El documento describe el propósito y diseño de Dios para la humanidad. Dios creó libremente al hombre para que le conociera, amara y diera gloria, e hizo a los hombres hijos suyos por medio de Jesucristo y la Iglesia para que heredaran su bienaventuranza eterna. El bautismo introduce a los cristianos en la familia de la Iglesia, enseñándoles que vienen de Dios, son hijos de Dios, y están destinados al cielo.