterior
realizada por los Mossos, una
vez descubierto el cadáver, se ha-
lló en el piso una caja de herra-
mientas, cerrada con un canda-
do, en la que José C. guardaba
una “importante cantidad de di-
nero en efectivo”, tal y como indi-
caron ayer fuentes cercanas al
caso.
Las pesquisas, añadieron estas
mismas fuentes, van por buen ca-
mino y la investigación se ha cen-
trado en todas las personas que
habían tenido algún contacto con
este anciano en las últimas sema-
nas o meses. José, que vivía des-
de hacía cuarenta años en el ba-
rrio de Balàfia, llevaba una vida
muy discreta. No tenía hijos y su
última ocupación la desempeñó
en el sector de la construcciónc
El hombre, de 93
años, guardaba una
importante cantidad
de efectivo en una
caja de herramientas
Bàrbara Julbe