El CAFTA no ha cumplido las promesas de crecimiento económico, empleo y desarrollo que hicieron los gobiernos y empresarios centroamericanos. A 6 años de vigencia, el tratado ha traído consecuencias negativas como el debilitamiento de la producción de alimentos locales y la dependencia de importaciones, déficits comerciales, aumento de la deuda fiscal, y falta de creación de empleos a pesar del desempleo creciente. Tampoco ha habido un aumento significativo de la inversión extran