Este documento describe ocho pasos para lograr una vida saludable. Estos incluyen comenzar el día con la Palabra de Dios, usar los remedios naturales como el aire puro, luz solar, agua, ejercicio, reposo, dieta balanceada, abstinencia y confianza en Dios. Siguiendo estos principios bíblicos de salud, se puede prevenir enfermedades y gozar de abundante salud.
2. • La búsqueda de la salud debe ser
diaria así como se busca a Dios.
• Santidad y vida saludable deben andar
tomadas de la mano.
Un cristiano consagrado vive
diariamente los principios de salud
instituidos por el Creador.
4. Primer paso: Comience el día en la
presencia de Dios
• La palabra de Dios en las primeras horas del día,
produce salud. Cuanto más nutridos estemos de la
Palabra Viva, más salud tenemos y mayor tendencia
para prevenir y restaurar las enfermedades.
• El amor que Cristo infunde en todo nuestro ser es un
poder vivificante. Da salud a cada una de las partes
vitales: el cerebro, el corazón y los nervios. Por su
medio las energías más potentes de nuestro ser
despiertan y entran en actividad. Libra al alma de
culpa y tristeza, de la ansiedad y congoja que agotan las
fuerzas de la vida. Con él vienen la serenidad y la
calma. Implanta en el alma un gozo que nada en la
tierra puede destruir: el gozo que hay en el Espíritu
Santo, un gozo que da salud y vida. (Ministerio de
Curación, pág. 78).
5. Segundo paso: Use los verdaderos
remedios.
¿Usted sabía que Dios tiene un médico que
no cobra la consulta? Es la bondadosa
criatura llamada NATURALEZA. En ella
podemos encontrar ocho remedios para
curar a las personas y prevenir sus
dolencias y sufrimientos.
6. 1. Aire puro
• Remedio indispensable para la existencia
humana. Es un don gratuito de Dios a los
hombres y mujeres.
“La influencia del aire puro y fresco hace que la
sangre circule en forma saludable por el
organismo. Refresca el cuerpo, y tiende a
fortalecerlo y a hacerlo saludable, mientras que
al mismo tiempo su influencia se siente en forma
definida en la mente, pues imparte cierto grado
de compostura y serenidad. Excita el apetito, y
hace que la digestión sea más perfecta,
induciendo un sueño sano y dulce.” (Consejos
sobre el Régimen Alimenticio, pág. 123).
7. 2. Luz Solar
• “En la construcción de casas es de gran
importancia asegurar una completa ventilación y
mucho sol. Haya circulación de aire y mucha luz
en cada pieza de la casa. Los dormitorios deben
estar dispuestos de tal modo que el aire circule por
ellos día y noche.
• Ningún cuarto es adecuado para servir como
dormitorio a menos que pueda abrirse de par en
par cada día para dar acceso al aire y a la luz del
sol. En muchos países los dormitorios necesitan
calefacción, de modo que puedan quedar calientes
y secos en tiempo frío y húmedo”. (El Hogar
Cristiano, pág.132).
8. 3. Uso del agua
• El agua pura es una de las más grandes
bendiciones que Dios nos da.
• Son muchos los beneficios del agua:
– Regula la circulación de la sangre
– Calma los nervios
– Respiración
– Digestión
– Saliva y lágrimas
– Control de la temperatura
– Flexibilidad
– Otras necesidades del organismo
9. Recuerde: La sed es una señal de que
nuestra hidratación está baja. Por eso, use
ese remedio en abundancia.
– Si quiere permanecer vivo - tome 5 vasos
al día.
– Para sentirse muy bien - tome 8 vasos.
– Y para rejuvenecer diariamente - tome 10
vasos.
10. 4. Ejercicio físico
• Investigaciones comprueban la importancia de los
ejercicios físicos para la salud. El ejercicio es tan
importante como el alimento.
• “El ejercicio aviva y regula la circulación de la sangre;
pero en la ociosidad la sangre no circula con libertad,
ni se efectúa su renovación, tan necesaria para la vida y
la salud. La piel también se vuelve inactiva. Las
impurezas no son eliminadas como podrían serlo si un
ejercicio activo estimulara la circulación, mantuviera la
piel en condición de salud, y llenara los pulmones con
aire puro y fresco”. (Ministerio de Curación, pág. 182).
• Siempre que quiera comenzar una actividad física,
consulte antes un profesional de la salud. Después de
eso, comience por el ejercicio que le recomiende; aquel
que sea el mejor y se adapte a su realidad financiera,
social y geográfica.
• Caminar es uno de los ejercicios más completos y
gratuito.
11. 5. Reposo
• El exceso de trabajo y la falta de reposo
causan una serie de dolencias. Felizmente,
los cristianos tenemos la bendición del
descanso semanal: el sábado. Para un
completo reposo, el ideal es dormir antes de
media noche.
• También es importante evitar el uso de
alimentos antes de dormir. El proceso
digestivo durante el reposo no es adecuado
e interfiere en la calidad del sueño.
12. 6. Régimen de alimentación
conveniente: frutas, verduras, cereales y
nueces.
• Una nutrición equilibrada y consistente, es un
verdadero combustible para el cuerpo.
• Investigaciones muestran que solo una persona de
cada diez consume regularmente frutas y
vegetales, suficientes para satisfacer la cantidad
diaria de vitaminas recomendadas para el
organismo.
• Una idea importante, es explorar una mayor
variedad de alimentos en nuestro diario vivir,
especialmente entre frutas, verduras y vegetales,
además de optar por la variedad de colores.
”Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios”. (I Cor.
10:31).
13. 7. Abstinencia (temperancia)
• Hasta lo que es bueno, debe ser usado con
moderación. Muchas dolencias son causadas por
la intemperancia en el comer.
• El secreto es pensar menos en los alimentos
temporales.
“Debemos estar constantemente meditando en la
palabra, comiéndola, digiriéndola, y asimilándola
al practicarla, de manera que sea llevada a la
corriente de la vida. El que se alimenta de Cristo
diariamente enseñará a otros por su ejemplo a
pensar menos en lo que come y a sentir mucho
mayor ansiedad por el alimento que da a su alma”.
(Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 106).
14. 8. Confianza en el poder divino
• Es el principal remedio. El poder curativo
viene del Señor.
“No me seas tu por espanto, pues mi refugio
eres tú en el día malo” (Jer.17:14).
• Para tener más salud es necesario tener
amor, esperanza y alegría en el Señor. Es
imperioso tener la fe necesaria en Dios para
que tengamos salud.
15. Conclusión
• Cuando usamos cuidadosamente los
verdaderos remedios de la naturaleza,
raramente tenemos necesidad de usar los
medicamentos tradicionales. 90% de
todas las enfermedades, se originan en la
mente y lo que afecta el cuerpo, afecta la
mente. La religión de Cristo es uno de
sus más eficaces remedios.