Este documento discute la naturaleza divina del Espíritu Santo. Presenta evidencia bíblica de que el Espíritu posee atributos como la omnisciencia y la eternidad que solo pueden pertenecer a Dios. También describe cómo el Espíritu coopera con el Padre y el Hijo en la obra de la redención y resurrección. El documento concluye que negar la divinidad del Espíritu implica negar su capacidad para transformarnos y resucitarnos, y que las Escrituras muestran a las tres personas de la