Hasta los años 70, el proceso de desguace de los grandes barcos se realizaba en los puertos europeos, en operaciones altamente mecanizadas y controladas, pero según se iban incrementando los requerimientos para dehacerse de los materiales tóxicos, los costes aumentaban. Por eso, la mayoría de las grandes compañías armadoras empezó a buscar lugares donde poder desmantelar barcos de forma barata -con mano de obra mucho peor pagada que la europea- y donde se prestara menor atención a los desechos tóxicos, donde acabaron por llegar a los países más pobres del mundo, en las costas asiáticas. Alang, Pipavav o Voradevou en la India; Chittagong en Bangladesh; Aliaga en Turquía y numerosas playas de Pakistán y China.
3. Alang la Playa del Infierno
• Hasta los años 70, el proceso de desguace de los grandes barcos se realizaba en los puertos europeos, en operaciones
altamente mecanizadas y controladas, pero según se iban incrementando los requerimientos para dehacerse de los
materiales tóxicos, los costes aumentaban. Por eso, la mayoría de las grandes compañías armadoras empezó a buscar
lugares donde poder desmantelar barcos de forma barata -con mano de obra mucho peor pagada que la europea- y donde
se prestara menor atención a los desechos tóxicos, donde acabaron por llegar a los países más pobres del mundo, en las
costas asiáticas. Alang, Pipavav o Voradevou en la India; Chittagong en Bangladesh; Aliaga en Turquía y numerosas playas
de Pakistán y China.
• En las tareas de desguace y todo cuanto implica, trabaja todo el mundo sin excepción; Hombres que cargan con las tareas
que requieren mas esfuerzo o experiencia, mujeres que realizan portes de herramientas, combustibles, medicamentos o
víveres, y niños, que pueden acceder a lugares donde no llegan los adultos. Las organizaciones ecologistas que trabajan en
Asia han denunciado que en la industria del desguace ilegal trabajan alrededor de 100.000 personas, que cobran un salario
de entre 1,5 y 2,5 dólares diarios. Posteriormente, toda la chatarra se vende, dependiendo de que se trate de metal en
bruto, o sean piezas de motor, tuberías, o componentes especiales, a un precio miserable.
Existe un segundo negocio bajo el desguace de Alang, y reside en los que tienen el poder o la influencia para hacerse con
"la primera captura" cuando llega un buque nuevo. Dicha primera captura consiste en ser el primero en llegar con la
cuadrilla a las cocinas, salones o despensas del barco, y quedarse con todas las vajillas, copas, toallas, manteles, y todo
cuanto se encuentre en buen estado y sea posible revender, ya sea en los mercados de Alang o fuera de allí. Realmente, se
trata de un desguace a distintos niveles, donde se empieza por vaciar el barco de todo aquello que sea aprovechable o útil,
pasando al mobiliario, y a continuación, todo el cableado eléctrico y tuberías de todo tipo. El resto es trabajo de soldadores
y sierras.
Los trabajadores de Alang no usan máscaras de seguridad, sino turbantes, y en vez de botas de caucho revestidas, usan
chanclas. Por necesidad profesional, los soldadores usan gafas de protección, pero para poder ver con claridad lo que están
cortando con la llama, no por otro motivo. no se suelen usar guantes, y es habitual ver a las mujeres sacando trozos de
amianto con sus propias manos para secarlos al sol y posteriormente, cargarlos en un carro o a la espalda.