El documento discute varios temas relacionados a la comunicación del evangelio. Menciona que la predicación no es el único medio efectivo, sino que el diálogo también lo es. Además, enfatiza que el objetivo no es solo cambios superficiales sino cambios de vida profundos y que las personas se reconcilien con Dios. Finalmente, enfatiza la responsabilidad de todos los cristianos de participar en la misión mundial de Dios.