Este documento discute las fiestas solemnes de YHWH mencionadas en la ley de Moisés y su significado en el plan de salvación. Argumenta que las fiestas como la Pascua, Pentecostés y el Día de Expiación no fueron abolidas, sino que tienen un significado profético que se cumple en Cristo y su obra salvífica. También advierte sobre los laodicenses que no desean aceptar estas verdades reveladas.