2. Asimismo, se brindaron las herramientas
iniciales para que los pescadores de
Puerto Berrío propusieran estrategias de
comunicación, que les permitieran
posicionarse como comunidad partícipe
de procesos de educación ambiental.
3. La labor trajo consigo grandes frutos, es un gran logro
sentir cómo una población se involucra, se interesa,
progresa y se enriquece conociéndose e interesándose
por el mundo que los rodea y por la tierra que los vio
nacer: "Ellos mismos crearon guiones, tomaron fotografías,
videos y locuciones convirtiéndose en los mismos
reporteros. No querían que los entrevistaran más, que
periodistas u otros hicieran notas de las ciénagas y de la
región y después, no ver nunca nada de eso.
Actualmente ellos mismos han producido un excelente
material comunicativo, que sirve como instrumento de
educación ambiental para informar lo que se hace en el
Magdalena Medio".
Hoy el corazón de Colombia vuelve a latir con una
generación de hombres del agua, que ama su tierra y
enseña a otros cómo ésta debe ser cuidada y protegida,
preservado sus costumbres para darle vida.